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Jueves 15 de Marzo 2018.
Contenido:
1. El consejo del día
2. Las Lecturas de Hoy
3. Reflexión de las Lecturas
4. El Santo del Día.
El consejo de hoy, para nuestro crecimiento personal.
Las lecturas de hoy muestran lo difícil que ha sido para la humanidad creer en Dios y en sus mensajeros. Moisés, en el Éxodo, se ha esforzado por que el pueblo no pierda la esperanza ni decline en la fe; pero éste ha caído en la idolatría y desconoce que Dios fue quien lo liberó de la esclavitud. Jesús, por su parte, afronta calumnias y desprecios; muchos poderosos con intereses ocultos están empeñados en desprestigiarlos a él, su grupo y su propuesta de vida.
Nosotros contamos con un valioso recurso para alimentar nuestra experiencia de fe: la Biblia. La Palabra de Dios es el testimonio que el pueblo de Dios y las comunidades cristianas nos han dejado como lámpara, a fin de que en ella encontremos las luces que fortalezcan nuestra esperanza y animen la búsqueda de un mundo mejor.
Cristo está vivo, resucitado, en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, en la Eucaristía. 'El que come mi carne y bebe mi sangre tiene la vida eterna y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida'. Juan 6,54-56.
***************************
EVANGELIO DE HOY
Primera lectura: Éxodo 32,7-14
Arrepiéntete de la amenaza contra tu pueblo.
En aquellos días, el Señor dijo a Moisés: "Anda, baja del monte, que se ha pervertido tu pueblo, el que tú sacaste de Egipto. Pronto se han desviado del camino que yo les había señalado. Se han hecho un novillo de metal, se postran ante él, le ofrecen sacrificios y proclaman: "Éste es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto." Y el Señor añadió a Moisés: "Veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz. Por eso, déjame: mi ira se va a encender contra ellos hasta consumirlos. Y de ti haré un gran pueblo." Entonces Moisés suplicó al Señor, su Dios: "¿Por qué, Señor, se va a encender tu ira contra tu pueblo, que tú sacaste de Egipto, con gran poder y mano robusta? ¿Tendrán que decir los egipcios: "Con mala intención los sacó, para hacerlos morir en las montañas y exterminarlos de la superficie de la tierra"? Aleja el incendio de tu ira, arrepiéntete de la amenaza contra tu pueblo. Acuérdate de tus siervos, Abrahán, Isaac e Israel, a quienes juraste por ti mismo, diciendo: "Multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo, y toda esta tierra de que he hablado se la daré a vuestra descendencia para que la posea por siempre."" Y el Señor se arrepintió de la amenaza que había pronunciado contra su pueblo. Palabra de Dios.
Salmo responsorial: 105
R/.Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
En Horeb se hicieron un becerro, / adoraron un ídolo de fundición; / cambiaron su gloria por la imagen / de un toro que come hierba. R.
Se olvidaron de Dios, su salvador, / que había hecho prodigios en Egipto, / maravillas en el país de Cam, / portentos junto al mar Rojo. R.
Dios hablaba ya de aniquilarlos; / pero Moisés, su elegido, / se puso en la brecha frente a él, / para apartar su cólera del exterminio. R.
SANTO EVANGELIO: Juan 5,31-47
Hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza.
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: "Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es válido. Hay otro que da testimonio de mí, y sé que es válido el testimonio que da de mí. Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar; esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado. Y el Padre que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí. Nunca habéis escuchado su voz, ni visto su semblante, y su palabra no habita en vosotros, porque al que él envió no le creéis. Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida! No recibo gloria de los hombres; además, os conozco y sé que el amor de Dios no está en vosotros. Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibisteis; si otro viene en nombre propio, a ése sí lo recibiréis. ¿Cómo podréis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene del único Dios? No penséis que yo os voy a acusar ante el Padre, hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero, si no dais fe a sus escritos, ¿cómo daréis fe a mis palabras?" Palabra del Señor."
http://www.aciprensa.com/calendario2010
Reflexión
REFLEXION DE LA PRIMERA LECTURA: De nuevo surge el tema y la importancia de la intercesión. ¿Qué habría sido del pueblo de Israel y, qué sería de nosotros, sin personas como Moisés, que incesantemente oran a Dios para que derrame su amor y su misericordia sobre nosotros, sobre todo cuando nos encontramos lejos de él?
Pecar no es algo que sea extraño para ninguno de nosotros y sabemos bien, por experiencia, que no siempre es fácil salir del pecado, éste nos paraliza y nos ciega impidiéndonos regresar al amor de Dios. Es precisamente aquí en donde necesitan nuestra oración aquellos que, sea porque no conocen aún a Dios o porque se han alejado de él pensando que lejos de su amor encontrarían felicidad, paz y gozo. Por ello, dentro de tu oración personal acostúmbrate, como nos lo pedía la Santísima Virgen en Fátima, a orar por la conversión de los pecadores.
Si todos hacemos esto, dado que todos somos pecadores, estaremos orando unos por otros, sin embargo, no te olvides de decir: Señor, en tu infinito amor, acuérdate sobre todo de los que hoy estarán más necesitados de tu misericordia.
REFLEXION DEL SANTO EVANGELIO: De nuevo Jesús toca el punto álgido de la gente religiosa: no basta conocer, hay que vivir; no basta la fe, hay que actuar.
Siempre que se lee la Sagrada Escritura debemos buscar en ella el mensaje que Dios tiene para nosotros en el "aquí y en el ahora". Los fariseos habían leído la Escritura pero no fueron capaces de reconocer a Jesús; no lo reconocieron ni por sus palabras ni por sus obras ni por el testimonio que Juan dio de él; no lo reconocieron en el "aquí y ahora". Al leer el Texto Sagrado debemos pensar que Dios nos habla para el momento preciso que estamos viviendo. Que la gente que nos rodea y los acontecimientos diarios son parte de esta palabra que se hace profecía y vida en nosotros.
Tener fe, es creer que la palabra leída con atención y devoción, es viva y actual, que me interpela bajo las condiciones particulares en las que vivo cada día. Al leer la Escritura debemos tener la actitud de Jesús cuando en la sinagoga, después de leer el texto sagrado dijo: "Hoy se ha realizado esta palabra que acaban de oír". Sólo inténtalo, verás que es verdad.
Oratio: Señor, te pido por todos los que son incrédulos en el mundo, pero especialmente, te pido por los incrédulos que están muy cerca de mí, y para ello me ofrezco yo mismo para que me uses como mejor convenga a tu santa voluntad, para que pueda iluminar su corazón y su mente y así te conozcan a ti que eres bondad infinita.
Actio: Este día haré un oración especial por cinco personas a mi alrededor que necesitan desesperadamente conocer a Dios y les haré llegar una nota, un mensaje o algo que les hable de Dios.
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro.
http://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/evangelio.a
Santa Luisa de Marillac
Fundadora de las Hermanas Vicentinas.
Nació en Francia el 12 de Agosto de 1591. Huérfana a los 14 años, sintió un fuerte deseo de hacerse religiosa, pero por su delicada salud, y su débil constitución no fue admitida. Un sacerdote le dijo: "Probablemente, Nuestro Señor te ha destinado a formar un hogar".
Se casó entonces con Antonio Le Grass, secretario de la reina de Francia, María de Médicis.
Dicen sus biógrafos: "Luisa fue un modelo de esposa. Con su bondad y amabilidad logró transformar a su esposo que era duro y violento, y hasta obtuvo que en su casa todos rezaran en común las oraciones de cada día.
Dios le concedió un hijo, al cual amó de tal manera que San Vicente le escribió diciéndole: "Jamás he visto una madre tan madre como usted".
Y en otra carta le dice el santo: "Que felicidad nos debe traer el pensar que somos hijos de Dios. Pues Nuestro Señor nos ama con afecto muchísimo más grande que el que Usted le tiene a su hijo. Y eso que yo no he visto en ninguna otra madre un amor tan grande por el propio hijo, como el que Usted tiene hacia el suyo".
A los 34 años queda viuda y entonces decide hacerse religiosa. "Ya he servido bastante tiempo al mundo, ahora me dedicaré totalmente a servir a Dios". Claro está que en la vida "mundana" que había tenido se había comportado tan sumamente bien que los que la conocieron están de acuerdo en afirmar que lo más probable es que ella no cometió ni siquiera un solo pecado mortal en toda su vida.
Esta santa mujer tuvo la dicha inmensa de tener como directores espirituales a dos santos muy famosos y extraordinariamente guías de almas: San Francisco de Sales y San Vicente de Paúl. Con San Francisco de Sales tuvo frecuentes conversaciones espirituales en París en 1618 (tres años antes de la muerte del santo) y con San Vicente de Paúl trabajó por treinta años, siendo su más fiel y perfecta discípula y servidora.
San Vicente de Paúl había fundado grupos de mujeres que se dedicaban a ayudar a los pobres, atender a los enfermos e instruir a los ignorantes. Estos grupos de caridad existían en los numerosos sitios en donde San Vicente había predicado misiones, pero sucedía que cuando el santo se alejaba los grupos disminuían su fervor y su entusiasmo. Se necesitaba alguien que los coordinara y los animara. Y esa persona providencial iba a ser Santa Luisa de Marillac.
Cuando Luisa se ofreció para coordinar y dirigir los grupos de caridad, el santo se entusiasmó y le escribió diciendo: "Vaya en nombre del Señor. Que Dios la acompañe. Que Él sea su fuerza en el trabajo y su consuelo en las dificultades".
En aquellos tiempos los viajes eran muy penosos y peligrosos. Los caminos eran largos, las comidas malas, y los alojamientos incómodos. La santa tenía una constitución muy débil, pero San Vicente exclamaba: "Su salud es poca, sus tribulaciones son muchas y su actividad es infatigable. Pero sólo Dios sabe la fuerza de ánimo y de voluntad que esta mujer tiene".
Dicen sus biógrafos que Luisa recorría el país visitando las asociaciones de caridad y que levaba siempre gran cantidad de ropas y medicinas para regalar y que casi todo lo compraba con dinero que ella misma por sus propios esfuerzos había conseguido.
Apenas llegaba al lugar, reunía a las mujeres de la asociación de la caridad, les recordaba los deberes y virtudes que debían cumplir quienes formaban parte de aquella asociación, las entusiasmaba con sus recomendaciones y se esforzaba por conseguir nuevas socias. Ella misma visitaba a los enfermos e instruía a los ignorantes y repartía ayuda a los pobres, y esto lo hacía con tal entusiasmo y tan grande bondad, que cuando marchaba de ahí, quedaba todo renovado y rejuvenecido.
La familia Marillac, que ocupaba altos puestos en el gobierno, cayó en desgracia del rey Luis Trece y uno fue condenado a muerte y otros fueron a la cárcel. Luisa, aunque sufría mucho a causa de esto, no permitía que nadie hablara mal en su presencia contra el rey, y su primer ministro Richelieu que tanto los habían hecho padecer.
En 1633, el 25 de marzo, las primeras cuatro jóvenes hacen votos de pobreza, castidad y obediencia, bajo la dirección de Luisa, Así nació la más grande comunidad femenina que existe, las Hermanas Vicentinas, Hijas de la Caridad.
San Vicente les hizo este reglamento: "Por monasterio tendrán las casas de los enfermos. Por habitación una pieza arrendada. Por claustro tendrán las calles donde hay pobres que socorrer. Su límite de acción será la obediencia. Puerta y muro de defensa será el temor de ofender a Dios. El velo protector será la modestia o castidad"
En aquellos años de 1633, Francia estaba pasando por una situación dificilísima de guerras, miseria, ignorancia y abandono. Fue entonces cuando guiadas por el incansable San Vicente de Paúl, las Hijas de la Caridad se dedicaron a colaborar en todos los frentes posibles, para socorrer a los más necesitados.
Santa Luisa consiguió una casa grande y allí reunía a los pordioseros y los ponía a trabajar. Las mujeres a hilar y a coser y los hombres a hacer diversas obras manuales. Así los fue transformando en personas útiles a la sociedad. La alegría y el trabajo reinaban en aquel inmenso asilo ocupado por la mayoría de los mendigos de París. Y las Vicentinas los atendían con exquisita caridad.
Consiguió otra casa y allí recogía a los locos o enfermos mentales, y a base de una buena alimentación y de medicinas y de mucho cariño, con sus religiosas los atendía esmeradísimamente, y lograba en muchísimos casos su recuperación.
En 1655, el Arzobispado de París le concede la aprobación a la Nueva Comunidad. Y San Vicente reúne a sus religiosas y les dice: "De hoy en adelante llevarán siempre el nombre de Hijas de la Caridad. Conserven este título que es el más hermoso que puedan tener".
De Santa Luisa se puede decir lo que Fray Luis de León dijo acerca de Santa Teresa: "Para conocer cómo era su personalidad, basta conocer cómo fueron las religiosas que ella formó y las obras que escribió". Las religiosas formadas por Luisa fueron personas dedicadas con cuerpo y alma y por toda la vida a las obras de la caridad y de apostolado. Y sus escritos causan asombro al considerar de dónde sacó tiempo para escribir centenares de cartas con consejos muy prácticos y provechosos, y para resumir las numerosas conferencias que dictaba San Vicente, copiarlas y hacerlas circular, y para hacer extractos de las meditaciones y de los Retiros Espirituales que predicaba el Santo, y formar así tres volúmenes de 1,500 páginas. Y todo esto en medio de una actividad asombrosa en favor de los enfermos, mendigos e ignorantes.
Trece años antes de que ella muriera, dijo San Vicente: "La hermana Luisa, por su debilidad y agotamiento debería haber muerto hace diez años. Al verla, parece que hubiera salido de una tumba: tan débil está su cuerpo y tan pálido su rostro. Pero sin embargo, trabaja y trabaja sin dejarse vencer por el cansancio".
San Vicente no pudo asistir a su santa discípula en la hora de la muerte porque el se hallaba también muy enfermo pero le escribió una nota diciéndole: "Usted se va adelante hacia la eternidad. Pero yo la seguiré muy pronto, y nos volveremos a ver en el cielo". Y así sucedió.
El 15 de Marzo de 1660, después de sufrir una dolorosa enfermedad y la gangrena de un brazo murió santamente, dejando fundada y muy extendida la más grande comunidad de religiosas. (San Vicente murió el 27 de Septiembre de ese mismo año).
Las 33,000 religiosas vicentinas o hijas de la Caridad tienen más de 3,300 casas en el mundo. En la casa donde está sepultada su fundadora, en París, allí mismo sucedieron las apariciones de la Virgen de la Medalla Milagrosa a la vicentina Santa Catalina Labouré. Las religiosas fundadas por Santa Luisa se dedican exclusivamente a obras de caridad.
El Papa Pío XI declaró santa a Luisa de Merillac en 1934, y el Sumo Pontífice Juan XXIII la declaró Patrona de los Asistentes Sociales.
http://www.ewtn.com/spanish/Saints/índice_cronológico_
¡JESUS, EN TI CONFIO!
Jesús, María, os amo, salvad almas”
¡San Miguel, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros!
¡San Rafael, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros!
¡San Gabriel, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros!
BENDICIONES !!!
Contenido:
1. El consejo del día
2. Las Lecturas de Hoy
3. Reflexión de las Lecturas
4. El Santo del Día.
El consejo de hoy, para nuestro crecimiento personal.
Las lecturas de hoy muestran lo difícil que ha sido para la humanidad creer en Dios y en sus mensajeros. Moisés, en el Éxodo, se ha esforzado por que el pueblo no pierda la esperanza ni decline en la fe; pero éste ha caído en la idolatría y desconoce que Dios fue quien lo liberó de la esclavitud. Jesús, por su parte, afronta calumnias y desprecios; muchos poderosos con intereses ocultos están empeñados en desprestigiarlos a él, su grupo y su propuesta de vida.
Nosotros contamos con un valioso recurso para alimentar nuestra experiencia de fe: la Biblia. La Palabra de Dios es el testimonio que el pueblo de Dios y las comunidades cristianas nos han dejado como lámpara, a fin de que en ella encontremos las luces que fortalezcan nuestra esperanza y animen la búsqueda de un mundo mejor.
Cristo está vivo, resucitado, en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, en la Eucaristía. 'El que come mi carne y bebe mi sangre tiene la vida eterna y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida'. Juan 6,54-56.
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EVANGELIO DE HOY
Primera lectura: Éxodo 32,7-14
Arrepiéntete de la amenaza contra tu pueblo.
En aquellos días, el Señor dijo a Moisés: "Anda, baja del monte, que se ha pervertido tu pueblo, el que tú sacaste de Egipto. Pronto se han desviado del camino que yo les había señalado. Se han hecho un novillo de metal, se postran ante él, le ofrecen sacrificios y proclaman: "Éste es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto." Y el Señor añadió a Moisés: "Veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz. Por eso, déjame: mi ira se va a encender contra ellos hasta consumirlos. Y de ti haré un gran pueblo." Entonces Moisés suplicó al Señor, su Dios: "¿Por qué, Señor, se va a encender tu ira contra tu pueblo, que tú sacaste de Egipto, con gran poder y mano robusta? ¿Tendrán que decir los egipcios: "Con mala intención los sacó, para hacerlos morir en las montañas y exterminarlos de la superficie de la tierra"? Aleja el incendio de tu ira, arrepiéntete de la amenaza contra tu pueblo. Acuérdate de tus siervos, Abrahán, Isaac e Israel, a quienes juraste por ti mismo, diciendo: "Multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo, y toda esta tierra de que he hablado se la daré a vuestra descendencia para que la posea por siempre."" Y el Señor se arrepintió de la amenaza que había pronunciado contra su pueblo. Palabra de Dios.
Salmo responsorial: 105
R/.Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
En Horeb se hicieron un becerro, / adoraron un ídolo de fundición; / cambiaron su gloria por la imagen / de un toro que come hierba. R.
Se olvidaron de Dios, su salvador, / que había hecho prodigios en Egipto, / maravillas en el país de Cam, / portentos junto al mar Rojo. R.
Dios hablaba ya de aniquilarlos; / pero Moisés, su elegido, / se puso en la brecha frente a él, / para apartar su cólera del exterminio. R.
SANTO EVANGELIO: Juan 5,31-47
Hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza.
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: "Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es válido. Hay otro que da testimonio de mí, y sé que es válido el testimonio que da de mí. Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar; esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado. Y el Padre que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí. Nunca habéis escuchado su voz, ni visto su semblante, y su palabra no habita en vosotros, porque al que él envió no le creéis. Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida! No recibo gloria de los hombres; además, os conozco y sé que el amor de Dios no está en vosotros. Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibisteis; si otro viene en nombre propio, a ése sí lo recibiréis. ¿Cómo podréis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene del único Dios? No penséis que yo os voy a acusar ante el Padre, hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero, si no dais fe a sus escritos, ¿cómo daréis fe a mis palabras?" Palabra del Señor."
http://www.aciprensa.com/calendario2010
Reflexión
REFLEXION DE LA PRIMERA LECTURA: De nuevo surge el tema y la importancia de la intercesión. ¿Qué habría sido del pueblo de Israel y, qué sería de nosotros, sin personas como Moisés, que incesantemente oran a Dios para que derrame su amor y su misericordia sobre nosotros, sobre todo cuando nos encontramos lejos de él?
Pecar no es algo que sea extraño para ninguno de nosotros y sabemos bien, por experiencia, que no siempre es fácil salir del pecado, éste nos paraliza y nos ciega impidiéndonos regresar al amor de Dios. Es precisamente aquí en donde necesitan nuestra oración aquellos que, sea porque no conocen aún a Dios o porque se han alejado de él pensando que lejos de su amor encontrarían felicidad, paz y gozo. Por ello, dentro de tu oración personal acostúmbrate, como nos lo pedía la Santísima Virgen en Fátima, a orar por la conversión de los pecadores.
Si todos hacemos esto, dado que todos somos pecadores, estaremos orando unos por otros, sin embargo, no te olvides de decir: Señor, en tu infinito amor, acuérdate sobre todo de los que hoy estarán más necesitados de tu misericordia.
REFLEXION DEL SANTO EVANGELIO: De nuevo Jesús toca el punto álgido de la gente religiosa: no basta conocer, hay que vivir; no basta la fe, hay que actuar.
Siempre que se lee la Sagrada Escritura debemos buscar en ella el mensaje que Dios tiene para nosotros en el "aquí y en el ahora". Los fariseos habían leído la Escritura pero no fueron capaces de reconocer a Jesús; no lo reconocieron ni por sus palabras ni por sus obras ni por el testimonio que Juan dio de él; no lo reconocieron en el "aquí y ahora". Al leer el Texto Sagrado debemos pensar que Dios nos habla para el momento preciso que estamos viviendo. Que la gente que nos rodea y los acontecimientos diarios son parte de esta palabra que se hace profecía y vida en nosotros.
Tener fe, es creer que la palabra leída con atención y devoción, es viva y actual, que me interpela bajo las condiciones particulares en las que vivo cada día. Al leer la Escritura debemos tener la actitud de Jesús cuando en la sinagoga, después de leer el texto sagrado dijo: "Hoy se ha realizado esta palabra que acaban de oír". Sólo inténtalo, verás que es verdad.
Oratio: Señor, te pido por todos los que son incrédulos en el mundo, pero especialmente, te pido por los incrédulos que están muy cerca de mí, y para ello me ofrezco yo mismo para que me uses como mejor convenga a tu santa voluntad, para que pueda iluminar su corazón y su mente y así te conozcan a ti que eres bondad infinita.
Actio: Este día haré un oración especial por cinco personas a mi alrededor que necesitan desesperadamente conocer a Dios y les haré llegar una nota, un mensaje o algo que les hable de Dios.
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro.
http://www.evangelizacion.org.mx/liturgia/evangelio.a
Santa Luisa de Marillac
Fundadora de las Hermanas Vicentinas.
Nació en Francia el 12 de Agosto de 1591. Huérfana a los 14 años, sintió un fuerte deseo de hacerse religiosa, pero por su delicada salud, y su débil constitución no fue admitida. Un sacerdote le dijo: "Probablemente, Nuestro Señor te ha destinado a formar un hogar".
Se casó entonces con Antonio Le Grass, secretario de la reina de Francia, María de Médicis.
Dicen sus biógrafos: "Luisa fue un modelo de esposa. Con su bondad y amabilidad logró transformar a su esposo que era duro y violento, y hasta obtuvo que en su casa todos rezaran en común las oraciones de cada día.
Dios le concedió un hijo, al cual amó de tal manera que San Vicente le escribió diciéndole: "Jamás he visto una madre tan madre como usted".
Y en otra carta le dice el santo: "Que felicidad nos debe traer el pensar que somos hijos de Dios. Pues Nuestro Señor nos ama con afecto muchísimo más grande que el que Usted le tiene a su hijo. Y eso que yo no he visto en ninguna otra madre un amor tan grande por el propio hijo, como el que Usted tiene hacia el suyo".
A los 34 años queda viuda y entonces decide hacerse religiosa. "Ya he servido bastante tiempo al mundo, ahora me dedicaré totalmente a servir a Dios". Claro está que en la vida "mundana" que había tenido se había comportado tan sumamente bien que los que la conocieron están de acuerdo en afirmar que lo más probable es que ella no cometió ni siquiera un solo pecado mortal en toda su vida.
Esta santa mujer tuvo la dicha inmensa de tener como directores espirituales a dos santos muy famosos y extraordinariamente guías de almas: San Francisco de Sales y San Vicente de Paúl. Con San Francisco de Sales tuvo frecuentes conversaciones espirituales en París en 1618 (tres años antes de la muerte del santo) y con San Vicente de Paúl trabajó por treinta años, siendo su más fiel y perfecta discípula y servidora.
San Vicente de Paúl había fundado grupos de mujeres que se dedicaban a ayudar a los pobres, atender a los enfermos e instruir a los ignorantes. Estos grupos de caridad existían en los numerosos sitios en donde San Vicente había predicado misiones, pero sucedía que cuando el santo se alejaba los grupos disminuían su fervor y su entusiasmo. Se necesitaba alguien que los coordinara y los animara. Y esa persona providencial iba a ser Santa Luisa de Marillac.
Cuando Luisa se ofreció para coordinar y dirigir los grupos de caridad, el santo se entusiasmó y le escribió diciendo: "Vaya en nombre del Señor. Que Dios la acompañe. Que Él sea su fuerza en el trabajo y su consuelo en las dificultades".
En aquellos tiempos los viajes eran muy penosos y peligrosos. Los caminos eran largos, las comidas malas, y los alojamientos incómodos. La santa tenía una constitución muy débil, pero San Vicente exclamaba: "Su salud es poca, sus tribulaciones son muchas y su actividad es infatigable. Pero sólo Dios sabe la fuerza de ánimo y de voluntad que esta mujer tiene".
Dicen sus biógrafos que Luisa recorría el país visitando las asociaciones de caridad y que levaba siempre gran cantidad de ropas y medicinas para regalar y que casi todo lo compraba con dinero que ella misma por sus propios esfuerzos había conseguido.
Apenas llegaba al lugar, reunía a las mujeres de la asociación de la caridad, les recordaba los deberes y virtudes que debían cumplir quienes formaban parte de aquella asociación, las entusiasmaba con sus recomendaciones y se esforzaba por conseguir nuevas socias. Ella misma visitaba a los enfermos e instruía a los ignorantes y repartía ayuda a los pobres, y esto lo hacía con tal entusiasmo y tan grande bondad, que cuando marchaba de ahí, quedaba todo renovado y rejuvenecido.
La familia Marillac, que ocupaba altos puestos en el gobierno, cayó en desgracia del rey Luis Trece y uno fue condenado a muerte y otros fueron a la cárcel. Luisa, aunque sufría mucho a causa de esto, no permitía que nadie hablara mal en su presencia contra el rey, y su primer ministro Richelieu que tanto los habían hecho padecer.
En 1633, el 25 de marzo, las primeras cuatro jóvenes hacen votos de pobreza, castidad y obediencia, bajo la dirección de Luisa, Así nació la más grande comunidad femenina que existe, las Hermanas Vicentinas, Hijas de la Caridad.
San Vicente les hizo este reglamento: "Por monasterio tendrán las casas de los enfermos. Por habitación una pieza arrendada. Por claustro tendrán las calles donde hay pobres que socorrer. Su límite de acción será la obediencia. Puerta y muro de defensa será el temor de ofender a Dios. El velo protector será la modestia o castidad"
En aquellos años de 1633, Francia estaba pasando por una situación dificilísima de guerras, miseria, ignorancia y abandono. Fue entonces cuando guiadas por el incansable San Vicente de Paúl, las Hijas de la Caridad se dedicaron a colaborar en todos los frentes posibles, para socorrer a los más necesitados.
Santa Luisa consiguió una casa grande y allí reunía a los pordioseros y los ponía a trabajar. Las mujeres a hilar y a coser y los hombres a hacer diversas obras manuales. Así los fue transformando en personas útiles a la sociedad. La alegría y el trabajo reinaban en aquel inmenso asilo ocupado por la mayoría de los mendigos de París. Y las Vicentinas los atendían con exquisita caridad.
Consiguió otra casa y allí recogía a los locos o enfermos mentales, y a base de una buena alimentación y de medicinas y de mucho cariño, con sus religiosas los atendía esmeradísimamente, y lograba en muchísimos casos su recuperación.
En 1655, el Arzobispado de París le concede la aprobación a la Nueva Comunidad. Y San Vicente reúne a sus religiosas y les dice: "De hoy en adelante llevarán siempre el nombre de Hijas de la Caridad. Conserven este título que es el más hermoso que puedan tener".
De Santa Luisa se puede decir lo que Fray Luis de León dijo acerca de Santa Teresa: "Para conocer cómo era su personalidad, basta conocer cómo fueron las religiosas que ella formó y las obras que escribió". Las religiosas formadas por Luisa fueron personas dedicadas con cuerpo y alma y por toda la vida a las obras de la caridad y de apostolado. Y sus escritos causan asombro al considerar de dónde sacó tiempo para escribir centenares de cartas con consejos muy prácticos y provechosos, y para resumir las numerosas conferencias que dictaba San Vicente, copiarlas y hacerlas circular, y para hacer extractos de las meditaciones y de los Retiros Espirituales que predicaba el Santo, y formar así tres volúmenes de 1,500 páginas. Y todo esto en medio de una actividad asombrosa en favor de los enfermos, mendigos e ignorantes.
Trece años antes de que ella muriera, dijo San Vicente: "La hermana Luisa, por su debilidad y agotamiento debería haber muerto hace diez años. Al verla, parece que hubiera salido de una tumba: tan débil está su cuerpo y tan pálido su rostro. Pero sin embargo, trabaja y trabaja sin dejarse vencer por el cansancio".
San Vicente no pudo asistir a su santa discípula en la hora de la muerte porque el se hallaba también muy enfermo pero le escribió una nota diciéndole: "Usted se va adelante hacia la eternidad. Pero yo la seguiré muy pronto, y nos volveremos a ver en el cielo". Y así sucedió.
El 15 de Marzo de 1660, después de sufrir una dolorosa enfermedad y la gangrena de un brazo murió santamente, dejando fundada y muy extendida la más grande comunidad de religiosas. (San Vicente murió el 27 de Septiembre de ese mismo año).
Las 33,000 religiosas vicentinas o hijas de la Caridad tienen más de 3,300 casas en el mundo. En la casa donde está sepultada su fundadora, en París, allí mismo sucedieron las apariciones de la Virgen de la Medalla Milagrosa a la vicentina Santa Catalina Labouré. Las religiosas fundadas por Santa Luisa se dedican exclusivamente a obras de caridad.
El Papa Pío XI declaró santa a Luisa de Merillac en 1934, y el Sumo Pontífice Juan XXIII la declaró Patrona de los Asistentes Sociales.
http://www.ewtn.com/spanish/Saints/índice_cronológico_
¡JESUS, EN TI CONFIO!
Jesús, María, os amo, salvad almas”
¡San Miguel, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros!
¡San Rafael, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros!
¡San Gabriel, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros!
BENDICIONES !!!