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Deleted member 72656
Guest
Lamentablemente, no es algo exclusivo de Gala.
Estamos criando, salvo honradas excepciones, a una generación de vagos (hay que darles todo hecho), impacientes (lo quieren todo para ayer), caprichosos (culo quiero, culo tengo) y que no saben valorar lo que tienen (claro, como se lo regalan)
El otro día, dos críos (niño y niña) corriendo y gritando como salvajes en el súper. La dependienta advirtió a los padres, que tuvieran cuidado, que abría el cristal. ¿Creéis que se preocuparon? Ya os digo que no, porque la querida niña en la cara que se golpeó con el cristal y tuvo que ir a pedir hielo la dependienta.
Para mi genio, Eugenio. La niña se joraba y va con la hinchazón y golpe por lista y salvaje. Pero la culpa de los padres por no ponerle freno.
En un futuro, vendrán las lamentaciones.
Es como mi sobrina. Para su cumpleaños, ha hecho una lista de cosas que quiere, que ni la carta a los reyes. Y te quedas, niña, ¿pero de que vas?
Hay que ponerles límites. Que lloren y tengan rabietas, que no se acaba el mundo. Pero deben saber que todo en esta vida, lamentablemente, no puede ser.
Pues qué pena, opino exactamente como tú. Es cierto que ahora se ven muchos niños que ni hablan pero ya manejan el smartphone y la tablet de los padres, niños que con 8 años tienen un canal de youtube, o que se pasan el día con la PS4, niñas que suben fotos a instagram pintarrajeadas y en bikini con 12 o 13, niños que hacen bullying, que mienten, que roban... o no tan niños, chavales ya mayores que se aburren sin una pantalla delante, que no saben disfrutar sin compartirlo en redes... pues eso. Que muchos padres no tienen tiempo, ni ganas de educar a sus hijos y dejan que se eduquen solos, y como bien dices, luego pasa lo que pasa y nos echamos manos a la cabeza. Hoy en día hay demasiadas facilidades para hacer las cosas mal.
Qué suerte he tenido de tener a mi madre, y mira que lo pasaba mal de pequeña, porque era muy estricta conmigo y yo me enfadaba mogollón porque a mis amigas siempre les dejaban hacer más que a mí, salir más que a mí, tenían teles y ordenadores en sus cuartos y a mi no me dejaban nada más que una horita al día después de hacer los deberes y en el salón, con ella delante (no encima de mí, me dejaba intimidad, pero se aseguraba de estar cerca)... Yo me quejaba mucho de que me pusiera tantos límites y ahora lo entiendo perfectamente.
Y haré lo mismo cuando me toque hacerlo. Los padres tienen que ser padres, no coleguitas que lo permiten todo.
En fin. Ellos sabrán.