Carolina de Mónaco, la princesa que mandaba demasiado

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MUJERHOY

Carolina de Mónaco, la princesa que mandaba demasiado y a la que cortaron las alas

Admirada por unos y temida por otros, Carolina de Mónaco siempre ha sido identificada como la más «mandona» de los hermanos Grimaldi. ¿Respaldan los hechos esta teoría?

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Silvia Vivas

24 de febrero de 2024

Desde que nació un 23 de enero de 1957 Carolina de Mónaco apuntaba maneras. La primogénita de la pareja formada por Grace Kelly y el príncipe Rainiero III nunca estuvo destinada a gobernar el principado… oficialmente. Pero Carolina es mucha Carolina.

Princesa de Hannover por matrimonio, la princesa Carolina ha «reinado» de una forma u otra desde que llegó al mundo y no sólo nos referimos a ser la estrella en las portadas de las revistas y el front row de los desfiles de alta costura parisinos.

Grimaldi de los pies a la cabeza y heredera de una tradición de mujeres fuertes y libres, para muchos Carolina ha sido desde el primer día la más apta y glamurosa de los tres hermanos monegascos al frente del principado y ocupa de maravilla el puesto de cabeza visible de la familia.

Circunstancias dramáticas, como el fallecimiento prematuro de su madre o el dilatado retiro de la princesa Charlène por enfermedad, son un buen ejemplo de ello. Ambos acontecimientos convirtieron a Carolina en la primera dama oficiosa de Mónaco. Un papel en el que se parece sentir cómoda y que sólo abandonó en el pasado cuando falleció su esposo Stefano Casiraghi.

Pero contra el vicio de pedir un hueco en la escena pública, también está la virtud de no dar, y eso es lo que debieron pensar en más de una ocasión todos aquellos que temían quedar eclipsados por la princesa. Durante mucho tiempo se ha rumoreado que Carolina y Charlène vivían una relación conflictiva, pero la sudafricana no es la única con la que la royal que «mandaba» por encima de sus posibilidades ha tenido un conflicto. Ahora parece que las personas que han deseado que dejara de brillar han conseguido su objetivo, más o menos.

Los enemigos de Carolina de Mónaco que le cortaron las alas​


Lo contaba el propio Rainiero III a la prensa. Sus hijos no pisaban su despacho, no tenían permiso para acercarse a sus estancias, en definitiva, no debían interferir con su vida diaria.

Pero una Carolina diminuta se atrevió a interrumpir una de sus complicadas reuniones de estado para hablar con él por teléfono. «La telefonista llamó a mi línea privada en el momento en que yo trabajaba en un asunto urgente y no tuve más remedio que dedicar un momento a una señorita a quien solía leer las historias del Doctor Seuss», recordaba el gobernante de Mónaco.

Carolina nunca le tuvo miedo a su padre, a la prensa ni a nadie. Mientras su hermano tartamudeaba ante la figura paterna, Carolina se escapaba de sus habitaciones como una maestra en escapismo para poder disfrutar de una buena juerga. Ni su matrimonio prematuro con Philippe Junot ni su divorcio posterior consiguieron que su estela sobre el principado se apagara. De hecho, aumentó.

Tanto es así que el príncipe Rainiero, en los últimos años de su vida, se planteó convertir a Andrea Casiraghi (menor de edad), en su sucesor. La idea era modificar los estatutos de sucesión en beneficio de Carolina sobre Alberto porque no consideraba que su hijo, solterón empedernido, pudiera darle continuidad a la dinastía Grimaldi.

Una carta fechada en 2002 muestra las reuniones al más alto nivel que el príncipe mantuvo para convertir a Andrea Casiraghi en heredero. Pero los abogados recomendaron un cambio más al príncipe: para hacer efectivo el cambio era necesario que Carolina renunciara a sus derechos a la corona en beneficio de su hijo. Todos tenían miedo de la princesa que mandaba demasiado. Al final, todo se quedó como estaba y cuando Rainiero falleció, Alberto ocupó su lugar.

Eso no significaba que Carolina estuviera de acuerdo con su posición en el principado. Y lo hacía saber. Se quejó del reparto de bienes de Rainiero, se quejó cuando no disponía de las joyas de los Grimaldi para eventos privados, se quejó del presupuesto asignado para su manutención, y entre queja y queja, aseguró su parcela de influencia y poder.

El ex asesor de los Grimaldi, Claude Palmero, describe en sus diarios que Carolina convirtió el castillo familiar de Marchais en su feudo, un sitio perteneciente a la corona en el que en realidad la princesa de Hannover lo decidía todo, desde la decoración al menú.

Ante la actitud de la hermana mayor del príncipe, Rainiero decide como meta personal cortarle las alas, al menos las económicas. Comienza a rechazar los gastos de la princesa que desea cargar a las arcas nacionales gastos personales los viajes en primera clase de sus secretarias. Pone límite a sus tarjetas. Intenta por todo los medios que se ajuste al presupuesto asignado.
 
Interesante pero demasiado generico ¿se quiere insinuar que es gastona? ¿Que no tiene ingresos propios.? ¿No le paga chanel? ¿Que se ha quedado con todos los vestidos y joyas?. A mi me parece ambiciosilla y snob y le habría gustado ser reinante, aunque no se si lo habría hecho bien por su falta de formación académica, pues el príncipe no es un monarca al uso ya que reina y gobierna
 
Interesante pero demasiado generico ¿se quiere insinuar que es gastona? ¿Que no tiene ingresos propios.? ¿No le paga chanel? ¿Que se ha quedado con todos los vestidos y joyas?. A mi me parece ambiciosilla y snob y le habría gustado ser reinante, aunque no se si lo habría hecho bien por su falta de formación académica, pues el príncipe no es un monarca al uso ya que reina y gobierna
Supongo que habrá tenido etapas, como todos, de tener más o menos dinero.

Rainiero me imagino que les habrá dado una asignación a cada uno de sus hijos durante toda la vida.

Tampoco es que se haya casado con hombres con poco dinero...
 
MUJERHOY

Carolina de Mónaco, la princesa que mandaba demasiado y a la que cortaron las alas

Admirada por unos y temida por otros, Carolina de Mónaco siempre ha sido identificada como la más «mandona» de los hermanos Grimaldi. ¿Respaldan los hechos esta teoría?

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Silvia Vivas

24 de febrero de 2024

Desde que nació un 23 de enero de 1957 Carolina de Mónaco apuntaba maneras. La primogénita de la pareja formada por Grace Kelly y el príncipe Rainiero III nunca estuvo destinada a gobernar el principado… oficialmente. Pero Carolina es mucha Carolina.

Princesa de Hannover por matrimonio, la princesa Carolina ha «reinado» de una forma u otra desde que llegó al mundo y no sólo nos referimos a ser la estrella en las portadas de las revistas y el front row de los desfiles de alta costura parisinos.

Grimaldi de los pies a la cabeza y heredera de una tradición de mujeres fuertes y libres, para muchos Carolina ha sido desde el primer día la más apta y glamurosa de los tres hermanos monegascos al frente del principado y ocupa de maravilla el puesto de cabeza visible de la familia.

Circunstancias dramáticas, como el fallecimiento prematuro de su madre o el dilatado retiro de la princesa Charlène por enfermedad, son un buen ejemplo de ello. Ambos acontecimientos convirtieron a Carolina en la primera dama oficiosa de Mónaco. Un papel en el que se parece sentir cómoda y que sólo abandonó en el pasado cuando falleció su esposo Stefano Casiraghi.

Pero contra el vicio de pedir un hueco en la escena pública, también está la virtud de no dar, y eso es lo que debieron pensar en más de una ocasión todos aquellos que temían quedar eclipsados por la princesa. Durante mucho tiempo se ha rumoreado que Carolina y Charlène vivían una relación conflictiva, pero la sudafricana no es la única con la que la royal que «mandaba» por encima de sus posibilidades ha tenido un conflicto. Ahora parece que las personas que han deseado que dejara de brillar han conseguido su objetivo, más o menos.

Los enemigos de Carolina de Mónaco que le cortaron las alas​


Lo contaba el propio Rainiero III a la prensa. Sus hijos no pisaban su despacho, no tenían permiso para acercarse a sus estancias, en definitiva, no debían interferir con su vida diaria.

Pero una Carolina diminuta se atrevió a interrumpir una de sus complicadas reuniones de estado para hablar con él por teléfono. «La telefonista llamó a mi línea privada en el momento en que yo trabajaba en un asunto urgente y no tuve más remedio que dedicar un momento a una señorita a quien solía leer las historias del Doctor Seuss», recordaba el gobernante de Mónaco.

Carolina nunca le tuvo miedo a su padre, a la prensa ni a nadie. Mientras su hermano tartamudeaba ante la figura paterna, Carolina se escapaba de sus habitaciones como una maestra en escapismo para poder disfrutar de una buena juerga. Ni su matrimonio prematuro con Philippe Junot ni su divorcio posterior consiguieron que su estela sobre el principado se apagara. De hecho, aumentó.

Tanto es así que el príncipe Rainiero, en los últimos años de su vida, se planteó convertir a Andrea Casiraghi (menor de edad), en su sucesor. La idea era modificar los estatutos de sucesión en beneficio de Carolina sobre Alberto porque no consideraba que su hijo, solterón empedernido, pudiera darle continuidad a la dinastía Grimaldi.

Una carta fechada en 2002 muestra las reuniones al más alto nivel que el príncipe mantuvo para convertir a Andrea Casiraghi en heredero. Pero los abogados recomendaron un cambio más al príncipe: para hacer efectivo el cambio era necesario que Carolina renunciara a sus derechos a la corona en beneficio de su hijo. Todos tenían miedo de la princesa que mandaba demasiado. Al final, todo se quedó como estaba y cuando Rainiero falleció, Alberto ocupó su lugar.

Eso no significaba que Carolina estuviera de acuerdo con su posición en el principado. Y lo hacía saber. Se quejó del reparto de bienes de Rainiero, se quejó cuando no disponía de las joyas de los Grimaldi para eventos privados, se quejó del presupuesto asignado para su manutención, y entre queja y queja, aseguró su parcela de influencia y poder.

El ex asesor de los Grimaldi, Claude Palmero, describe en sus diarios que Carolina convirtió el castillo familiar de Marchais en su feudo, un sitio perteneciente a la corona en el que en realidad la princesa de Hannover lo decidía todo, desde la decoración al menú.

Ante la actitud de la hermana mayor del príncipe, Rainiero decide como meta personal cortarle las alas, al menos las económicas. Comienza a rechazar los gastos de la princesa que desea cargar a las arcas nacionales gastos personales los viajes en primera clase de sus secretarias. Pone límite a sus tarjetas. Intenta por todo los medios que se ajuste al presupuesto asignado.
Jajaja ya no saben qué escribir para vender... Hasta donde de sabe, a la que le cortaron las alas económicamente (por su mala elección de parejas y decisiones) fue a Stéphanie. Claro está que nunca viviría como cualquier hijo de vecino, pero se sabe que su herencia (más reducida que la de sus hermanos) es administrada por Albert.

Muchos de estos medios rosas olvidan que hay entrevistas de los 80's y 90's (que cualquiera puede ver en YouTube), donde Caroline expresa su deseo de que Albert pronto se casara y diera descendencia para que ella pudiera dedicarse a su vida privada y a su familia, cumpliendo un pequeño coto representativo como princesa, pero no como primera dama.

También a todos los que dicen que fue la peor juzgando a su hermana, hay otra entrevista de lo 80's donde le preguntan si ella aconseja a su hermana sobre cómo comportarse, y ella dice que obviamente si, pero que Stéphanie no le hacía caso y también señala que tampoco es que hiciera cosas distintas a jóvenes de su edad, solo que a ella se le juzgaba más duramente.

También hay un post de Charlene (cuando tenía instagram) de 2021, cuando enfermó y tuvo que quedarse en Sudáfrica, y sube una foto de los mellizos acompañados por su cuñada en una exposición canina, en la que decía algo así como "hanging out with auntie Caroline". Eso sin contar las muchas fotografías de las dos cuñadas conviviendo de manera cercana en actos privados (conciertos, bodas, etc).

Se que el tema de Caroline bruja da para mucho, pero ya raya en lo absurdo tanta cosa que le inventan, cuando no hay más que verla para darse cuenta qué es lo que realmente le ha importado en cada etapa de su vida, sin dejar de lado la responsabilidad que le tocó por la irresponsabilidad de Albert de cumplir con su función de heredero cuando le correspondía.

Criticarla por haber sido de niña caprichosa y mandona y querer aplicarle esos calificativos para toda su vida es tonto y absurdo. Todos evolucionamos y nadie es la misma persona siempre (también dicho por su hermano, quien la menciona como una de las personas en las que más confianza tiene respecto a criterio).

En fin, esto denota que hay tanta personalidad de pacotilla ahora que no interesa nada ni a nadie, que por eso se tiene que sacar de vez en cuando del armario a una mujer icono, pero casi heptagenaria, para vender noticias falsas sobre ella. Increíble.
 
Jajaja ya no saben qué escribir para vender... Hasta donde de sabe, a la que le cortaron las alas económicamente (por su mala elección de parejas y decisiones) fue a Stéphanie. Claro está que nunca viviría como cualquier hijo de vecino, pero se sabe que su herencia (más reducida que la de sus hermanos) es administrada por Albert.

Muchos de estos medios rosas olvidan que hay entrevistas de los 80's y 90's (que cualquiera puede ver en YouTube), donde Caroline expresa su deseo de que Albert pronto se casara y diera descendencia para que ella pudiera dedicarse a su vida privada y a su familia, cumpliendo un pequeño coto representativo como princesa, pero no como primera dama.

También a todos los que dicen que fue la peor juzgando a su hermana, hay otra entrevista de lo 80's donde le preguntan si ella aconseja a su hermana sobre cómo comportarse, y ella dice que obviamente si, pero que Stéphanie no le hacía caso y también señala que tampoco es que hiciera cosas distintas a jóvenes de su edad, solo que a ella se le juzgaba más duramente.

También hay un post de Charlene (cuando tenía instagram) de 2021, cuando enfermó y tuvo que quedarse en Sudáfrica, y sube una foto de los mellizos acompañados por su cuñada en una exposición canina, en la que decía algo así como "hanging out with auntie Caroline". Eso sin contar las muchas fotografías de las dos cuñadas conviviendo de manera cercana en actos privados (conciertos, bodas, etc).

Se que el tema de Caroline bruja da para mucho, pero ya raya en lo absurdo tanta cosa que le inventan, cuando no hay más que verla para darse cuenta qué es lo que realmente le ha importado en cada etapa de su vida, sin dejar de lado la responsabilidad que le tocó por la irresponsabilidad de Albert de cumplir con su función de heredero cuando le correspondía.

Criticarla por haber sido de niña caprichosa y mandona y querer aplicarle esos calificativos para toda su vida es tonto y absurdo. Todos evolucionamos y nadie es la misma persona siempre (también dicho por su hermano, quien la menciona como una de las personas en las que más confianza tiene respecto a criterio).

En fin, esto denota que hay tanta personalidad de pacotilla ahora que no interesa nada ni a nadie, que por eso se tiene que sacar de vez en cuando del armario a una mujer icono, pero casi heptagenaria, para vender noticias falsas sobre ella. Increíble.
He puesto la noticia porque no sabía nada de que, supuestamente, Rainiero le había cortado el grifo económico siendo más joven. Pero vamos, igual, como dices, se confundieron de hija.

En cualquier caso, a mí Carolina me sigue pareciendo una señora muy elegante, que parece feliz viviendo al margen de los focos. Tampoco me cuadra mucho que de adolescente haya sido caprichosa, eso le pega más a Estefanía.
 
He puesto la noticia porque no sabía nada de que, supuestamente, Rainiero le había cortado el grifo económico siendo más joven. Pero vamos, igual, como dices, se confundieron de hija.

En cualquier caso, a mí Carolina me sigue pareciendo una señora muy elegante, que parece feliz viviendo al margen de los focos. Tampoco me cuadra mucho que de adolescente haya sido caprichosa, eso le pega más a Estefanía.
Claro prima, gracias por compartirla. Mi comentario no era con el afán de criticarte a ti, sino a cómo la prensa rosa casi de manera generalizada vende la historia de que Caroline es poco menos que Lucrecia Borgia jiji.

Yo creo que de pequeñas y ya bien entradas en la adolescencia (e incluso ya pasados los 20 años) ambas hermanas fueron bastante caprichosas y rebeldes, aunque la consentida de ambos padres fue Stephanie y a Caroline su madre la limitaba mucho. Al final a ambas la vida les da el primer vapuleo con la muerte de Grace, después de la cual es Caroline quien sienta cabeza, asume el papel de primera dama y se convierte en la imagen por excelencia del principado, mientras que su hermana menor se desboca, también aprovechando que su padre no le negaba nada. En cambio, Stephanie vino sentando cabeza, a mi parecer, hasta que muere su padre, hace casi 19 años.

Como bien dices, Caroline es una señora elegante, con estilo y que a mi también me parece que vive contenta detrás de cámaras, cumpliendo con algunos actos de representación, pero dejando las funciones de primera dama a quien corresponden para ella poder dedicarse a su familia y a disfrutar la vida, como debe ser. Saludos.
 
Claro prima, gracias por compartirla. Mi comentario no era con el afán de criticarte a ti, sino a cómo la prensa rosa casi de manera generalizada vende la historia de que Caroline es poco menos que Lucrecia Borgia jiji.

Yo creo que de pequeñas y ya bien entradas en la adolescencia (e incluso ya pasados los 20 años) ambas hermanas fueron bastante caprichosas y rebeldes, aunque la consentida de ambos padres fue Stephanie y a Caroline su madre la limitaba mucho. Al final a ambas la vida les da el primer vapuleo con la muerte de Grace, después de la cual es Caroline quien sienta cabeza, asume el papel de primera dama y se convierte en la imagen por excelencia del principado, mientras que su hermana menor se desboca, también aprovechando que su padre no le negaba nada. En cambio, Stephanie vino sentando cabeza, a mi parecer, hasta que muere su padre, hace casi 19 años.

Como bien dices, Caroline es una señora elegante, con estilo y que a mi también me parece que vive contenta detrás de cámaras, cumpliendo con algunos actos de representación, pero dejando las funciones de primera dama a quien corresponden para ella poder dedicarse a su familia y a disfrutar la vida, como debe ser. Saludos.
Primo 😅

Sí, yo también creo que está más "libre" desde que ya no hace de primera dama.

A mí siempre me ha parecido más madura y sensata Carolina, como muy centrada.
 
Todos los hermanos Grimaldi heredaron millones tras la muerte de Ranieri, ni hablar de la herencia de Grace, excepto que Ranieri asignó una suma menor a Estefania, digamos, sabiendo la propensión de la hija menor a rodearse de cazafortunas... aunque la "herencia minor" sea algo que estaría bien para mi y creo cada uno de nosotros!
 

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