Mira, yo sé que en el tema catalán soy muy intolerante, pero es que me tiene muy calentita. Si de mi dependiera, no te quiero ni contar: el que no quiera ser español, que devuelva el pasaporte y a correr, que el mundo es ancho y grande. Eso sí, el territorio se queda en España porque históricamente pertenece a España a través de la corona de Aragón. Y punto pelota.Lo de la falta de paciencia no es necesario lo recuerdes, está claro y demostrado.
No creo que el pueblo catalán, del signo que fuere, olvide jamás las cargas policiales efectuadas contra todo aquel que quisiera poner su voto, del tipo que fuese, en una urna. Las intervenciones a base de porrazos, tirones de pelo, lanzamientos al aire de personas sin mirar su edad, impedimentos varios utilizando una descomedida violencia, no pueden olvidarse por quien lo único que deseaba era poner un papel, su papel, en una urna.
No creo que el pueblo catalán olvide la amenaza durante días y más días que suponía más de 120 furgones policiales esperando en el puerto a que se diese la orden de actuar agresivamente.
No creo que el pueblo catalán olvide los piolines contratados y anclados en los puertos de Tarragona y Barcelona, calculados para albergar siete mil agentes de personal dispuesto a utilizar sus instrumentos de ataque y que no vaciló en demostrarlo como buenos lacayos al servicio de la salvajada gubernativa.
No hay por que seguir. Pero no me parece de recibo que a estas alturas menciones que no es necesaria la paciencia cuando se ha demostrado en enorme medida que el incivilismo, la brutalidad, la barbarie, fueron las razones utilizadas ante un pueblo donde la serenidad fue el tono general y dominante.
Y hala, ya puedes seguir jactándote de falta de paciencia.
Ala, crujidme a cruces