Lo de la hija de la luna era cuestión de tiempo. Se habló en el foro, que tenía los días contados de favorita. Mientras fue la pegatina y el complemento de su madre era la elegida. Ahora la madraza tiene otros intereses y la pobre niña tiene que aguzar el ingenio y la picardía para poder pillar algo de comida fuera del estricto racionamiento de esa casa. A mi que alguien me explique como es posible que unos niños estén tan pendientes de las comidas o que saquen el plato para que le echen con dos años. Hablamos de hoy día, que no se pasa hambre ni carencias, que cualquier niño puede acceder a algo para picotear o matar el apetito, no como en otras épocas que hasta racionaban la harina o el azúcar. Estoy hablando de niños que no están en el umbral de la pobreza, que también los hay en este país. Ahí sería más normal ver ciertas actitudes, pero en una casa en la que se compran zapatillas que valen la mitad de muchos salarios es lo que choca. A nosotras no, claro, ya sabemos como son las cosas ahí. En su momento A también se buscaba la vida sacando el jamón serrano escondido para no tener que compartir una loncha de queso. Esa pobre D ha pasado al montón de los que se zafan solos y ya empieza a coger práctica.
La gilipollas cuenta lo de D como si fuera una gracia y una pícara y las que estamos al loro de esa casa es un detalle que demuestra tanto que no hay mucho más que decir. No tengo duda que hoy en día D se comería un trozo de coliflor del suelo igual que hizo su hermana en su momento. No pasa nada, ella a correr y gracias vida.
