Está hecha en un estilo neorrenacentista y la componen diecinueve rubíes provenientes de Birmania, con un peso de más de sesenta quilates.
Esta diadema forma parte de un juego que en total cuenta con más de mil diamantes que se reparten entre el broche de devant-corsage, una triple riviere, dos charreteras, un brazalete y un par de aros.
Realizada en base a un diseño oriental inspirado en los principios art noveau, el juego se compone por la tiara y un collar con partes centrales desmontables y un gran broche.
Con el tiempo se le agregaron un par de pendientes y un brazalete.
Esta joya se puede llevar de muchas formas diferentes, sustituyendo las esmeraldas por perlas o, incluso, únicamente con la banda de diamantes.
En su diseño original contaba con seis esmeraldas, en lugar de las cuatro que tiene ahora. Máxima la suele acompañar con la esmeralda más grande que tiene la familia real holandesa, que es del tamaño de un huevo de codorniz y que la usa como broche o como pieza fundamental de algún collar.
Es la misma que usó Máxima para su casamiento, pero en lugar de estrellas con la variante de perlas. Así la llevó Beatriz cuando fue proclamada reina de los Países Bajos,
La pieza es un tesoro de valor incalculable, una magnífica obra de joyería compuesta por diamantes antiguos con un diseño de volutas y flores de lis entrelazadas que quedan coronadas por cinco perlas naturales, purísimas, en forma de lágrima, y en tamaño poco frecuente.
La princesa Beatriz la lució en su boda en su versión completa, con los diamantes, las más de cincuenta perlas redondas y las once en forma de pera.
La tiara diamantes rosas o tiara bandeau de chatones.
Data de 1936 y esta compuesta por veintisiete grandes diamantes de talla antigua. Se desconoce el joyero que la diseñó, pero se sabe que fue fabricada a partir de la gran rivière de 34 diamantes que el pueblo holandés obsequio a la reina Emma el día de su boda, en 1879.
La piedra central, ligeramente ovalada, cuyo peso es de 12 quilates, emana una luz ligeramente amarillenta. El peso total sobrepasa los 100 quilates.
aguamarinas talla pera y se complementa con un collar, pendientes, broches y una hebilla.
Se trata de una pieza muy vanguardista para su época, ya que su base está hecha en platino y su diseño es geométrico. Está incrustada de diamantes más siete grandes y purísimas aguamarinas de talla cuadrada en talla briolette.
El juego de esta parure lo completan un magnífico collar estilo Belle Époque que está compuesto por un largo sautoir de seis grandes aguamarinas cuadradas y una rectangular, un par de pendientes de aguamarinas y un broche con una importante aguamarina rectangular.