Desde entonces, Leopoldo II solo tuvo dos objetivos en su vida: expandir su dominio personal y usar a sus hijas en la política matrimonial.
En 1875 hizo su primer movimiento al casar a la princesa Luisa con su sobrino, el príncipe alemán Felipe de Sajonia-Coburgo y Gotha, un matrimonio verdaderamente desgraciado.
Para Estefanía, Leopoldo II tenía planes aún mayores: convertirla en emperatriz
En 1875 hizo su primer movimiento al casar a la princesa Luisa con su sobrino, el príncipe alemán Felipe de Sajonia-Coburgo y Gotha, un matrimonio verdaderamente desgraciado.
Para Estefanía, Leopoldo II tenía planes aún mayores: convertirla en emperatriz