LOS PRÍNCIPES ALEXANDER Y ASTRID DE LIECHTENSTEIN NOS RECIBEN EN SU ESPECTACULAR VILLA DEL SIGLO XI EN LAS COLINAS QUE DOMINAN EL LAGO DE GARDA, EL MÁS IMPORTANTE DE ITALIA
Situada a las afueras de Verona, Villa Sant’Andrea alberga un antiguo monasterio y una iglesia y está rodeada de 30 hectáreas de parques, bosques y viñedos
En el corazón de Europa se encuentra Liechtenstein, la corona de los Alpes. Viven aquí unos 39.000 habitantes en 160 kilómetros cuadrados. El castillo de la Familia Real se eleva sobre las bóvedas de la capital. Un paraíso natural que también ofrece un entorno excelente para la innovación tecnológica y el desarrollo empresarial. En los últimos 50 años, el principado ha pasado de ser un Estado predominantemente agrícola a convertirse en uno de los países más industrializados del mundo. Hoy es también un centro bancario estable y próspero. LGT es el mayor banco del país. Es propiedad de la familia y cuenta con más de 20 sucursales internacionales. Esta dinastía empresarial, cuya historia está impregnada de tradición, es una de las casas nobles más antiguas de Europa y su árbol genealógico se remonta al siglo XII. Una de las personalidades que destaca en la historia de la familia Liechtenstein es Karl I. Gracias a sus excepcionales dotes y buenos servicios fue elevado al rango de príncipe heredero en 1608, dando así origen al linaje actual.

El matrimonio, padres de una hija, Theodora, de 18 años, tiene en Verona la sede de su ‘holding’ empresarial
Alexander de Liechtenstein es hijo de Philipp, hermano del príncipe reinante Hans-Adam II. Se casó con Astrid Kohl, hija de Theodor, jefe de una importante empresa maderera, Th.Kohl, y principal contratista de farmacia de Europa. El matrimonio tiene una hija, Theodora, que ahora tiene 18 años. La princesa Astrid ha llevado a Crown Designs al éxito en el diseño, la construcción y el amueblamiento de hoteles, residencias privadas y tiendas de lujo. A pocos kilómetros de Verona, donde se asientan sus industrias, se alza la residencia principal de los príncipes, una espléndida finca de 30 hectáreas en las colinas que dominan el lago de Garda. Desde su fundación, su Villa Sant’Andrea ha albergado a numerosas comunidades de monjes benedictinos del monasterio de San Zeno (San Zenón), patrón de Verona.
“La casa, del año 1050, ha ido evolucionando. La parte superior era un monasterio dedicado a san Zenón, el patrón de Verona. El campanario y la iglesia datan del 1100. El exterior, este gran espacio vital, es el gran lujo”


Espectacular vista de la residencia de los príncipes Alexander y Astrid de Liechtenstein, que ocupa una gran finca bordeando el lago de Garda.
Desde su adquisición, la espléndida renovación ha visto turnarse a importantes diseñadores de interiores como Renzo Mongiardino y Pinto. Pero fue la madre de la princesa quien hizo de esta gran residencia un lugar lleno de tesoros y belleza. Hay numerosas colecciones, desde hermosas porcelanas hasta muebles y cuadros de Oudry, Pater y Boucher. La princesa Astrid siente una gran pasión por todos los objetos de la casa, la vajilla, la platería y la lencería, y siente un amor especial por todo lo que hable de flores.
—Alteza, su familia se remonta a más de 1000 años.
—Exactamente, hace más de 1000 años es cuando se menciona por primera vez el nombre de Liechtenstein —responde el príncipe—. Hace mucho tiempo, tanto mi abuelo como mi tío, el príncipe reinante, encargaron a profesores de historia que estudiaran la historia, el origen de la familia, que apareció más o menos en esta fecha.
—Su padre es el hermano del príncipe reinante, y su dinastía es muy grande.
—Sí, definitivamente nuestra familia no es pequeña, cuando tenemos reuniones familiares, cada dos años, somos más de 100.


La villa, que albergó un monasterio, ha sufrido modificaciones y ampliaciones a lo largo de los siglos. Desde que fue adquirida por el padre de la princesa Astrid, la renovación ha visto turnarse a importantes diseñadores de interiores como Renzo Mongiardino y Pinto. Los espectaculares jardines llenos de colores y matices son el gran tesoro de la finca, en la que también hay olivares, para la producción de aceite, huerto, y viñedos
—¿En qué consiste hoy el negocio familiar?
—Durante muchos años, la familia tuvo muchas propiedades, la mayoría, en el norte de Viena, en Moravia y en Bohemia, lo que hoy es la República Checa, y tras la Primera y la Segunda Guerra Mundial estas propiedades se perdieron, fueron nacionalizadas. Las propiedades familiares siempre habían sido una fuente de ingresos, así que en 1921 la familia fundó un banco, que más tarde se convirtió en el mayor banco de Liechtenstein y uno de los más importantes del mundo en gestión de patrimonios. Y después se hicieron muchas inversiones en distintos sectores, y todo está estructurado en una fundación para proteger el patrimonio y que pueda transmitirse de generación en generación.
“Mi padre me regaló esta casa para que tuviera una razón más para volver de América y, cuando llegué aquí sola, estaba un poco asustada por el tamaño. Les pedí a mis padres que vivieran conmigo. Vinieron de Alemania y se quedaron doce años”


—¿De qué familia procede Astrid?
—De una familia de empresarios durante generaciones en el mundo de la salud, con actividades en la construcción, los dispositivos médicos y los mayoristas, y luego también en el diseño de farmacias.
—¿Creció en Francia?
—Crecí en Francia en parte, mi madre es francesa, y estuve allí hasta el bachillerato, luego fui a Lausana y después a Bruselas. Viví en París, después de estudiar unos años volví a París para trabajar en una gran multinacional, y me dediqué a la financiación de proyectos.
—¿Y usted, Astrid?
—Hice Económicas en la Sorbona, en Francia, después me fui a Nueva York a trabajar en un fondo financiero, y luego vine aquí a dirigir la empresa de mi padre.


Fue la madre de la princesa quien hizo de esta gran residencia un lugar lleno de tesoros. Hay numerosas colecciones, desde porcelanas hasta muebles y cuadros de Oudry, Pater y Boucher. Arriba, la sala verde, cuyas puertas y muebles provienen de un castillo alemán del siglo XVIII. Sobre estas líneas, detalle de la mesa.
—Así que aquí, en Verona, tienen las empresas y es donde crearon el holding familiar.
—Sí, creamos esta estructura hace unos años, donde pusimos las empresas que heredamos y luego las que fundamos mi mujer y yo.
—¿Cuáles son?
—La empresa histórica que hace en Italia estas farmacias, estos diseños, y luego, por extensión, tiendas de lujo, hoteles y residencias.
—¿A qué se dedica usted concretamente?
—Fundé Pharmathek, una empresa que se dedica a la robótica, y nuestro primer campo de aplicación de esta tecnología fue en las farmacias, para el almacenamiento de medicamentos.
“Definitivamente, nuestra familia no es pequeña, cuando tenemos reuniones familiares, cada dos años, somos más de 100”, nos dice el príncipe Alexander, sobrino del príncipe reinante de Liechtenstein, Hans-Adam II
