Ni los médicos dieron crédito a que se salvasen las dos después de aquel parto mediante cesárea urgente. Para Edward tuvo que ser angustioso saberse a miles de kilómetros cuando los médicos le informaron que Sophie estaba muy grave y que si la cosa se complicaba podría llegar a tener que decidir si salvar a la mujer o al bebé. Fue tremendo. Edward se subió a un avión para regresar urgentemente al Reino Unido. La propia Reina pidió que no se informase a la prensa de la gravedad de Sophie por la pérdida de sangre durante el traslado en ambulancia. La Policía reaccionó tarde a la petición de una ambulancia para trasladarla desde su residencia al hospital más cercano y la condición de Sophie aún se agravó más. Tuvieron que pedir perdón por la tardanza tanto a Sophie como a la Reina. La experiencia fue traumática como confesó Sophie hace un par de años.
