Eran viejos conocidos de la guardia civil, se dedicaban al trapicheo, de hecho uno de ellos piso cárcel hace no muchos años porque le pillaron con un alijo de tiza colombiana para distribuir. Esa noche estaban cagados de que les cargasen a ellos con el crimen, encima iban pasados de copas ya que estaban de jarana por las fiestas de la zona, dejaron el coche donde el pub por el tema de alcoholemia temiendo que les hiciesen soplar, y luego ya llaman a la GC en la pista forestal. Creo que fue por ese orden pero hablo de memoria.
Pero creo que lo más importante era que mintieron. Ellos vieron a la niña, siguieron su camino y pararon al final de aquella carretera. Entonces hablaron entre ellos sobre qué hacer. Llegaron a la conclusión que debían llamar a las autoridades para avisar. Cuando explicaron que vieron el cuerpo de la niña, omitieron contar todo eso y enseguida los investigadores se dieron cuenta que habían dicho mentiras, lo cual, evidentemente, era un problema, ya que mentir en situaciones cómo esa genera dudas sobre cuantas mentiras se han contado y sobre qué aspectos.