En honor a ellos, pasaré por el sitio ese de los cereales.Entra en el metro diciendo HOLIIIII y luego a comer como si fueras a la boda de Caná.
Ellos no salen estos dias en protesta del cambio climático.
Y haré mis dos horas de cola para comerme un tazón de crispies a precio de sangre de unicornio.
O me voy a la más bonita y me hago una merienda cena por 60 euros.