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Fiel a su cita con el Mobile World Congress (MWC), el rey Felipe VI ha acudido esta tarde a la cena de inauguración del Salón de telefonía móvil más importante del mundo, un acto en el que ha coincicido con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el president de la Generalitat, Carles Puigdemont. Un encuentro mediático, el primero de 2017 y con el referéndum catalán en la agenda soberanista, donde el Rey ha aprovechado el éxito del congreso para llamar a las diferentes administraciones a mantener una "colaboración leal y generosa".
En un discurso en catalán, castellano y sobre todo en inglés, Felipe VI ha mencionado el trabajo específico del Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat, el Ministerio de Industria y la GSMA (la entidad organizadora) en la celebración del MWC para reivindicar una "colaboración leal y generosa" entre instituciones. "Es la que mejor facilita e impulsa el crecimiento económico, un mayor conocimiento e interconexión entre las personas, y el progreso y el bienestar general de la sociedad", ha apuntado.
En sus palabras, el Rey también ha asegurado que este trabajo "conjunto" "hace posible que esta cita de referencia mundial aporte prestigio, reputación y reconocimiento a Barcelona, Cataluña y al conjunto de España".
Palabras que se pueden interpretar como una llamada a la unión en plena operación diálogo del Gobierno con la Generalitat y ante los actores protagonistas de ambas partes, con Puigdemont y Sáenz de Santamaría en primer plano.
En cambio, Puigdemont no ha hecho ninguna referencia ni explícita ni implícita al proceso soberanista ni al diálogo en su discurso y sólo se ha limitado en poner en valor las capacidades y el atractivo empresarial de Cataluña.
Saludo cordial
El Rey y el presidente de la Generalitat de Cataluña se han saludado con cordialidad al encontrarse en la recepción previa a la cena de bienvenida de los participantes del Mobile World Congress.
Sobre las 19.30 horas, Felipe VI ha llegado a las puertas del Palau de la Música, donde, al bajarse del vehículo oficial, le aguardaban Puigdemont, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal.
Don Felipe ha llegado acompañado de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y del delegado del Ejecutivo en Cataluña, Enric Millo.
A continuación, don Felipe ha entrado con Colau en el vestíbulo para saludar el resto de autoridades, al igual que Puigdemont, aunque éste lo ha hecho algo más rezagado.
Aunque estaba en la lista de invitados a la cena, no ha asistido al acto la presidenta del Parlament catalán, Carme Forcadell.
En los aledaños del edificio, ha habido algunas protestas, una de ellas en defensa de la independencia de Cataluña, sin que se hayan registrado incidentes con los agentes de la policía que les han controlado.
