Había una canción que decía:
"Mala mujer, no tiene corazón...".
Es mala en serio. El yayo abre los ojos, ve la chaqueta blanca y piensa "Güeno, una enfermera". Sigue mirando y ve la blusa de lunares: alucina con el Palmagate. Sigue mirando y ve la cara de la pasada de Lizta. Hace un paro cardíaco.
La verdad, pésimo gusto. Maldad pura tiene esta mujer. No da un segundo de tregua ni en caso de enfermedad.