🟠 Bernardo Montoya declarado CULPABLE por el asesinato de la profesora Laura Luelmo, en Huelva.

Creeis que cuando la intercepto en la calle ella llegaria a gritar cuando intento meterla en casa? Nadie oyo nada?:cry:

Yo imagino que si o al menos lo intentó.
Que nadie oiga nada o bien es por la hora sobre las 17.00 de la tarde que la gente esté en su casa, a sus cosas (siesta, tele después de comer etc) y hubiera poca vida en el pueblo, o bien que si que se oiga un grito y nadie quiera señalarse o que no se le de la importancia que tiene porque nadie quiere pensar que a 3 puertas de casa estén haciéndole algo así a alguien.
 
No se por qué no se le está dando importanci al caso de Andrea Sicignano. Pongo algunos extractos de lo publicado por ella en su FB. (Es una traducción automática, muy mala, pero sirve)

"Me golpeó en la cara una y otra vez hasta que no pude pelear más. Ya no podía gritar. Apenas podía ver a través de la sangre en mis ojos.
Estaba segura de que iba a matarme. Al final cerré los ojos. Con la esperanza de que dejaría de latir, fingí estar muerta. Recé para que cuando abriera los ojos se hubiera ido. No sé cuánto tiempo pasó antes de que finalmente abriera los ojos, pero cuando lo hice, él había desaparecido.
Él me violó."

"Corrí descalzo a la calle, gritando en la parte superior de mis pulmones por ayuda. Estaba agitando frenéticamente, y sin embargo, 3 o 4 coches pasaron por encima de mí. Finalmente, uno se detuvo."

"No voy a dejar que esto rompa mi espíritu. Esta noche no me definirá. Me niego a dejar que este hombre me franja de mi independencia como mujer. Pero las cosas van a cambiar para mí"

"Pero estas cosas horribles le pasan a las mujeres todo el tiempo. Cuando están borrachos, cuando están sobrios, en una caminata, "a salvo" en un UBER, incluso por las manos de un guardia de seguridad en su hotel. Ninguno de nosotros es invencible, y lo sé ahora."

Os sugiero q lo leáis, podíamos estar en otro caso como el de Laura Luelmo.

https://www.facebook.com/andrea.sicignano
 
Los siete días del caso Laura Luelmo

Bernardo Montoya la retuvo «poco tiempo» en su casa, donde la golpeó contra el suelo antes de abandonarla en el monte

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Enrique Delgado Sanz

@Delsanz
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MadridActualizado:27/12/2018 11:19h
18La Guardia Civil cree que Laura Luelmo murió la misma noche que desapareció
Laura Luelmo desapareció el miércoles día 12 de diciembre. Salió de su casa en El Campillo (Huelva) para comprar y, al volver del supermercado, Bernardo Montoya la metió en su domicilio a la fuerza. El ticket de la compra que hizo la profesora zamorana, de tan solo 26 años, data de las 17.20 horas y, a las 18.10 horas, unos vecinos del pueblo onubense relataron a los investigadores que vieron el coche de Montoya, un Alfa Romeo negro, con el maletero abierto a las puertas de su vivienda. Esos 50 minutos, antes de ser introducida en la parte de atrás del vehículo, Laura permaneció amordazada y maniatada en casa de su vecino. Horas más tarde, ese día por la noche, murió.

Esta es la hipótesis que, a falta de las conclusiones de la autopsia definitiva, manejan los investigadores de la Benemérita, que ayer ofrecieron una rueda de prensa en Madrid para explicar los últimos detalles del caso. Comparecieron Ezequiel Romero Guijarro, coronel de la Guardia Civil y jefe de la Comandancia de Huelva; y Jesús García Fustel, teniente Coronel de la Unidad Central Operativa (UCO), quienes confirmaron que la profesora fue víctima de una agresión sexual, que sufrió un fuerte golpe en la cabeza y que murió la noche del 12 al 13 de diciembre. Entonces nadie lo sabía, salvo Montoya.

El mismo jueves, 13 de diciembre, la familia de la profesora denunció la desaparición de Laura, quien contactó un día antes a las 16.22 horas por última vez con su novio. Según reveló la Guardia Civil, la joven no salió a correr, algo que su médico no le aconsejaba, pero sí comentó a su pareja que igual daba un paseo. La tarde era ventosa y decidió acudir al supermercado a por huevos, agua y patatas fritas. Las dos primeras cosas de la lista las encontraron los investigadores en casa de Montoya quien, sin escrúpulos, reconoció haberse comido la bolsa de patatas.

faltaban unas zapatillas y unas mallas. Al salir del registro, los investigadores se toparon con un vecino. «Le preguntaron si conocía a una chica -por Laura- que llevaba unos días viviendo enfrente y él dijo que ni siquiera sabía que allí hubiera alguien», reveló el coronel Romero. El vecino que no sabía nada era Montoya, quien mintió por primera vez apenas día y medio después de tener a Laura retenida en casa.

Sospechoso
Por su condición de vecino, y también con su historial delictivo en la mano, Montoya fue considerado como sospechoso por el Instituto Armado que, sin embargo, no tenía en aquel momento muchas más pruebas contra él para propiciar la detención. «De inicio es un sospechoso, algo que nos daba pie a seguir pendientes de él, pero no sabíamos si la podía tener viva en algún sitio. Además no queríamos que él fuera consciente de que estábamos pendientes de él», justificó Romero. «¿Y si la hubiera retenido en otro sitio?», añadió el teniente coronel de la UCO García Fustel, quien aseguró que la Guardia Civil «nunca se plantea realizar una gestión que ponga en peligro la vida de alguien retenido».

Sábado, día 15. La joven sigue desaparecida y los investigadores afrontan el caso desde dos frentes: búsqueda e investigación. «Por la mañana ya tenemos la geolocalización del teléfono móvil», explicó el jefe de la Comandancia de Huelva, quien indicó que el primer radio de búsqueda delimitado por el Instituto Armado para intentar localizar a la profesora fue de 5 kilómetros en torno a El Campillo, donde se produjeron las primeras batidas. Montoya, por entonces, no era el único sospechoso, aunque sí el principal. «Sabíamos que tenía familia en Cortegana -localidad onubense a 46 kilómetros de El Campillo-, en concreto a su padre y varias hermanas. Las unidades de Cortegana recibieron entonces el encargo de analizar aquella zona y por la tarde noche vieron el vehículo de Bernardo en la zona donde reside su padre», detalló el coronel Romero. Aquella jornada la Benemérita detectó que el sospechoso salió de Cortegana en dirección a Sevilla.

El cerco
Cuarto día desde la muerte de Laura. Es domingo 16, Bernardo sigue libre y se intensifica la búsqueda en El Campillo. El radio se incrementa en 10 kilómetros alrededor del pueblo y cada vez son más los profesionales que se suman a un dispositivo que aquel día peinó, sin éxito, la zona donde Montoya abandonó a Laura. «La zona se batió, pero es normal que pasara desapercibida. Hasta que no estabas a metro y medio, no se veía. Laura estaba en una zona de jaras de una altura de más de un metro», lamentó el jefe de la Comandancia de Huelva. El agresor, por su parte, seguía libre, pero el cerco sobre él se estrechaba. «Supimos que estuvo en el centro de salud de Cortegana porque se quejaba de un golpe en las costillas, que podría haber sido, en caso de que fuera el autor, fruto de un forcejeo con Laura», advirtió Romero, quien confirmó que ese mismo día se le pusieron seguimiento al exconvicto: «Pedimos refuerzos y de Madrid vinieron los mejores».

El lunes a las 12.30 horas apareció el cadáver de Laura. «El cuerpo estaba desnudo de cintura para abajo y cubierto de cintura a la cabeza», recordó Romero, quien sostuvo que la víctima, al menos en el lugar donde yacía, no sufrió: «En ese lugar no tuvo sufrimiento siendo consciente de ello. Si hubiera sufrido, se hubiera encogido. No podría haber adoptado esa posición final». Si cuando Montoya la abandonó Laura estaba inconsciente o muerta lo tendrá que aclarar el informe definitivo del forense. A plena vista, en virtud de la comparecencia de la Benemérita, se podían percibir los golpes propinados el martes anterior por Montoya en su casa, donde el Instituto Armado pidió mandamiento judicial para entrar.

El martes el coche de Montoya estaba ya balizado, lo que facilitó su detención cerca de El Campillo. El agresor notaba que le pisaban los talones e intentó dar esquinazo a los agentes, aunque no pudo. En su casa, los investigadores encontraron sangre y la compra de Laura. Las pruebas contra Montoya eran contundentes y se autoinculpa. Sus mentiras, eso sí, continuaron.

Dijo que no abusó de Laura, pero los agentes no le creyeron. No es para menos. Enfrente tenían a un hombre que ya les había mentido una vez y capaz de asegurar que no conocía a la chica a la que, un día antes, había secuestrado, golpeado y abandonado en el monte.
https://www.abc.es/espana/abci-siete-dias-caso-laura-luelmo-201812270200_noticia.html
 
La portavoz de la familia de Laura Luelmo: "Cuanto menos tiempo sufriera mejor porque es atroz lo que ha sucedido"
Patricia Catalina es la abogada y portavoz de la familia de Laura Luelmo. Esta letrada estaba presente cuando Bernardo Montoya, el asesino confeso de la joven zamorana, pidió al juez que no le dejara salir de prisión porque lo volvería a hacer.

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antena3.com | Madrid | 27/12/2018

"Escucharle fue una sensación de impotencia, es el ejemplo clarísimo de que no se va a rehabilitar nunca, gente así no debe vivir en sociedad", señala Patricia Catalina sobre la declaración de Bernardo Montoya. La defensa de Laura Luelmo va a solicitar la prisión permanente revisable para el asesino confeso. El caso se encuentra aún en fase de instrucción y espera que se dilate lo menos posible "para evitar dolor a la familia".

La abogada cree que Bernardo Montoya "ha hecho una declaración a la carta para intentar conseguir atenuantes, incluida la drogadicción". Ha mostrado su máximo respeto al trabajo de la Guardia Civil y la UCO. Espera que la autopsia "determine de la manera más exacta posible la hora de la muerte de Laura Luelmo para evitar el dolor de la familia". Asegura que "cuanto menos tiempo fuera el que sufrió Laura mejor, porque es atroz lo que ha sucedido"



"El perdón de Bernardo Montoya a la familia ya no sirve"


Señala que la familia de la profesora zamorana "tiene muchísimo dolor". "Nosotros tenemos que hacer fuerza por ellos y agradecemos las muestras de cariño que han llegado a este despacho".

La abogada duda que exista arrepentimiento. "Quiere aparentar que colabora con la instrucción, pidió perdón públicamente pero ese perdón ya no sirve"


Vídeo pinchando el enlace...

https://www.antena3.com/programas/e...ucedido_201812275c24a99b0cf26204b1f7155e.html
 
Creeis que cuando la intercepto en la calle ella llegaria a gritar cuando intento meterla en casa? Nadie oyo nada?:cry:
Eso llevo yo pensando muchos días .... en qué mundo vive la gente de ese pueblo? Otra vez y por enésima repito que en mi pueblo te tiras un peo y al día siguiente lo sabe todo el pueblo, lo mismo si abres la puerta, el mínimo sonido de una puerta abrirse o cerrarse es suficiente para que haya 10 que salgan a la ventana a ver quien entra o sale , contre mas un grito de alguien o un socorro, por aquí haria retumbar a todo el pueblo, allí ya veo que no, que la gente vive en babia porque gritar seguro q grito la pobre. Y otra cosa si dicen q la estaba esperando al salir del supermercado y volver a casa yo es que veo a ese monstruo en la puerta o acercándose a mi casa o a mi puerta y te aseguro q me niego a entrar en casa y pego un grito que me oyen hasta en China, Dios menuda pinta de drogao y de degenerao tiene el colega
 
Miradle si es la cara del mismísimo demonio en la tierra el hijo put* del gitano :vomit::vomit::vomit::vomit::vomit::vomit::vomit::vomit::wtf::wtf::wtf::wtf::vomit::vomit::vomit::vomit: POTO, el primer día q me encuentre yo algo así en mi calle me voy a vivir a la otra punta del mapamundi vayaaaaaa calañaaaaaaaa
 

Adjuntos

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El asesino de Laura Luelmo a la juez: “Métame en prisión porque lo voy a volver a hacer”

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Si todavía quedaban dudas sobre el carácter reincidente del presunto asesino de Laura Luelmo, él mismo se ocupó de despejar cualquier incógnita cuando finalizaba su única declaración ante la juez.

Fue el viernes, después de admitir por primera vez que llevó a Laura Luelmo a su casa tras secuestrarla y allí la golpeó repetidas veces con brutalidad. Cuando terminó el relato Bernando Montoya dejó por un momento su actitud desafiante con la fiscalía, se volvió hacia la juez y le espetó “mi señoría, métame en prisión porque lo voy a volver a hacer”. La apostilla no sorprendió a los presentes después de escuchar durante horas la cruda versión que el detenido dio de los hechos.

Aunque Montoya arrancó su declaración pidiendo perdón por el crimen e intentando sostener su increíble versión de lo que ocurrió con Laura Luelmo pronto arrancó una confesión llena de mentiras y medias verdades carentes de toda humanidad. Montoya admitió la tremenda paliza que le propinó a la víctima pero seguía negando la agresión sexual con excusas incoherentes.

Sin embargo los guardias de la Unidad Central Operativa tienen otra hipótesis que se desprende de los datos de la investigación. Los guardias creen que Montoya planeó raptar a la profesora y no fue un encuentro casual. Saben que la abordó cuando regresaba de la compra porque compararon los alimentos que encontraron en la casa del detenido con el ticket del supermercado y coincidían. Saben que dentro de la casa hubo una lucha encarnizada por los restos de sangre que hallaron de ambos en la fregona y en paredes de la casa. El propio Montoya confesó que tras encerrar a la víctima en su casa la maniató y Laura se defendió con uñas y dientes propinándole una patada en las costillas y los guardias saben que por ese motivo Montoya acudió al centro de salud de Cortegana días después. Los investigadores no tienen ninguna duda de que Bernardo Montoya se ensañó hasta la brutalidad con su víctima hasta el punto de hacerles pensar que su intención era matarla tras consumar la agresión sexual.

La actitud tras el crimen tampoco juega a favor del asesino. Los guardias creen que Montoya asesinó con alevosía a Laura Luelmo esa tarde del 12 de diciembre entre las 15:20 y las 18:10. Hay testigos que sobre las 18:10 vieron su coche aparcado en la puerta de su vivienda con el maletero abierto. Sospechan que a continuación arrojó el cuerpo en el monte donde creen que llevó a cabo la agresión sexual y saben que no sólo no se arrepintió sino que intentó destruir todas las pruebas que le incriminaban. Ese día se deshizo de las pertenencias de Laura y el día siguiente volvió a recoger una manta ensangrentada que arrojó en otro lugar para que no la encontraran.


Bernardo Montoya tampoco tuvo problema en visitar a su familia para comer el día después del crimen, ni tuvo reparo en acudir el día 14 a un vis a vis con su novia en prisión sólo dos días después de presuntamente matar y violar a la profesora. “Es un asesino desorganizado” así lo calificaba el responsable de los investigadores de la UCO. Un asesino que en 20 años ha matado a una mujer, agredido brutalmente a otras cuatro y ahora es sospechoso de haber asesinado a una quinta víctima. El mismo asesino que hace unos días le pedía por favor a la juez del caso que le meta en la cárcel porque de no hacerlo volvería a matar.

El objetivo de la acusación particular es impedírselo y que se haga justicia a Laura. Y ya anuncia que cuando finalice la instrucción su intención es pedir prisión permanente revisable para este acusado que pide que le encarcelen

https://okdiario.com/sociedad/2018/...me-prision-porque-lo-voy-volver-hacer-3516995
Madremía, si es que va marcando para asegurarse bien que entra de nuevo en el trullo, con sus amigachos y chanchullos varios.

Ni él confía que tengamos claro qué coxx hacer.

Esto es un cachondeo.
Lo peor? que lo sospechan...
 
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