Los registros, con los que se busca algún indicio que pueda servir para esclarecer las circunstancias en las que murió Laura, se producen casi al mismo tiempo que en el Instituto de Medicina Legal de Huelva se le practica la autopsia al cadáver para determinar la causa exacta de su fallecimiento. Aunque ya ha trascendido que presentaba signos de violencia, marcas en el cuello y heridas de autodefensa. El examen forense es también clave para averiguar si la joven de 26 años fue víctima, además, de una agresión sexual, como parece indicar el hecho de que su cuerpo apareciese semidesnudo y parte de su ropa a un par de centenares de metros.
Una de las pruebas en cuya localización se está centrando la UCO es el teléfono móvil con el que salió Laura el miércoles pasado, cuando desapareció, y con el que mantuvo una última conversación con su novio en torno a las cuatro de la tarde. Sobre las ocho, una antena de telefonía móvil a nueve kilómetros de su casa y en dirección opuesta a donde se encontró el cadáver localizó el aparato y desde entonces se perdió la señal.
Una de las pruebas en cuya localización se está centrando la UCO es el teléfono móvil con el que salió Laura el miércoles pasado, cuando desapareció, y con el que mantuvo una última conversación con su novio en torno a las cuatro de la tarde. Sobre las ocho, una antena de telefonía móvil a nueve kilómetros de su casa y en dirección opuesta a donde se encontró el cadáver localizó el aparato y desde entonces se perdió la señal.