Carolina de Mónaco cumple 62 años. Enero 23, 2019

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La primogénita de Raniero de Mónaco cumple 62 años mientras su país sigue buscando un heredero que le devuelva la presencia internacional que le consiguió la exactriz de Hollywood

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Baile de la Rosa de 2016. De izquierda a derecha Beatrice Borromeo,Pierre Casiraghi, Alejandra de Hanover, el príncipe Alberto, su hermana Carolina y su hija Carlota, Tatiana Santo Domingo ,Andrea Casiraghi y el diseñador Karl Lagerfeld. GETTY IMAGES

En las 202 hectáreas de superficie del Principado de Mónaco cabrían 404 campos de fútbol según las medidas reglamentarias, pero también hubo un tiempo en el que se concentró todo el glamur capaz de bailar sin dar pasos en falso en esa pista exclusiva que se conoce con el nombre de alta sociedad, ya fuera de origen noble, financiero o cinematográfico. La abeja reina de aquel panal, que tenía su día grande en el Baile de la Rosa, era Grace Kelly, esa actriz de Hollywood de porte elegante y seductor al mismo tiempo que terminó convertida en princesa Grace de Mónaco por matrimonio, y en ama de casa y representante máxima de su país de opereta por renuncia propia al prometedor futuro como estrella del rutilante Hollywood de los años sesenta.

Cumplió todas las expectativas de su familia de la alta burguesía estadounidense el día que recibió un Oscar en 1955 por su papel en La angustia de vivir, y supero cualquiera de sus expectativas cuando el 19 de abril del año siguiente dio el sí quiero al príncipe Raniero de Mónaco y se convirtió –al menos de cara al exterior– en la perfecta princesa, esposa y madre y en la mejor embajadora de un país diminuto que podría haber acabado en pueblecito francés o italiano de no haber sido por las carambolas de la Historia.

El pasado hollywoodiense de la princesa, sus contactos y los amigos que acudían sin pensarlo a las fiestas que convocaba cada año en su país de cuento, fueran para celebrar la primavera, recaudar fondos para la Cruz Roja o celebrar la fiesta del circo, otorgaron esplendor y presencia a Mónaco en la esfera internacional. Y su belleza, la elegancia que caracterizaba su manera de estar y vestir se extendió a sus hijos: Carolina, Alberto y Estefanía, que pronto se unieron a su madre como el mejor reclamo para ocupar las revistas del corazón o promocionar eventos patrios que continuaban agrandando la leyenda glamurosa del principado.

Este miércoles su primogénita, la princesa Carolina, cumple 62 años y muchas cosas han cambiado desde aquellos tiempos de vino y rosas en el país que hoy regenta su hermano Alberto acompañado por otra princesa, su esposa Charlène, que trata de emular a su suegra –fallecida en un accidente de tráfico en 1982– pero que no consigue ni sonreír ni enamorar a la cámara como ella lo hizo.

36 años que han pasado desde la muerte de la añorada princesa, su hija Carolina se casó demasiado joven con un play boy al que su madre tomó la medida desde el primer minuto, Philippe Junot, se divorció dos años después con gran escándalo para los estándares de la época, volvió a contraer discreto matrimonio con Stéfano Casiraghi estando ya embarazada, tuvo tres hijos –Andrea, Carlota y Pierre– enviudó con solo 43 años y volvió a casarse con un príncipe de raigambre, Ernesto de Hannover, pero con tendencia a excederse con la bebida. Ni siquiera la hija que tuvieron en común, Alejandra de Hanóver, evitó una separación en toda regla que no ha llegado a divorcio oficial por conveniencia nobiliaria.

Su hermano Alberto se convirtió en la cabeza del Estado después de la muerte de su padre en 2005, pero le acompaña un historial amoroso que no ha colaborado a forjar una imagen de gobernante a la altura de sus progenitores. Los rumores sobre sus inclinaciones sexuales le persiguieron durante años porque a pesar del porte que le había reservado su herencia genética no se decidía por mujer alguna. Se casó con Charlène, una nadadora de élite sudafricana, cuando tenía ya 53 años y, según la rumorología, la novia no se dio a la fuga días antes de la ceremonia porque se llegó a un pacto casi de Estado para evitarlo. Entre los motivos, los hijos extramatrimoniales reconocidos del contrayente: Jazmín Grace y Alexandre Coste, frutos de sus relaciones con la californiana Tamara Rotolo y la azafata togolesa Nicole Coste. La pareja tuvo mellizos, Gabriella y Jacques, en diciembre de 2014, pero su madre sigue sin sonreír demasiado en presencia de su marido y evita todo lo que puede los actos con su familia política.

su otra hija, Camille. Nunca se casaron, aunque la princesa volvió a intentarlo con el domador de circo Adans Lopez Perez. El intento duró solo otro año, y la princesa Estefanía volvió a la soledad de su hogar con sus tres hijos y a seguir siendo la hermana favorita de su hermano Alberto y un miembro de la familia ‘real’ de Mónaco que quería estar lo más alejada posible de esa corte con pretensiones que cada día interesaba a menos gente.

El estilo de Carolina a sus 62 años aún despierta la curiosidad por el Principado y parecía que sus hijos podrían ser los herederos de ese brillo que necesita un territorio tan pequeño para figurar –al menos en la prensa rosa– por algo más que por ser el paraíso fiscal de muchos famosos y millonarios. Andrea se casó con una rica heredera de origen colombiano, Tatiana Santo Domingo. Pierre se dedica a los negocios y contrajo matrimonio con la periodista y aristócrata italiana Beatrice Borromeo. Y Carlota heredó la belleza y el estilo de su madre, se confiesa apasionada de la filosofía y ha tenido sonoras relaciones sentimentales que no terminan de cuajar, incluidas las que la unieron al actor Gad Elmaleh, padre de su hijo Raphael, y al productor cinematográfico Dimitri Rassam con quien el pasado 23 de octubre tuvo a su segundo hijo, Balthazar. De momento su boda con Rassam se ha cancelado sin mayores explicaciones que un desmentido de ruptura y muchos rumores sobre la viabilidad de la pareja. Alejandra, la benjamina de esta rama familiar, tiene 19 años y de momento su vida es de lo más discreta.

Los hijos de Estefanía cubren su cuota de representación en los actos imprescindibles pero siempre has sido tratados como los segundones del Principado. En los próximos meses, la boda de Louis Ducruet con Marie Chevallier, a quien conoció en la universidad, volverá a poner los focos sobre el escenario de Mónaco. Pero ya hace más de tres décadas que la herencia que dejó Grace Kelly se va apagando sin remedio en el Mónaco que ella consiguió convertir en un país digno de alfombra roja.


https://elpais.com/elpais/2019/01/22/gente/1548185185_957378.html
 
Les recuerdo a los de El Pais que heredero ya hay y si llama Jacques...
Estoy contigo porque además sabéis mi debilidad con mis "pelones que eran de peques" pero es cierto que supongo que lo han hecho para llamar la atención sobre el hecho de que "heredar el glamour" que era uno de los puntos fuertes de Mónaco lo cierto es que nadie lo ha heredado. Carolina es quien más despuntaba pero eso interfería con Alberto y su descendencia, Charlene vive condicionada por una situación y como Letizia quiere llevar también otro tipo de vida, y los hijos.... ninguno tiene glamour. Mi esperanza es la simpatía de Gabriella y que de mayor nos de alguna sorpresa al respecto. Porque como hablábamos el otro día en el foro Mónaco tiene que evolucionar porque eventos como el circo se están convirtiendo en polémicos y no glamurosos.
 
Les recuerdo a los de El Pais que heredero ya hay y si llama Jacques...


El Pais habla de otro tipo de herencia: la capacidad de llamar la atencion, de tener el principado en el candelero, de llegar a portadas internacionales. Eso fue lo que empezo Grace, inventando evento y llamando a sus amigos actores y millonarios glamurosos. Es ese tipo de herencia que con el retiro de Caroline se ha perdido: sus hijos, los mas interesantes para la prensa rosa, estan medio retirados y defienden con unas y dientes sy privacidad. Stephanie no esta interesada y sus hijos son bastante wannabe, Charlene es totalmente inadecuada, es el gran error de Albert, y los mellizos estan pequenos. El legado de Grace se esta perdiendo y Monaco no tiene un heredero de este glamour. Yo estoy de acuerdo con El Pais
 
Me parece injusto el título, ya que si habla de Grace, princesa consorte, debería mencionar a Charlene, la nueva. Caroline no es la princesa consorte y no es quien está a cargo del mismo papel que tuvo Grace.

El título debería ser:
Del glamuroso Mónaco de la princesa Grace al principado venido a menos de Charlene.
 
Me parece injusto el título, ya que si habla de Grace, princesa consorte, debería mencionar a Charlene, la nueva. Caroline no es la princesa consorte y no es quien está a cargo del mismo papel que tuvo Grace.

El título debería ser:
Del glamuroso Mónaco de la princesa Grace al principado venido a menos de Charlene.
Exacto lo mismo iba decir, el título esta mal, la decadencia del príncipado viene de la mano de Alberto y su pricesa consorte. Conste que Alberto me cae bien, pero es la realidad.
 
El Pais habla de otro tipo de herencia: la capacidad de llamar la atencion, de tener el principado en el candelero, de llegar a portadas internacionales. Eso fue lo que empezo Grace, inventando evento y llamando a sus amigos actores y millonarios glamurosos. Es ese tipo de herencia que con el retiro de Caroline se ha perdido: sus hijos, los mas interesantes para la prensa rosa, estan medio retirados y defienden con unas y dientes sy privacidad. Stephanie no esta interesada y sus hijos son bastante wannabe, Charlene es totalmente inadecuada, es el gran error de Albert, y los mellizos estan pequenos. El legado de Grace se esta perdiendo y Monaco no tiene un heredero de este glamour. Yo estoy de acuerdo con El Pais

Los hijos de Carolina, no creo que defiendan a muerte su privacidad, pero ellos no son los herederos, hay una consorte la que fue nombrada princesa y es la que tenía que trabajar de la mano de alberto y no resultó, Alberto apostó por ella y no funcionó, eso que Carolina y sus hijos siempre apoyaron a su tio y esposa en los primeros años de matrimonio y acudían a varios actos acompañandolos, por lo mismo creo que eso molestó a Charlenne (ella hasta a sus hermanos trajo, para dar glamour..jsja!!) que empezó con malas caras, hasta que finalmente Caroline y los Casiraghi de a poco se han ido retirando. Creo que Alberto demoró demasiado en tener hijos y su herederido ni un brillo el niño, sacó el carácter de la madre.
En mi opinión, Mónaco hubiera mantenido el glamour si Carolina y sus hijos hubieran sido los herederos, imaginan todos los Casiragui con sus señoras y pequeñines viviendo en palacio, si que tendríamos cotilleo de Palacio.
 
Yo creo que en este tipo de noticias se olvidan que los tiempos de Grace no son los de ahora. El glamour de la epoca no era solo por Grace. Era un todo, las juntas, los bailes, etc. También el publico. Antes el circo de Monaco era un gran evento. Hoy en día la gente ya no ve con mismos ojos los circos con animales, etc. Los bailes y citas sociales de la epoca de Grace hoy en en día parecerían frívolos y no le jugarían en favor al principado.
Esa epoca ya pasó. Hay que mirar hacia el futuro.
 
Yo creo que en este tipo de noticias se olvidan que los tiempos de Grace no son los de ahora. El glamour de la epoca no era solo por Grace. Era un todo, las juntas, los bailes, etc. También el publico. Antes el circo de Monaco era un gran evento. Hoy en día la gente ya no ve con mismos ojos los circos con animales, etc. Los bailes y citas sociales de la epoca de Grace hoy en en día parecerían frívolos y no le jugarían en favor al principado.
Esa epoca ya pasó. Hay que mirar hacia el futuro.

y precisamente es lo que le falta a Monaco, una princesa que sepa mirar hacia el futuro, como en su dia supo hacerlo Grace
 
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