Casting para presidente del PP, avalancha de candidatos

A mi Casado me parece una mala copia de Rivera y la Cospi no me parece trigo limpio.
Cospi no, es muy resabiada y tiene muy buenos contactos, pero la veo tipo Rajoy, muy bruta argumentando. Casado reconozco que me la había pegado, lo veía como esta tanda de chicos jóvenes más modernetes como Maroto y Levy. Supongo que la que más de fiar es Soraya pero ha gestionado fatal la crisis catalana y ha sido muy criticada por los suyos, además de su control de los medios de comunicación. No sé... está interesantísimo!
Rivera me parece muy poco de fiar. No puedo evitarlo. Prefiero a Soraya
 
Uys, el sr mario de la cospe tiene trapos sucios repartidos por todo el territorio nacional!!!
y en cuantito ve un consejo administración pa ensuciar más trapos se le hace el culo gaseosa:sneaky:
Supongo que sorayita tiene mejor marketing entre votantes, no se.. Pero que también le tienen mucho MIEDO los grandes gallifantes del PP, no se por que?:sneaky:
Si gana cualquiera de las 2 reinas se va imponer un matriarcado en PP que lo flipas
Y mealegro que vaya una mujer por delante, ea, con un par
Toma paridad sánchez!!!!
 
Y como si no hablo reviento, aunque yo no quería:unsure:, pos os recuerdo lo que decía margallo: guerra con hachas y veneno.
Pa mi que el buen venenito, en frasquito pequeño, lo lleva sorayita.
El hacha quien rompió en plan vasco, a hachazos, los ordenadores del bárcenas.
 
Emilio Campmany
La guerra de los dosieres

Retirado Rajoy, empiezan las hostilidades por su sucesión. Sea cual sea el número de candidatos finales a la presidencia del PP, tan sólo hay dos verdaderas contrincantes, Soraya y Cospedal. La guerra que acaban de entablar será sin cuartel, sin hacer prisioneros cuando avancen y de tierra quemada cuando retrocedan. Es momento de recordar a Clausewitz:

Dado que el uso de la violencia física en todo su alcance no excluye en modo alguno la participación de la inteligencia, aquel que se sirve de esa violencia sin reparar en sangre tendrá que tener ventaja si el adversario no lo hace. Con eso marca la ley para el otro, y así ambos ascienden hasta el extremo sin que haya más barreras que la correlación de fuerzas inherente. Así (…) es una aspiración inútil, incluso falsa, dejar fuera de consideración la naturaleza de un elemento por repugnancia ante su crudeza.

Si Japón hubiera tenido la bomba atómica, habría respondido al bombardeo de Hiroshima y Nagasaki con su empleo sobre ciudades norteamericanas. Por eso ni la URSS ni los Estados Unidos la utilizaron el uno contra el otro, por temor a las represalias.

A estas alturas nadie duda de que Soraya Sáenz de Santamaría se ha despejado el terreno hacia la presidencia del PP, que según cree es tanto como despejársela hacia la presidencia del Gobierno, a base de dosieres contra quienes pudieran hacerle sombra cuando se abriera la sucesión. De manera que quienes se enfrentan ahora a ella pueden hacerlo por tener un pasado impoluto, a prueba de dosieres, o porque han sobrevivido a los ataques que ya han recibido y no tienen nada más que temer. Este último caso podría ser el de Pablo Casado, al que ya se ha intentado hacer un Cifuentes que sin embargo no está cerrado, pues todavía podría acabar investigado, tal y como parece pretender la juez que lleva el caso de su máster.

Dada la improbabilidad de que, tras la larga carrera política de Cospedal, no haya nada con que atacarla, mucho más si se añade el pasado de su marido, el que esté todavía viva políticamente puede deberse a una tercera explicación: que la secretaria general tenga de Soraya un dosier tan abultado como el que Soraya tiene de ella. Si fuera así, se explicaría que Sáenz de Santamaría, capaz de destruir a Cifuentes con dos bombas sucesivas y de neutralizar a Feijóo con la amenaza de hacerle algo parecido, no haya podido sin embargo hacer nada contra ella. Sólo puede haber sido por el temor a las represalias.

Así se entendería que Soraya no quiera, mientras tenga posibilidades de ganar, arriesgarse a que Cospedal le dispare con lo que guarde de ella. Pero ¿qué pasará si se ve derrotada? ¿Decidirá entonces que, si no puede ganar ella, tampoco gane la otra y le descerrajará todo el cargador? Sería entonces el momento de Pablo Casado, siempre que no padezca más puntos débiles que lo del máster y se archive. Si también él cayera, vaya usted a saber en manos de quién caerá el PP.

En cualquier caso, este es el PP que deja Rajoy, uno en el que todos sus potenciales líderes tienen de un modo u otro los pies de barro.
 
Emilio Campmany
La guerra de los dosieres

Retirado Rajoy, empiezan las hostilidades por su sucesión. Sea cual sea el número de candidatos finales a la presidencia del PP, tan sólo hay dos verdaderas contrincantes, Soraya y Cospedal. La guerra que acaban de entablar será sin cuartel, sin hacer prisioneros cuando avancen y de tierra quemada cuando retrocedan. Es momento de recordar a Clausewitz:

Dado que el uso de la violencia física en todo su alcance no excluye en modo alguno la participación de la inteligencia, aquel que se sirve de esa violencia sin reparar en sangre tendrá que tener ventaja si el adversario no lo hace. Con eso marca la ley para el otro, y así ambos ascienden hasta el extremo sin que haya más barreras que la correlación de fuerzas inherente. Así (…) es una aspiración inútil, incluso falsa, dejar fuera de consideración la naturaleza de un elemento por repugnancia ante su crudeza.

Si Japón hubiera tenido la bomba atómica, habría respondido al bombardeo de Hiroshima y Nagasaki con su empleo sobre ciudades norteamericanas. Por eso ni la URSS ni los Estados Unidos la utilizaron el uno contra el otro, por temor a las represalias.

A estas alturas nadie duda de que Soraya Sáenz de Santamaría se ha despejado el terreno hacia la presidencia del PP, que según cree es tanto como despejársela hacia la presidencia del Gobierno, a base de dosieres contra quienes pudieran hacerle sombra cuando se abriera la sucesión. De manera que quienes se enfrentan ahora a ella pueden hacerlo por tener un pasado impoluto, a prueba de dosieres, o porque han sobrevivido a los ataques que ya han recibido y no tienen nada más que temer. Este último caso podría ser el de Pablo Casado, al que ya se ha intentado hacer un Cifuentes que sin embargo no está cerrado, pues todavía podría acabar investigado, tal y como parece pretender la juez que lleva el caso de su máster.

Dada la improbabilidad de que, tras la larga carrera política de Cospedal, no haya nada con que atacarla, mucho más si se añade el pasado de su marido, el que esté todavía viva políticamente puede deberse a una tercera explicación: que la secretaria general tenga de Soraya un dosier tan abultado como el que Soraya tiene de ella. Si fuera así, se explicaría que Sáenz de Santamaría, capaz de destruir a Cifuentes con dos bombas sucesivas y de neutralizar a Feijóo con la amenaza de hacerle algo parecido, no haya podido sin embargo hacer nada contra ella. Sólo puede haber sido por el temor a las represalias.

Así se entendería que Soraya no quiera, mientras tenga posibilidades de ganar, arriesgarse a que Cospedal le dispare con lo que guarde de ella. Pero ¿qué pasará si se ve derrotada? ¿Decidirá entonces que, si no puede ganar ella, tampoco gane la otra y le descerrajará todo el cargador? Sería entonces el momento de Pablo Casado, siempre que no padezca más puntos débiles que lo del máster y se archive. Si también él cayera, vaya usted a saber en manos de quién caerá el PP.

En cualquier caso, este es el PP que deja Rajoy, uno en el que todos sus potenciales líderes tienen de un modo u otro los pies de barro.
Uffff, qué maquiavélico todo:vamp:... ¿está gente podrá dormir tranquila?:nailbiting:
Yo tendría un comecome todo el día :sorry:
 
https://www.eldiario.es/politica/Pablo-Casado-Rey-Juan-Carlos_0_784272710.html
La jueza cita a declarar a compañeros de
Casado en el máster de la Rey Juan Carlos


Relatarán su caso frente al del responsable del PP, al que le convalidaron 18 asignaturas de 22 y sacó sobresaliente en otras cuatro con unos trabajos

El director del máster dice en un informe que dos de los alumnos participaron activamente en unas clases a las que Casado no asistió

Son dos empleados municipales que cursaron el máster por un acuerdo entre la Rey Juan Carlos y el Ayuntamiento de Gallardón, que aportó 9.000 euros


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Casado comparece tras estallar la polémica de su máster EFE

La Rey Juan Carlos informa a la jueza de que no hay rastro del tribunal ni del acta de convalidaciones de Pablo Casado


La versión de Pablo Casado sobre el modo en el que obtuvo su máster en la Universidad Rey Juan Carlos será contrastada en el juzgado con la experiencia de otros alumnos del mismo curso de postgrado a los que la magistrada Carmen Rodríguez-Medel ha citado para el próximo 3 de agosto. Se trata de siete alumnos que declararán como testigos ante la titular del Juzgado de Instrucción número 51, según una providencia a la que ha tenido acceso eldiario.es.

Pablo Casado obtuvo el máster de Derecho Autonómico que impartía el Instituto de Derecho Público de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid en el curso 2008-2009. Se trata de la misma Universidad y el mismo centro que sirvieron a Cristina Cifuentes para obtener otro máster con notas falsificadas.

La Universidad convalidó a Casado 18 de las 22 asignaturas del máster por su licenciatura en Derecho en una universidad privada y las otras cuatro las aprobó con otros tantos trabajos y la nota de sobresaliente. La Universidad no encuentra rastro de la comisión de convalidaciones que debía haber examinado el expediente del político del PP ni el acta de su reunión, según ha puesto en conocimiento del juzgado. Casado ha presentado un par de documentos con sello de la Universidad que certificarían esas convalidaciones por parte de la comisión que no aparece.

Por otra parte, los profesores que aprobaron las cuatro asignaturas de Casado son el director del Instituto de Estudios Públicos, Enrique Álvarez Conde, y la profesora Alicia López de los Mozos. Ambos ya estaban imputados por el montaje en la pieza principal del caso Cifuentes y ahora lo están por las presuntas irregularidades en el máster de Pablo Casado.

El vicerrector de la época, Fernando Suárez, quien ascendió después a rector y tuvo que abandonar el cargo por el escándalo de los plagios, también está imputado por firmar las citadas convalidaciones. Casado se enfrenta a una posible imputación por el Tribunal Supremo por estos mismos hechos, debido a que la jueza de Madrid no puede actuar contra él por su condición de aforado.

Ruiz-Gallardón y la Rey Juan Carlos
Entre las 9 y las 10 de la mañana del 3 de agosto deben declarar ante la jueza los siete alumnos de los 20 que figuran en el citado máster, incluido él. Hay dos cuya citación parte de una situación particular. Se trata de empleados del Ayuntamiento de Madrid que cursaron el máster gracias a un acuerdo entre el Consistorio, gobernado entonces por Alberto Ruiz-Gallardón, y el Instituto de Derecho Público para el curso 2008-2009.

Según este acuerdo, el Ayuntamiento podría enviar al máster hasta a seis empleados que tuvieran formación superior y a cambio sufragaba al citado Instituto de la Rey Juan Carlos con 9.000 euros. El acuerdo lleva la firma del entonces concejal de Hacienda, Juan Bravo, y del propio Enrique Álvarez Conde. Finalmente, solo dos empleados municipales cursaron aquel máster en el curso 2008-2009.

El 16 de junio, Álvarez Conde elevaba un informe sobre la participación de los dos alumnos pertenecientes al Ayuntamiento en el que aseguraba que ambos habían alcanzado “satisfactoriamente los objetivos propuestos”. “Todo ello gracias al aprovechamiento de las clases, su participación y comunicación en ellas y su interés por los nuevos conocimientos adquiridos que, sin duda, harán de ellos mejores profesionales”, añade Álvarez Conde, un hombre del PP en la órbita de la universidad. Pablo Casado, a diferencia de sus compañeros del Ayuntamiento de Madrid, no tuvo que ir a clase, según él mismo ha confesado.

La lista de testigos del máster de Casado se puede ampliar próximamente. En el momento de dictar la providencia de citación, la jueza no cuenta con la identidad de los otros 12 que no ha citado y le reclama a la Universidad Rey Juan Carlos la lista completa.

La jueza Rodríguez-Medel abrió una pieza separada del caso Cifuentes a raíz de la declaración como testigo en el juzgado del director de eldiario.es, Ignacio Escolar. Este, a preguntas de la jueza, reprodujo el contenido de las informaciones de este medio sobre las irregularidades detectadas en el máster de Pablo Casado.
 
Báñez, Serna, Vigo, Alonso y Nadal, con Santamaría; Zoido, Montserrat, Catalá y Tejerina, con Cospedal
Los exministros, dirigentes territoriales y parlamentarios se parten en dos en la carrera por el liderazgo del PP

http://www.abc.es/espana/abci-pp-di...enuncia-juego-sucio-201806210357_noticia.html

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Mariano Calleja
@MarianocallejaSeguir
MadridActualizado:21/06/2018 12:35h62Casado «gana» en avales y Santamaría se niega a dar la cifra
El Partido Popular empezó a dividirse ayer en dos grandes bloques, entre los que apoyan a Soraya Sáenz de Santamaría y los que respaldan a María Dolores de Cospedal, como candidatas a la sucesión de Mariano Rajoy. Antiguos ministros, diputados, senadores, dirigentes territoriales... Todos empezaron a tomar partido entre las dos principales candidatas, mientras que otro de los aspirantes, Pablo Casado, abría su campaña con una denuncia de «juego sucio» para tratar de empañar su imagen pública.

En esta campaña, que de forma oficial se abrirá el sábado, habrá barro, como pudo comprobar ayer el vicesecretario de Comunicación, quien atribuyó a la guerra interna del partido unas informaciones que ponen en cuestión la veracidad del máster que estudió en la Universidad Rey Juan Carlos. Casado no solo criticó el poco rigor de esas acusaciones, sino que lo relacionó con el proceso que vive el PP: «Todo lo que se publica es para perjudicar. Las casualidades en la vida no existen», aseguró. El expresidente de Nuevas Generaciones pidió a sus rivales «juego limpio», pero la sospecha sobre los puñales que pueden volar en las próximas semanas dentro del PP se hicieron más fuertes.

El plazo para registrar las candidaturas a la presidencia del PP acabó ayer a las dos de la tarde. Toda la mañana fue un continuo desfile de candidatos con sus avales correspondientes en la sede nacional del PP, en la calle Génova de Madrid.

Guerra de avales


El día anterior, la exvicepresidenta perdió la batalla de la puesta en escena de la presentación de su candidatura frente a Cospedal, con unas declaraciones a pleno sol frente al gran acto de partido organizado por la secretaria general, en unas «primarias» que se juegan ante los militantes. Por eso ayer quiso hacer una demostración de fuerza y equipo, pero no con avales, sino con el apoyo de sus primeros fichajes. «No nos interesa la guerra de avales», aseguraron en su entorno. De hecho, aseguró que cuando pasaron de las cien firmas pidió a los suyos que lo dejaran ahí.

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Soraya Sáenz de Santamaría, justo antes de anunciar su decisión de presentarse al congreso - EFE
Santamaría llegó caminando a Génova rodeada de su núcleo duro de colaboradores de toda la vida: los exministros Fátima Báñez y Alfonso Alonso, el exdirector de gabinete de Rajoy José Luis Ayllón, más Iñaki Oyarzábal. Poco antes, desde Cantabria, otro exministro, Íñigo de la Serna, que había sonado como candidato, expresó su apoyo a la que fue su jefa en los últimos dos años. También el exministro y portavoz Íñigo Méndez de Vigo se puso del lado de Santamaría, que además cuenta con Álvaro Nadal o Cristóbal Montoro.

El punto fuerte de Santamaría son los exministros, y flojea más con los dirigentes territoriales. De su parte pueden situarse Juan Vicente Herrera (Castilla y León) y una parte de Andalucía, con Juan Manuel Moreno a la cabeza. En esta Comunidad podría controlar Huelva y parte de Cádiz, Málaga y Sevilla. La exvicepresidenta también está más fuerte en el Congreso, con Rafael Hernando al frente. Allí fue portavoz en la oposición y creó un grupo compacto.

El Grupo Popular en el Senado, en cambio, es más próximo a Cospedal, al estar más controlado por los barones territoriales. La secretaria general del PP «controla» al partido en buena parte de las comunidades, y tiene el apoyo de Ángel Garrido (Madrid), José Antonio Monago (Extremadura), pero también del aparato del partido en Murcia, Aragón, Canarias, La Rioja, además de Cataluña o una parte de Andalucía con Zoido a la cabeza.

Los ministros de Cospedal
En el equipo de Cospedal presumen de contar con el respaldo de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, y de varios exministros de Rajoy: Dolors Montserrat, Rafael Catalá, Juan Ignacio Zoido e Isabel García Tejerina.

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María Dolores de Cospedal, instantes después de anunciar su candidatura - EFE
Precisamente, con Montserrat como «portavoz» de su candidatura, Cospedal abrirá su campaña este sábado en Barcelona, en un acto con afiliados, en defensa de la «unidad de España».

La secretaria general del PP registró su candidatura con un total de 3.336 firmas, «recogidas en 24 horas». Según su equipo, el lunes, a primera hora, recibió una llamada de Pablo Casado, solo cinco minutos antes de que este anunciara en Twitter su intención de presentarse como candidato. Cospedal le ofreció en ese momento unirse a una candidatura de integración, pero el vicesecretario de Comunicación, que había meditado bien su decisión a lo largo del fin de semana, rechazó la propuesta.

Casado insistió ayer en que quiere llegar «hasta el final», ante los continuos rumores de que se acabará integrando en otro equipo. Su fuerza está más en las bases del partido, en los sectores más jóvenes, en los liberales y en el legado ideológico de Aznar. Ganó la primera batalla, la de los avales: se presentó en Génova con 5.000, rodeado por un grupo renovador y muy centrado en el PP de Madrid. Javier Maroto llevó la carpeta de las firmas de Casado, y junto a él estaban José Ignacio Echániz, Isabel Díaz Ayuso, Belén Hoyo, Ana Camíns, Teodoro García Egea, Ignacio Cosidó y Juan Soler.

Casado se presenta como «tercera vía», y como único candidato para evitar la ruptura del partido por el choque de trenes que se avecina. Según Maroto, representa «la ilusión de una nueva etapa en el PP».

La entrada de candidatos en la sede del PP fue incesante a lo largo de toda la mañana. El primero en llegar fue el último en sumarse a la larga lista de aspirantes la sucesión de Rajoy. El séptimo en liza se llama Elio Cabanes, un concejal de La Font de Figuera, en Valencia, que se presentó con 140 avales, logrados en su municipio, según explicó: «Ha llegado el momento de levantarnos del sillón», aseguró. Cabanes dio el campanazo durante la moción de censura, cuando escribió esto sobre Rajoy: «Si ama este país y tiene vergüenza ya puede comprarse una cuerda y hacer lo de los samurais pero a la española».

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Pablo Casado, tras anunciar su decisión - EP
«Las Dos Rosas»
El exministro José Manuel García-Margallo, siempre con sus libros en la mano, consiguió reunir «cerca de 500» firmas, y aprovechó para enviar una seria advertencia a todo el partido: «Esto no es un concurso de belleza, si se convierte en la Guerra de las Dos Rosas, el partido acabará fragmentado». Margallo no quiso pronunciarse sobre el programa de las principales candidatas porque «no lo conoce». Ahora se muestra más neutral, pero en realidad su candidatura está dirigida contra Sáenz de Santamaría, antigua compañera de Consejo de Ministros y su auténtica «enemiga» en el PP.

El diputado por Ávila y portavoz de Exteriores del Grupo Popular, José Ramón García Hernández, es el que intenta transmitir mejor ambiente dentro de un partido donde todo el mundo se mira ahora mismo de reojo. Sin parar de dar la bienvenida «a todos los candidatos que quieran presentarse», él se registró con «alrededor de 500 firmas». Aseguró que cuenta con algún exministro, que podría ser Jorge Fernández Díaz.

José Luis Bayo, expresidente de Nuevas Generaciones del PP valenciano, reunió un total de 400 avales desde el pasado fin de semana. En el PP advierten que el recuento de firmas de cada precandidato se detendrá en cuanto se llegue a 100, que es el mínimo exigido. La proclamación de los candidatos se llevará a cabo mañana, viernes.

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Emilio Campmany
La guerra de los dosieres

Retirado Rajoy, empiezan las hostilidades por su sucesión. Sea cual sea el número de candidatos finales a la presidencia del PP, tan sólo hay dos verdaderas contrincantes, Soraya y Cospedal. La guerra que acaban de entablar será sin cuartel, sin hacer prisioneros cuando avancen y de tierra quemada cuando retrocedan. Es momento de recordar a Clausewitz:

Dado que el uso de la violencia física en todo su alcance no excluye en modo alguno la participación de la inteligencia, aquel que se sirve de esa violencia sin reparar en sangre tendrá que tener ventaja si el adversario no lo hace. Con eso marca la ley para el otro, y así ambos ascienden hasta el extremo sin que haya más barreras que la correlación de fuerzas inherente. Así (…) es una aspiración inútil, incluso falsa, dejar fuera de consideración la naturaleza de un elemento por repugnancia ante su crudeza.

Si Japón hubiera tenido la bomba atómica, habría respondido al bombardeo de Hiroshima y Nagasaki con su empleo sobre ciudades norteamericanas. Por eso ni la URSS ni los Estados Unidos la utilizaron el uno contra el otro, por temor a las represalias.

A estas alturas nadie duda de que Soraya Sáenz de Santamaría se ha despejado el terreno hacia la presidencia del PP, que según cree es tanto como despejársela hacia la presidencia del Gobierno, a base de dosieres contra quienes pudieran hacerle sombra cuando se abriera la sucesión. De manera que quienes se enfrentan ahora a ella pueden hacerlo por tener un pasado impoluto, a prueba de dosieres, o porque han sobrevivido a los ataques que ya han recibido y no tienen nada más que temer. Este último caso podría ser el de Pablo Casado, al que ya se ha intentado hacer un Cifuentes que sin embargo no está cerrado, pues todavía podría acabar investigado, tal y como parece pretender la juez que lleva el caso de su máster.

Dada la improbabilidad de que, tras la larga carrera política de Cospedal, no haya nada con que atacarla, mucho más si se añade el pasado de su marido, el que esté todavía viva políticamente puede deberse a una tercera explicación: que la secretaria general tenga de Soraya un dosier tan abultado como el que Soraya tiene de ella. Si fuera así, se explicaría que Sáenz de Santamaría, capaz de destruir a Cifuentes con dos bombas sucesivas y de neutralizar a Feijóo con la amenaza de hacerle algo parecido, no haya podido sin embargo hacer nada contra ella. Sólo puede haber sido por el temor a las represalias.

Así se entendería que Soraya no quiera, mientras tenga posibilidades de ganar, arriesgarse a que Cospedal le dispare con lo que guarde de ella. Pero ¿qué pasará si se ve derrotada? ¿Decidirá entonces que, si no puede ganar ella, tampoco gane la otra y le descerrajará todo el cargador? Sería entonces el momento de Pablo Casado, siempre que no padezca más puntos débiles que lo del máster y se archive. Si también él cayera, vaya usted a saber en manos de quién caerá el PP.

En cualquier caso, este es el PP que deja Rajoy, uno en el que todos sus potenciales líderes tienen de un modo u otro los pies de barro.

Dicen que Feijoo es una víctima de dosieres de SSS que para eso estaba al frente del CNI y tendrá asuntos de todo Dios.

Muy peligroso si el tema para avanzar son los dosieres....No me gustaría una presidente con esa estela.

Por otro lado dicen que Pablo Casado ha sido quien mas avales ha tenido y por lo tanto mas apoyos que los otros candidatos. Veremos en que queda todo ello.

La prensa se guarda muy bien de decir que hay navajas y cuchillos al contrario que cuando se habló de Vista Alegre 2. Aquí parece que la gente es mas diplomática :vomit: y lo arreglan con dosieres.:muted:
 
https://www.eldiario.es/politica/corrupcion-sobrevuela-batalla-interna-PP_0_784621861.html
La corrupción sobrevuela ya la batalla interna en el PP


Las principales candidatas tratan de salir al paso de los casos que han afectado al partido mientras ellas tenían cargos de responsabilidad

Sáenz de Santamaría reafirma su "compromiso ético" mientras Cospedal defiende su gestión en las crisis internas del partido: "No me arrepiento"

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Cospedal y Sáenz de Santamaría, en un acto con el presidente madrileño, Ángel Garrido. EFE

El 'triunfo' en avales de Casado descoloca a Sáenz de Santamaría y Cospedal


Es uno de los grandes lastres de las principales candidatas a presidir el PP: los casos de corrupción que han afectado al partido en los últimos años, cuando ambas han ocupado cargos de responsabilidad, pueden perjudicar sus opciones en la carrera de la sucesión. María Dolores de Cospedal ha sido secretaria general durante 10 años, desde 2008, y ha tenido que gestionar la crisis de Gürtel y Bárcenas que sigue sin zanjarse en los tribunales. Soraya Sáenz de Santamaría ha sido vicepresidenta de un Gobierno cuyo presidente tuvo que dimitir precisamente por esos casos.

Este jueves, cuando aún no ha comenzado oficialmente la campaña electoral para dar con el sucesor de Rajoy, la corrupción ha sobrevolado el proceso en el que se embarcaron ambas dirigentes populares. Aún sin agenda formal, ambas han recorrido platós y radios en las que han tenido que salir al paso de ese legado corrupto de su partido. Uno de los principales objetivos de ambas es convertirse en las candidatas de la regeneración, una tarea complicada a tenor del papel determinante que han tenido en la formación que pretenden renovar.

En una entrevista en la Cadena Cope, Sáenz de Santamaría ha asegurado que su candidatura es de renovación y regeneración, porque ésta última "comienza por uno mismo, por un compromiso ético", que ella tiene. Por eso se considera como la aspirante idónea para limpiar el partido cuya organización interna ha liderado su rival y enemiga Cospedal.

Esta última optaba por hablar directamente de su papel en la lucha contra la corrupción del PP aprovechando su intervención en TVE: "He dado la cara y he defendido a mi partido de temas que no tenían que ver directamente conmigo porque es mi partido y porque los miles de militantes del PP que cada día se levantan a trabajar y a dar lo mejor, no se merecían que nuestro partido estuviera manchado por las corruptelas o por los robos que hubieran podido hacer algunas personas vinculadas con nosotros en el pasado", ha señalado.

"Que ha perjudicado mi imagen, lo sé muy bien, esto es un coste siempre pero no me arrepiento", aseguraba, para recalcar que si el haber dado la cara "se considera un perjuicio y no un haber" en su trayectoria, pues entonces está en un partido "distinto" del que ella creía y "no merecería la pena". "Una es como es, y yo soy como soy para lo bueno y para lo malo. No creo que sea negativo, pero eso tendrán que decirlo los afiliados", apostillaba.

La "vuelta a España" de Casado
Mientras tanto, otro candidato en liza, el vicesecretario Pablo Casado, se presenta como el único capaz de romper con ese pasado manchado por la corrupción. Y lo hace cuando sobre él pesan las sospechas sobre la aprobación de su máster. Desde su equipo informaban a primera hora que va a comenzar su particular "vuelta a España". Casado, que "estaba deseando echarse a la carretera para volver a conectar con las bases del partido", quiere visitar todas las provincias españoles.

"Conozco las inquietudes de nuestros afiliados, ahora quiero conocer sus proyectos para revitalizar nuestro partido", asegura el madrileño. Según su entorno, Casado realizará "más de 6.000 kilómetros en 15 días, en los que se encontrará con afiliados para conocer sus inquietudes y propuestas".
 
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