No te preocupes prima, si los perretes se mean por la casa, angelicos, no les queda más remedio. Esos pobres tienen mil carencias, pero el pipí no se lo aguantan. Reventarían!Mira, soy de hacer humor porque me gusta pensar que al otro lado de la pantalla que sea hay alguien en una sala de espera o un tren o algo así y que entre todas sacamos una sonrisilla. Pero el tema este me entristece mucho porque siempre lo he pensado, que para quien tiene un perro el madrugar es su día a día. Y que al final el cuerpo se adapta. Pensar en esa gente que deja al perrete aguantándose es que es supercruel.