Adolescentes 4.0 // «Eres lo que eres en la red»

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ADOLESCENTES 4.0
  • El 20% de los niños usa las redes sociales antes de los 10 años, lo que adelanta comportamientos propios de chicos de secundaria, según la Ramon Llull
  • Varios especialistas reflexionan sobre la conveniencia de distanciarse de la cotidianidad para repensar la educación
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Los alumnos de primaria empiezan a consumir las redes sociales similares a las que ya utilizan asiduamente los estudiantes de secundaria (Mercè Gili)

CARINA FARRERAS | BARCELONA
11/06/18 | 00:52 | LA VANGUARDIA

La semana pasada se aprobó la ley francesa que prohibirá, a partir del próximo curso, el uso de teléfonos móviles en centros escolares, salvo para fines didácticos. La Asamblea Nacional sostiene que los móviles distraen en las aulas del objetivo académico e interfieren en las relaciones interpersonales en el patio, donde, debido a su uso, se ha reducido la práctica deportiva.

El debate sobre la repercusión en el clima de las aulas o el rendimiento escolar es un asunto que divide a los pedagogos entre los partidarios de impedir la entrada de smartphones en los colegios y los institutos y los defensores de apropiarse de sus ventajas y enseñar a educar en un uso responsable en la escuela.

En la discusión existe una cuestión de fondo: cómo está transformando el uso de los dispositivos tecnológicos (ordenadores,smartphones y pronto los smartwatches) a unos niños que han nacido en un entorno digital y cuál es el papel educativo que corresponde a los adultos. Sean profesores o progenitores. Porque, independientemente de la escuela, son los padres los que entregan la primera tecnología inteligente a sus hijos.

«El 13% de estudiantes tiene un aparato antes de los diez años, y el 80%, un ordenador»

Y ese momento, el de recibir la llave al ancho mundo digital, marca un antes y un después en la vida de ese niño, según indica Josep-Lluís Micó, catedrático en la Universitat Ramon Llull (URL). «El móvil es la palanca actual para la vida adulta –afirma–, es el elemento definitorio para ser adolescente», insiste. El profesor sostiene que la edad de la adolescencia se está adelantando a los 10 años.

«Hasta hace poco, la entrada a la vida adulta se definía por cuestiones como salir solo, tomar decisiones o contribuir en mayor o menor medida a las cargas familiares. Esto ha cambiado. Ahora construyen su identidad con el consumo digital autónomo que les permite navegar en las redes sociales».

Según una investigación firmada por Micó, basada en una encuesta realizada a 1.850 alumnos de Catalunya (exceptuando la ciudad de Barcelona), el 13% de los estudiantes tiene móvil antes de los 10 años; un 80%, ordenador, y un 20% está presente en las redes sociales entre los 8 y 10 años.

«Las aplicaciones sociales para niños se basan también en la popularidad»

«Esto significa que se está rompiendo el consenso social de dar el primer móvil con la entrada en secundaria, que se produce a los 12 años, cuando el chico es más autónomo y va solo de casa al instituto». Aunque la mayoría de las plataformas prohíben específicamente el uso de sus aplicaciones antes de los 13 años, y con permiso parental, entre 13 y 17, han creado alternativas para los más pequeños que permiten compartir vídeos en una comunidad cerrada de amigos. Según la URL, un 40% de los niños catalanes encuestados ya usa aplicaciones similares antes de cumplir los 12 años. El 75% lo hace a partir de los 12.

«Aparentemente el modus operandi es blanco porque se enfatiza en la seguridad de la comunidad, pero el comportamiento, el uso de fotos y vídeos compartidos, los likes, rankings de popularidad... son propios del consumo de adolescentes».

Los niños se exponen antes de estar maduros al impacto de su exposición en una comunidad virtual.

«Eres lo que eres en la red», resume Santiago Moll, profesor de secundaria y autor de Empantallados. Cómo convivir con hijos digitales. Y, aunque el docente considera que no hay que temer a las redes, sí hay que cuidar que los chavales no caigan en la trampa de los estereotipos sociales.

«El smartphone es la palanca actual para entrar en la vida de los jóvenes adultos»

«A las compañías que dirigen estas plataformas les interesa la información y la entrada en este consumo. Cuando estos críos cumplan la mayoría de edad llevarán ya ocho o diez años consumiendo redes sociales», advierte el catedrático Micó.

Permisividad

De ahí la importancia en la educación digital. El estudio de la URL destaca con cifras el desistimiento de los adultos en el control parental. La mitad de los alumnos de 12 a 15 años responden que sus padres les dan plena libertad para navegar y no interfieren en el uso de dispositivos. Un 40% contesta que sus padres les siguen en las redes sociales, aunque un 20% de los chicos se muestra en total desacuerdo con esta decisión.

«Los chavales conocen mucho mejor que sus padres el entorno digital, pero eso no quiere decir que los padres dimitan de educarles», explica Pau López, dinamizador de grupos de adolescentes y padres desde hace 25 años. «Al contrario, los adultos podemos ayudarles con nuestro criterio porque tenemos mucha más experiencia sobre la vida», añade. A su juicio, no se trata de saber más sino de comprender lo que ocurre para atender mejor.

«Un padre puede ayudar a que el
hijo comprenda la importancia de planificar mejor los deberes, y este puede utilizar una aplicación para apoyarse»,
asegura.

«En el fondo, los chavales también están preocupados por cómo usan la tecnología. Y se ayudan. 'Deja el móvil que estás siempre enganchado', se amonestan unos a otros». López, también profesor de psicología en la URL, indica que cuando les pregunta a los adolescentes qué les gusta hacer, todos responden que lo que más desean, incluso por encima de la tecnología, es «salir, hablar, estar juntos». Los móviles dan la opción de seguir unidos después de reunirse en la plaza o el parque.

Para López, «hay que estar ahí para acompañarles en cuestiones básicas que podrían quedar distorsionadas por las redes, como que sepan que el esfuerzo tiene sentido y merece la pena, que no todos los frikis triunfan con facilidad, que huyan de los estereotipos, que cuantas más actividades conozcan y más pasiones tengan, mejor será su vida».
 
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