Españolear: flamenco, copla y canción.

ENTREVISTA
Punk, alcohol y Dios: Josele (Los Enemigos) VS Julián Hernández (Siniestro Total)
Cara a cara entre los dos cantantes que nos han regalado algunas de las canciones más emblemáticas del rock de nuestro país


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Josele Santiago y Julián Hernández en la Plaza de Comendadoras en Madrid. (Elena Arjona Muñoz)


LUIS HERRERO


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07/10/2018

Pocos son los grupos capaces de capear el temporal de modas, revisiones críticas y vaivenes del gusto rockero y consagrarse durante varias décadas como referentes de la música en español. Julián Hernández y Josele Santiago lo han logrado, tanto al frente de Siniestro Total y Los Enemigos como en sus diversos proyectos o discos en solitario, regalándonos por el camino algunas de las canciones más incisivas, poéticas e irreverentes del rock de nuestro país, y de seguir llenando salas con un público tan fiel como heterogéneo en cada nueva gira.

Nos encontramos en la plaza de Las Comendadoras, en pleno Malasaña -uno de los barrios en los que se cimentó la fama de ambos-, y Julián y Josele charlan entre sí con la complicidad de quienes han fatigado juntos cien bares y cien salas de conciertos, dejando que la conversación salte de los Dead Kennedys a Stravinsky y de Willy Toledo a Unamuno, que Julián cuente la impresión que le provocó ver una lechuza en la noche gallega o que Josele ensalce el libro Manifiesto redneck. Entre esa ametralladora verbal que es el líder de Siniestro y el más lacónico pero siempre contundente Josele brilla el ingenio y las anécdotas se suceden casi sin necesidad de preguntarles.

PREGUNTA: Aunque vuestro sonido no sea realmente parecido, siempre he encontrado una cierta afinidad entre Siniestro Total y Los Enemigos.


Julián Hernández: Bueno, es que yo le he copiado muchas cosas a este.


Josele Santiago: Y yo también a Julián. Sobre todo, al principio; yo tengo frases que son de Siniestro, lo que pasa es que nadie se da cuenta. Y las mamonadas que hacíamos por las noches... si luego nos acordábamos, las metíamos en nuestras canciones.

JH: Yo, de hecho, llegué a romper todas las canciones de un disco delante de tus narices, porque eran malas. Luego el amigo Santiago me pasó una letra para ver si encajaba, pero no logré incluirla en ninguna canción.

El día que conocí a Josele estábamos en la barra de la Vía Láctea y le pregunté: "¿tú dónde aprendiste a tocar? Porque tocas de put* madre...


P: Según tengo entendido, os conocisteis en el Ágapo, cuando viste a los Enemigos en directo y los pusisteis en contacto con Paco Trinidad para que les produjera el primer disco.


JH: El día que conocí a Josele estábamos apoyados en la barra de la Vía Láctea y le pregunté: "¿tú dónde aprendiste a tocar? Porque tocas de put* madre...". Y me dice: "escuchando a Robert Johnson", pero luego me explicó que no, que era mentira. Aunque yo creo que sí era verdad que lo escuchaba; pero una cosa es escucharlo, y otra, tocar como Robert Johnson. Yo era más de Wilko Johnson.

P: Pero tú también has acabado tocando bien con el tiempo.


JH: Yo la verdad es que aún sé qué es tocar bien. Steve Jones es uno de los guitarristas de mi vida. Creo que para tocar bien no hay que hacerlo con demasiado afán. Es como lo que decía Picasso: "yo no busco, yo encuentro". De repente te das de narices con una idea, y no es muy distinto del "a ver qué me sale". La cuestión está en no buscar una cosa en concreto.

P: Algunas de vuestras letras que han quedado como frases icónicas que ya forman parte nuestro acervo rockero, como "¿Eres tú John Wayne o lo soy yo?", "Nosotros somos seres racionales de los que toman las raciones en los bares" o "Ante todo, mucha calma".


JH: "Eres tú..." es original, pero "nosotros somos..." la tomamos de Pedro Reyes.

JS: No, no, "eres tú" es de Stanley Kubrick, de "La chaqueta metálica".

JH: Es verdad, qué tontería. También una de las canciones que DRO lanzó como single, "Camino de la cama es el mejor camino", es de "La naranja mecánica".

JS: En realidad, somos unos farsantes, pero bueno, tenemos cierta intuición para ver dónde pescar la cosa y luego colocarla. La cultura popular, de todos modos, siempre es así, y todo viene de más atrás.

P: Además, muchas veces se olvida la referencia original y llega un punto en que tampoco tiene importancia.


JH: Ah, yo me olvido muchas veces de alguna cosa que he metido en alguna letra, o de algún riff o alguna otra historia, y llegas a creerte que es tuyo. Y alguien te dice "esto es de fulano", y de repente te acuerdas porque es una frase que oíste por ahí.

JS: Claro, porque no eres consciente, y cuando te das cuenta es como "hostia, pues lo he debido leer por ahí". O pegando la oreja en alguna terraza...

Dios es un secundario fantástico. Es de esos personajes que valen para todo

P: Algo en lo que creo que os diferenciáis es en vuestra actitud ante la vida. Tal vez me equivoque, pero percibo en ti y en tus letras, Josele, mayor pesimismo que en Julián y las suyas.


JS: Yo creo que pesimistas, pesimistas, somos los dos, por naturaleza y por convicción, y lo seremos siempre. Lo que pasa es que hay muchas maneras de canalizar eso. Julián utiliza más el sentido del humor; a mí, si no hay sentido del humor en un disco, tampoco me interesa, y por eso siempre meto un poco, pero yo tiendo más a la lírica y a él tiende más a la guasa. Pero, en cuanto a la mala leche, yo creo que él tiene más.

JH: No, no, yo no estoy de acuerdo con que tenga mala leche. Aunque no te lo pierdas, porque en Siniestro habrá sentido del humor y todo eso, y canciones que pasan por cancioncitas, pero últimamente presento el tema "Diga que le debo" como una tragedia.



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Julián Hernández. (Elena Arjona Muñoz)


P: Mencionas a Dios en muchas de tus canciones, tanto en Los Enemigos como en solitario. ¿Tienes algún tipo de influencia religiosa o es un tema que te gusta tratar por algún otro motivo?


JS: Es simplemente porque me hace gracia, Dios es un secundario fantástico. Es de esos personajes que valen para todo, como cuando un director llamaba a Manolo Gómez Bur.

JH: A nosotros nos han llegado a decir que todas nuestras canciones tratan sobre Dios o sobre el alcohol.

P: Yo escuchaba a Siniestro cuando apenas tenía siete años, y aunque no entendía estribillos como "más vale ser punki que mari**n de playas" o "cuánta put* y yo qué viejo", me lo pasaba en grande cantándolas. No sé si ahora alguien se escandalizaría al pensar que un niño pueda escuchar esas cosas.


JH: Mucha gente me dice "le pongo a mi niño un disco de Siniestro y se lo pasa bomba, y yo pienso "ah, bueno, entonces quizás es que hacíamos canciones para niños, como Teresa Rabal o algo así". Hombre, la primera portada ya marcaba mucho, lo de los Hermanos Dalton... Se vendieron un montón de discos porque muchos padres les compraron a sus hijos ese disco pensando que era algo infantil.

JS: A mí también me ha ocurrido. Un amigo mío puso "Garabatos" y estaba allí su hijo, que tendría cuatro años, y se meaba de la risa el niño. Y con el "Ole papá", cuando habla de sacarse los mocos, lo mismo.

P: Ahora vas a grabar un directo, en Conde Duque, que es el primero de tu carrera en solitario. Me ha hecho gracia ver que te incluyen en un ciclo llamado "Sonido Malasaña" con gente que, al menos a priori, tiene poco que ver contigo.


JS: A mí no me preocupa eso, si te digo la verdad. La idea inicial era grabar en un teatro, pero se fue al carajo y surgió esto, así que genial, porque el auditorio mola mucho. Y lo del "sonido Malasaña", pues, mira, desde que actuó Elvis Costello en el Festival de Jazz de San Sebastián... la etiqueta ya da igual.

En cuanto al "sonido Malasaña", desde que actuó Elvis Costello en el Festival de Jazz de San Sebastián la etiqueta ya da igual

P: Aunque también va a tocar Javier Corcobado, quien, si no me equivoco, escribió la letra de la canción "Paquito", una de las que más me impresionan de Los Enemigos.


JS: Esa letra tiene una mala hostia que no veas. Yo coincidía mucho con Javier en las oficinas de Gasa porque allí había una fotocopiadora. Un día lo vi imprimiendo unas cosas nuevas, y me dijo: "¿quieres una?". Le digo que vale y, casi como si fuera un mazo de cartas, me quedé con esa. Porque Javier es así. Y yo a cambio le regalé una de las mías, pero ya ni recuerdo qué hostias le di.

P: Por lo que he podido leer, Julián y tú tenéis opiniones contundentes sobre la SGAE. Y quería aprovechar para preguntaros sobre ella, porque acaban de presentarse las nuevas candidaturas, que incluyen a Jota (Planetas), a Teddy Bautista, a Patacho (Glutamato Ye-Yé), a Jorge Ilegal o a Kiko Veneno.


JH: A mí me llamó Patacho, como siempre, y me dijo "necesitamos un gallego". Cuota de gallegos, cuota de tías, cuota de jugadores de ajedrez, de gente que juega al mus... Pero le dije a Patacho que ni de coña, y él me dijo que de esta no me salvaba, que tenía que ir porque tiene que haber un gallego. Y yo le dije "llama a Iván Ferreiro, y así además tienes una cuota de bajitos". Y luego ya me escribió diciendo "te libras esta vez".

JS: Yo creo que la SGAE tiene un problema fundamental: la E, que dejó de ser de "España" para convertirse en "Editores", y resulta que es la Sociedad General de Autores y Editores, que viene a ser lo mismo que decir "de lobos y corderos", o "de patrones y obreros". Eso no tiene sentido. Nuestros intereses son opuestos, y por eso es un sindiós.

JH: Yo también lo creo. Es como juntar en el mismo corral a los zorros y a las gallinas. Y además tiene un problema adicional al incluir a guionistas, es un barullo.



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Josele Santiago (Elena Arjona Muñoz)


P: Tienes dos libros publicados, Julián -una novela, Materia oscura, y un ensayo, ¿Hay vida inteligente en el rock n' roll?-, y me preguntaba si tú nunca te has planteado publicar algo, Josele.


JS: No, un libro, no. He escrito algunos articulillos para El País. El otro día me llamó Fernando Navarro para proponerme retomarlo, y le dije que sí, aunque no sé en qué quedará la cosa. Pero para escribir de lo que a mí me dé la gana. Porque de escribir de música estoy hasta la poxx, es un tema que se agota enseguida.

JH: A mí también me llamaron para escribir para El País, cuando existía la edición de Galicia, que la sacaron para dinamitar la campaña del PP y la del Bloque, y conseguir que el PSOE ganara las elecciones en Galicia. Me llama Félix Monteira, que es el que organizó lo de El País en Galicia, y me dice "si escribes una cosa cada quince días, pues muy bien, pero tienes que escribir sobre Galicia". Le pregunté si tenía que ser en gallego, y me dijo "no, no, porque todo el mundo quiere escribir en gallego, así que mejor tú hazlo en español", pero me di cuenta de que todo el mundo escribía en español y era falso lo del gallego. Y, es más, me dijo que tenía que escribir sobre Galicia. Allí también escribía Antón Reixa, y yo le comentaba: "es que escribir constantemente sobre Galicia es un coñazo". Bueno, salvo que sea sobre Emilia Pardo Bazán. Y me decía Reixa: "yo escribo un trozo así sobre, por ejemplo, la Guerra de Afganistán, y luego digo: 'bien, pues esto en Galicia también pasa'".

La Sociedad General de Autores y Editores viene a ser lo mismo que decir "de lobos y corderos", o "de patrones y obreros"

P: ¿Alguna vez os habéis autocensurado al escribir canciones para un disco o al dar una entrevista?


JH: Nunca, creo que nunca. ¿Sabes lo que pasó con una canción? Se equivocó totalmente Servando Carballar (del sello DRO), con esa de los toros que hicimos, "Alégrame el día"; resulta que el estribillo acaba diciendo "por Dios y la Virgen María", para que rimara. Bien, pues en uno de los versos decía por la muerte de Paquirri: "todos van a ver su muslo abierto", y me dijo Servando que eso era demasiado bestia porque acababa de morir Paquirri. Así que quitamos eso y ya está; tampoco creo que pueda considerarse una autocensura, quizás la frase era demasiado bestia.

JS: Yo tampoco. Hay cosas que se ven normales en cine o literatura y, sin embargo, en una canción, no, porque se tiende a pensar que el cantante está hablando en su nombre, aunque lo más normal es que no esté haciendo eso. Yo nunca he estado en la cárcel y tengo una canción ("Desde el jergón") en la que es el preso el que habla. Y además nunca me he suicidado, y también hay uno que lo está haciendo en una canción ("Septiembre"). El tema de la ficción y la realidad se confunde mucho más en la música que en la literatura, por ejemplo.

P: ¿Pero habéis tenido algún problema con vuestras canciones?


JH: Hace poco metieron "Bailaré sobre tu tumba" en una lista de canciones que incitan al odio, y yo tuve que escribir una cosa para explicarles que es humor negro. Y un día teníamos que ir a tocar a Tordesillas, a un concierto que organizaba una asociación de moteros, pero no íbamos a tocar la de los toros, y de repente viene un organizador y me dice: "¿podéis no tocar esa que dice 'Alégrame el día, torero', porque igual crea un poco de...?", y desde que me pidió eso decidí que íbamos a tocarla por mis santos coj*nes. Y en Mallorca también me vino una tía diciendo "a ver si esta canción podéis no tocarla", le pregunté a cuál se refería y me dijo: "la que dice 'cuánta put* y yo qué viejo'". Y si la lees bien ves que no tiene nada que ver con lo que parece que trata... pero cuando me dice eso yo pienso: "ahora sí que vamos a tocarla".

JS: Creo que fue en el año 91, durante la guerra de Irak, ¡nos pidieron que nos cambiáramos el nombre! Decían que era demasiado bélico, que no estaba el horno para bollos; y eso fue tres cuartos de hora antes de salir a tocar en la Plaza Mayor, el concejal de Cultura, que se llamaba Rodríguez Sahagún. Yo le dije que era inviable cambiarlo, y le pregunto: "¿quieres que cambiemos todos los carteles o qué? ¿Nos llamamos, yo qué sé, 'Los Edredones'?".

https://www.elconfidencial.com/cult...iestro-total-los-enemigos-entrevista_1626069/
 
Regresa el guateque perfecto de Santisteban
Reeditados dos discos clásicos del compositor que introdujo la ‘bossa nova’ en España

FERNANDO NAVARRO
Madrid 9 OCT 2018


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Alfonso Santiesteban con Lola Flores, a la izquierda, en Madrid en una imagen de archivo.SUBTERFUGE


Allá por 1968, Alfonso Santistebanquiso poner color a una España en blanco y negro. Recién aterrizado de Brasil, el compositor y arreglista, por entonces un desconocido en el mundo de la canción española, publicó su primer álbum, Bossa 68. “Es un disco vanguardista, contemporáneo a la bossa nova en Brasil”, comenta Carlos Galán, fundador de Subterfuge, el sello discográfico que acaba de reeditar el álbum a propósito de su 50 aniversario. “Siempre fue un enamorado de Brasil. Allí conoció a Antonio Carlos Jobim,

Sérgio Mendes, Vinícius de Moraes… Se trajo todo eso en su música”, cuenta el compositor Manel Santisteban, hermano de Alfonso, fallecido en 2013 a los 69 años. Desde entonces, Alfonso Santisteban no perdió su propósito de llenar de melodías multicolores un país instalado en la copla. Lo consiguió, aunque su reconocimiento actual quede lejos del tamaño artístico de su figura.

A una altura similar a la de Juan Carlos Calderón, Santisteban fue uno de los más prolíficos compositores españoles que desarrolló su carrera especialmente en el cine y la televisión. Suyas fueron las sintonías de programas como Aplauso, Bla, bla, bla, Palmarés o Música y estrellas. También de bandas sonoras para muchas comedias del destape. Fue su trabajo más famoso. La punta de iceberg de una obra llena de ingenio instrumental, que comenzó con un álbum que introdujo la bossa nova en España. “La caja tonta es lo que te hace popular en España, pero mi hermano hacía siempre lo que le gustaba. Hizo televisión porque quería trabajar, pero nunca abandonó su amor por el jazz y la bossa nova”, explica Manel. “Esto era España, no Estados Unidos. Por eso nunca sus composiciones no funcionaban tan bien”, añade.

Subterfuge ha reeditado en formato vinilo Bossa 68 junto a Flamenco Pop, el álbum en el que en 1969 Santisteban, con su fino tacto, mezcla el flamenco con el soul, el blues y el jazz. Otra obra fascinante para la época en colaboración con Rafael Ferro, otro arreglista elegante y certero. “Este disco también es especial. Denota el inconformismo de Santisteban, donde afronta retos insospechados para la música española de entonces”, asegura Galán. Ambos trabajos alimentan y reactivan el catálogo de Música para un guateque sideral, donde el sello madrileño ya editó otros discos del compositor como Verano del 72 o Alfonso Santisteban y su piano mágico.

Con su melena, sus gafas de sol y sus ropas extrovertidas, Santisteban fue el mayor de tres hermanos de una familia adinerada en la España franquista. Su padre Joaquín era un mayorista de hierros, amante del jazz, que introdujo a sus vástagos el gusto por Frank Sinatra, Nat King Cole o Louis Armstrong. Pero a ninguno tanto como a Alfonso. “Mi primer recuerdo es verme sentado en las rodillas de mi hermano con tres años mientras él me enseñaba a tocar el piano de casa”, rememora Manel, trece años menor que Alfonso. “Lo pintó de blanco porque no le gustaba la madera. Era tal su pasión por el jazz que hacía novillos del colegio y se iba a casa de nuestra tía Gloria al lado del Retiro a aprender piano”, añade.

Gracias a sus padres –“mi madre era toda una relaciones públicas”, según su hijo Manel-, la casa de los Santisteban era una fiesta. “En el salón de mi casa se juntaban Rocío Jurado, Nati Mistral, Paco de Lucía, Lola Flores… Era normal ver a Bambino con las sábanas en la cabeza a las cuatro de la mañana por los pasillos”, recuerda Manel. Debido a su talento, Alfonso, que dejó los estudios en Ingeniería Industrial por el Conservatorio, terminó trabajando para la mayoría. Memorable fue su estrecha colaboración con el rumbero Bambino. Ya en edad adulta y casado con la presentadora Marisa Medina –les presentó Joan Manuel Serrat-, terminó también pegándose la fiesta con todos en su propia casa, donde había otro piano y eran asiduos Juan Pardo, María Giménez o Manolo Summers. “Mi padre era un vividor. Estaba todo el día por ahí: Bocaccio, Florida Park…”, cuenta su hija Silvia. “Pero le recuerdo siempre tocando el piano y como alguien muy sensible y emocional que le encantaba la música”.

Sin dejar nunca de componer por encargo, Santisteban, pasto de la telebasura por sus líos con su famosa esposa, vivió una especie de segunda juventud cuando Galán recuperó algunos de sus discos para Subterfuge a principios de este siglo. Dentro de la recuperación del lounge español, su nombre sonó más moderno, como si molase citarle en círculos indies que nada tenían que ver con este compositor que le gustaba contar el día que conoció a Burt Bacharach. “Cuando estaba con nosotros disfrutaba de Carlos Cupé, Mastretta y Fangoria”, dice el fundador de Subterfuge. “Iba siempre a su put* bola”, añade. Tanto que sus composiciones hedonistas fueron casi criminalizadas por frívolas y pegadizas entre la corriente política de la España de los setenta. No encajaban entre la intelectualidad de la canción protesta. “Alfonso Santisteban representaba una generación que lo dio todo por el cuba libre y la pista de baile”, afirma Galán. Lo llamaron música ligera española, pero la combinación exquisita de jazz, bossa nova, flamenco y pop de Santisteban era música de calidad para el guateque perfecto.



https://elpais.com/cultura/2018/10/08/actualidad/1539018288_191250.html


 
La chica de ayer - Nacha Pop (1980)

Impresionante tema: voz, arreglos y cadencias en el mejor de los estados posibles. Inolvidable, ya en la historia musical de un país.
 
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