Don Juan Carlos vuelve al quirófano para ser intervenido de la rodilla

Seguimos con el segundo capítulo de la tragicomedia griega. Elena, conociendo el percal, acudió al hospital por la mañana y estuvo con su adorado padre mucho tiempo en buena síntonia porque se llevan muy bien. Pasa de la Familia Irreal y no se quiere inmuscuir con la Familia Real porque ella tiene muy claro quíen son cada uno de ellos. El momento de la llegada de la Familia Real y de la Reina Emérita es un nuevo triunfo para doña Sofía y si me apúrais, un golpe duro de los nobles a esta Reina Consorte obligándola a trabajar y a visitar a su suegro el fin de semana( El Rey Emérito apuesto que no la recibe en la habitación porque se puede armar la dioses cristos). E
 
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Segundo acto del teatro. Todo muy ficticio y ensayado. Letizia como siempre nerviosa y mirando y supervisando.
Hay que esperar la siguiente aparición de Letizia en solitario.Pero ya no nos tragamos nada.
 
¡¡¡Qué bonito!!! :cry::cry::cry:¡Que entrañable austeridad que las menores compartan las gabardinas de su madre! :love::love: Disculpadme compiprimas, pero la emoción que siento y los cariñosos gritos de mi compi marío sugiriéndome, protocolariamente of course, que suelte el portátil de los cohones y haga la ensalada que ya está casi a punto la barbacoa me impiden seguir tragándome la rueda de molino seguir disfrutando de tan maravilloso momentazo histórico.
Vuelvo en cuanto pueda.:p
 
La vimos muy pocas veces y por ahora hemos recopilado: muchos golpes de melena y miradas raras; 'mamà nos han pillado' tapandose la cara; 'pareces una tia' al padre; preguntar, ya hace años, por su primer discurso; pedir reverencias a las compañeras; hacer deplorables bailecitos frente a la sopa caliente; dar manotazos a la abuela.
No sabe hacer reverencias, saluda en primer lugar a los Rocasolanos el día de la entrega del Toisón, tira al abuelo a la silla de un cariñoso abrazo (en honor a la verdad, no creo que por maldad, sino por torpeza pura), se sienta con las piernas abiertas, pasa del abuelo el día de la abdicación haciendo gestos contrariados y apartando la cara cuando éste trata de hacerle carantoñas...
La niña es como es y la han educado como la han educado. Y eso tiene muy poco arreglo.
Una auténtica pena.
Lo honesto habría sido admitir la realidad. No pasa nada. España habría comprendido perfectamente. Pero estos dos no se lo podían permitir. No porque su reinado esté cogido con alfileres, sino por sus peculiares formas de ser.
 
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