Los piñones cada vez son menos y su negocio está destinado a hundirse. Hay que ser corto para pagar por nada. Sus libros de cocina aún suscitan interés. Todavía consulto su primer libro para hacer el pan o el bizcocho de naranja. Pero los libros de ahora parece q se venden por pena. En fins
En serio crees que hay quien compra libros "por pena"? ...