Mi adorado Molière (Jean-Baptiste Poquelin), el dramaturgo cómico más genial de todos los tiempos, con permiso de Lope de Vega o Cervantes o Woody Allen.
Sin pelos en la lengua en la Corte del Rey Sol, dando en la diana de la vanidad de la nobleza, la hipocresia de la Iglesia, la farsa de los médicos y del matrimonio...Llegaron a censurarle sus obras. Tuvo una vida de novela, pero su Tartufo, su Escuela de Mujeres, Escuela de Maridos, el Enfermo Imaginario, Médico a la fuerza... ¡simplemente geniales! En casa mi hermana y yo llegamos a leer uss obras conjuntamente, dando voz a los diferentes personajes, a duras penas por la risa que nos provocaba sus ocurrencias... Es imprescindible leer a Molière y el goce de ver una representación ya ni digamos.
Le adoro. Puedo admirar a Shakespeare, pero adoro la genialidad de Molière. No puedo evitarlo.
Sí, sí, si tú te puedes casar como te dé la gana, por supuesto, así como yo soy libre de pensar que las novias iban horterísimas. Por lo menos las que veía yo. Que yo de ti no digo nada, pero las bodas que veía yo, era para verlas, con decirte que nos pegábamos cerca de dos horas viendo las bodas.
Me encantaría ir a Saint Remy, el pueblo donde vivió Van Gogh una temporada.
