Efectivamente. Los niños no son de cristal, no hay que acabar como Belén Esteban y Jesulín, pero tampoco fingir que todo es como siempre.No sé yo si es lo mejor para los niños. estarán en una casa que no será un hogar porque ni el padre ni la madre sentirán que esa es su casa. Su espacio. Será todo impostado. Sin relaciones sociales porque a ver que dirá el otro. Como hija de divorciados veo más lógico que los niños tengan dos espacios, dos famílias distintas porque ahora es lo que son. No hay que mantenerles en esa burbuja de que aquí no ha pasado nada pero si.
Los niños son pequeños, y los padres jóvenes; hasta que acabe el régimen compartido, si uno de ellos o los dos rehace su vida y se echa pareja, durante los quince días que dure el régimen ¿va a llevar a su pareja a la casa común y a meterla en la cama que luego el otro va a llevar a su pareja si también ha rehecho su vida?
Parece muy bien visto desde fuera lo de que los niños no pierden su hogar, pero es que en la práctica tiene mil inconvenientes. Por no habar de que si ya bastante cuesta mantener una casa, esos padres tienen que mantener tres, la común y luego cada uno la suya para poder vivir durante los días que no tenga a los niños.