No sé que decirte Llita, porque si el protagonismo de la interfecta es en sentido negativo no creo que ese sea un objetivo real. Y hablamos y comentamos sobre sus pintas y sus gestos porque esa mujer no tiene nada que ofrecer, es la consorte florero y ya está. En mi opiniòn ella no está sumando a la imagen (decadente) de la monarquia sino que pone de manifiesto que el rey es tan incapaz que ni siquiera tiene autoridad en su casa de puertas adentro.
Quizá estés tu más en lo cierto, pirula, no lo sé en realidad. Pero es que considero que la imagen repetida proporciona para muchas mentalidades la idea de estar ahí, presente en estas circunstancias que ni nada resuelven ni van a ninguna parte, pero hacen perdurar una figura de la que necesitan sin alternativa posible.
Lo que te digo es simplemente una opinión, no me aferro a ella pero si que sigo considerando la necesidad monárquica de decir y demostrar "ahí estoy".
Las audiencias no las ofrece Zarzuela, se las piden. Igual que piden audiencias al papa, que también las concede. Si la gente pide una audiencia con la reina será que les apetece. Vamos, digo yo, no va a haber pedido Vogue una audiencia si no querían tenerla.
Desde luego que así es, pero imaginemos a una monarquía actual sin estas condescendientes apariciones que representan el necesario servicio a la ciudadanía, ¿en que quedaría dicha monarquía?
El simil de las audiencias al Papa prefiero pasarlo por alto.