El drama de Luis Alfonso de Borbón, el sobrino al que don Juan Carlos ninguneó

Como bien dices el divorcio canónico fue una lucha sin cuartel. En mi humilde opinión, fue Carmen quien se encaprichó por la razón principal de su divorcio y que fue que no estaba lo suficientemente madura para haber contraído nupcias. Pero Carmen no lo aceptó, luego Alfonso no quería aceptar el vivir tras un sueño imposible lo que le agrió el carácter. Pienso que la madre del duque, Emmanuella Dampierre, sembró mucho odio en esa relación.

Pero si ya muerto el duque de Cádiz y teniendo Luis Alfonso unos 25 años, tuvo éste que llamar públicamente la atención a su abuela paterna pues Emmanuella Dampierre había dicho públicamente que Carmen Martínez Bordiú era una ninfómana.
Me pueden crucificar mil veces, pero yo estoy de acuerdo con el juicio de doña Emmanuela. Vamos, ahora pueden apedrearme!
 

El ‘príncipe’ de la familia Franco

Luis Alfonso de Borbón, el heredero sin reino que ha recompuesto una vida de tragedia.


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Discreto, familiar y amante de todo tipo de deportes, fue un adolescente de mirada triste y sonrisa esquiva, que se ha convertido en un hombre extrovertido pero huidizo con los medios.

“Ahora mismo soy feliz”, ha dicho en alguna ocasión, y en su caso que la palabra “ahora” encabece la frase no es trivial porque sabe de tragedias duraderas y dichas efímeras. Cuando tenía cinco años sus padres se separaron y su madre, Carmen Martínez-Bordiú, nieta del dictador Franco, se fue a vivir a París con su nuevo amor, Jean Marie Rossi.

A los 10 sobrevivió a un grave accidente de tráfico en el que perdió la vida su hermano mayor, Fran de 11 años. Ese mismo año, durante las vacaciones, presenció la muerte de su hermanastra Mathilda Rossi arrastrada por las hélices de la embarcación en la que disfrutaban de un día de mar.

A los catorce, su padre murió en Colorado (EE UU) cuando un cable de acero se cruzó en su camino mientras esquiaba. Intentó vivir en París con su madre, pero terminó volviendo a Madrid con su abuela, Carmen Franco, a quien él ha llamado Mam hasta su muerte el pasado mes de diciembre.

Con esta carga en su mochila vital no es extraño que afirme que “siempre mira hacia delante pero no olvida el pasado porque para construir el futuro tienes que tenerlo en cuenta”.

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Alfonso de Borbón con su mujer (a su lado), su hermana y su madre en el funeral de Carmen Franco.

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Finalmente María del Carmen se convirtió en Duquesa de Franco con Grandeza de España. Y su hijo en el heredero del ducado por lo que es la cara más vista de los Franco últimamente y por una sencilla razón: es el Príncipe de los Franco.


 
Me pueden crucificar mil veces, pero yo estoy de acuerdo con el juicio de doña Emmanuela. Vamos, ahora pueden apedrearme!
No es cuestión de crucificarte pero, en qué nos basamos en acordar en que era ninfómana?

NINFÓMANA SICOLOGÍA Mujer dominada por deseos sexuales frecuentes, intensos y muy difíciles de satisfacer.

Cómo lo sabía Emmanuella Dampierre. Acaso fue sicóloga?

Este "adjetivo" se utiliza para insultar a una mujer basad@ en ningún diagnóstico. Es cierto que se casó varias veces-pero se casó con todos menos uno.

Este "adjetivo" molestó y ofendió a Luis Alfonso quien tan joven no se casó y que tal vez-solamente tal vez pudo "saber" lo que era una ninfómana de verdad. Y su madre no sufría de ese mal por lo que se casó con 3 hombres y también salió durante años con un italiano que supieron satisfacerla por un buen tiempo.
 

Luis Alfonso de Borbón, el eterno pretendiente

Es bisnieto de Francisco Franco y de Alfonso XIII, una herencia difícil que le cierra puertas en España y le empuja a reclamar el improbable trono de Francia Pero el llamado duque de Anjou sigue en la brecha con el inestimable apoyo de su esposa, una multimillonaria venezolana


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Alto, con tendencia al sobrepeso, gran deportista, católico y muy conservador, el bisnieto de Alfonso XIII ha tenido una infancia marcada por la tragedia. Sus padres se separaron cuando apenas tenía seis años; perdió a su hermano mayor, Francisco, en un accidente de tráfico en el que él sufrió heridas muy graves, antes de cumplir los 10. Y a los 15 años se quedó huérfano de padre.

Son circunstancias que pueden trastornar una vida. Luis Alfonso creció apegado a su abuela materna, la duquesa de Franco. Se educó en el Liceo Francés de Madrid y estudió Empresariales en el Colegio Universitario de Estudios Financieros (CUNEF), un centro privado dependiente de la patronal bancaria. Fue un adolescente antipático, capaz de exigir a sus guardaespaldas mano dura con los paparazis que le perseguían, tal y como señala José Apezarena en la biografía Luis Alfonso de Borbón. Un príncipe a la espera, publicada en 2007 por Planeta. Un niño pijo convencido de que el mundo se lo debía todo, fascinado por el brillo de sus apellidos.

No tuvo dificultades a la hora de encontrar empleo. Primero en el banco Banif y luego en BNP-Paribas, hasta que en 2001 conoció en Caracas a Margarita Vargas, nueve años menor que él, hija de Carmen-Leonor Santaella, heredera del dueño del Banco Occidental de Descuento, y de Víctor José Vargas Irausquín, actual presidente de la entidad que financió al difunto presidente Hugo Chávez. Tres años después de aquel encuentro, Margarita y Luis Alfonso se casaban, y el yerno del banquero venezolano pasaba a llevar las relaciones internacionales del banco familiar.

¿Qué mejor tarjeta de visita para una institución financiera que un glamuroso título real y un escudo con las flores de lis? ¿Y qué mejor combustible para mantener vivas las pretensiones dinásticas que los millones de la familia política?

La fortuna de los Vargas-Santaella es una de las mayores de América Latina. Y el aspirante al trono francés no había recibido otra herencia a la muerte de su padre que la indemnización millonaria que cobró en 1994 de la empresa responsable de la estación de esquí de las Montañas Rocosas (EE UU) donde Alfonso de Borbón se desnucó con un cable imprudentemente tendido de un lado a otro de la pista.

El matrimonio y la paternidad han dado a la aspiración dinástica de Luis Alfonso de Borbón una nueva densidad. Sus hijos gemelos fueron bautizados, con gran boato protocolario, en la basílica de San Pedro del Vaticano en septiembre de 2010. Ofició la misa el cardenal Angelo Comastri, vicario entonces de Benedicto XVI.

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Todo un golpe de efecto a su favor en el pulso que mantiene con Enrique de Orleans, conde de París, gran rival de su padre y ahora suyo en la batalla por el trono francés. “Con independencia de las pocas probabilidades de que en Francia se reinstaure la monarquía, el heredero reconocido al título es el conde de París”, sostiene Díaz Lussnigg.

El abogado José Antonio Dávila, ex asesor jurídico del fallecido duque de Cádiz, está en parte de acuerdo. “Lo lógico sería que los Orleans fueran reyes si un día se reinstaura la monarquía en Francia. Porque son franceses”. El conde de París nació en Bélgica, pero lleva décadas viviendo en Francia. Luis Alfonso, aunque tiene doble nacionalidad, nació en Madrid, donde reside tras una etapa en Caracas y en Nueva York.

“Pero él es el jefe de los Borbones y de la casa real francesa”, añade Dávila. Una línea que iría desde el conde de Chambord (último pretendiente francés al trono, muerto sin descendencia) hasta su abuelo, el infante Jaime, segundo hijo de Alfonso XIII, reconocido como pretendiente al trono por los legitimistas franceses en 1941. Don Jaime, sordo desde los cuatro años, se vio obligado a renunciar a la Corona española por esa limitación física, una vez que su hermano mayor quedó descartado por un matrimonio desigual. “Pero nunca renunció a los derechos de los Borbones en Francia”, advierte Dávila, que minimiza, sin embargo, la importancia del título. “Se trata de unos derechos históricos, sin ninguna trascendencia práctica. Y hoy día la cuestión le interesa a muy poca gente en el mundo”.

Pocos y mal avenidos. Los Orleans, una rama menor de los Borbones, descendientes de un hermano de Luis XIV, el rey Sol, invirtieron su enorme fortuna familiar en potenciar su causa, hasta que el padre del actual conde de París, fallecido en 1997, optara por dilapidarla concienzudamente. Aun así, los Orleans tienen, de antiguo, un lado projacobino. Un miembro de esta rama votó a favor de la ejecución del rey Luis XVI en la Revolución Francesa. Y tras la Restauración borbónica, otro Orleans le birló el trono a Carlos X, hermano del rey guillotinado, gracias a la revolución de 1830. Tras no pocos avatares, revoluciones y restauraciones, la V República francesa, que se constituyó en 1958, tiene todos los visos de durar.

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Eso no impide que Luis Alfonso luzca con orgullo, como hiciera su padre, el título de duque de Anjou (tradicionalmente usado por la Casa de Francia), para desesperación del conde de París, que intentó en vano impedírselo por vía judicial. Y que este decidió jugar sus bazas en la batalla dinástica, no tanto por alcanzar una improbable corona como por ser reconocido como representante oficial de la Casa de Francia. Y es que las herencias marcan.

 
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Cuando Luis Alfonso era joven su relación con su tío, el rey Juan Carlos, era fluida. (Ojo que no digo cariñosa pues no lo sé.)
 
Ver el archivo adjunto 2158828
Cuando Luis Alfonso era joven su relación con su tío, el rey Juan Carlos, era fluida. (Ojo que no digo cariñosa pues no lo sé.)
el juanca sabe ser simpatico cuando quiere....


pero de cariño ninguno, prohibió a su hija Elena y a Marichalar ir a la boda de Luis Alfonso porque este puso "duque de anjou" en las felicitaciones enfandando a lso primos orleans de Juan ca

cabe decir que el viejo conde, Enrique, era un bicho de cuidado, y Juan Carlos no dijo ni mu cuando denuncio a Luis lafonso de 15 años, recien huerfano para sacarle dinero por usar "duque de anjou" (su tio Gonzalo y lso amigos de su padre se tuvieron que encargar de la defensa del chico y el caso fue desestimado) , no es de extrañar que tras esa Lusi Alfonso decidiera usarlo bien alto, Los orleans tela tela, casi todos tremendos, el actual conde por eso es feo como un pecado peor parece mucho mejor que el resto de la familia

luis alfonso e diplomatico pero no tonto hace ya que sabe que su tio es mucha fachada. Tenia muy buena relacion con elena y Jaime hasta la boda.
 

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