Bimani13 —-Laura corsini

Poco se ha hablado aquí de la cuñadísima, Cristina Oria. Es que no la soporto, de verdad. Para haber estudiado en lo más de lo más, la veo muy torpe cocinando, cero maña y cero gracia. No sé cómo tiene tanto éxito. Sus gofres, de los que tanto alardea, son de masa congelada, que vi un día al repartidor haciendo la entrega.
Me parece sublime como puede seguir estafando a la gente con lo que hace. La tienda de Serrano es cara y mala
 
Poco se ha hablado aquí de la cuñadísima, Cristina Oria. Es que no la soporto, de verdad. Para haber estudiado en lo más de lo más, la veo muy torpe cocinando, cero maña y cero gracia. No sé cómo tiene tanto éxito. Sus gofres, de los que tanto alardea, son de masa congelada, que vi un día al repartidor haciendo la entrega.
Esta semana he estado en un restaurante en Francia (de los baratetes) y por lo que entendí de la carta, cuando un producto está descongelado están obligados a indicarlo. Eso en España no existe todavía? No me suena haberlo visto nunca
 
Poco se ha hablado aquí de la cuñadísima, Cristina Oria. Es que no la soporto, de verdad. Para haber estudiado en lo más de lo más, la veo muy torpe cocinando, cero maña y cero gracia. No sé cómo tiene tanto éxito. Sus gofres, de los que tanto alardea, son de masa congelada, que vi un día al repartidor haciendo la entrega.
Otro saca-dinero para gente con pretensiones de pijos y millonarios. Los verdaderos ricos no van a Cristina Oria ni compran en Bimani...

Si os dais cuenta, Bimani nació porque una niña bien de manual, que nació y se crió entre camisas buenas de algodón y gente que se las planchaba, descubrió un día -supongo que después de enfrentarse a la primera maleta arrugada sin el servicio de mami a mano para que se la planchara- que había telas que no se arrugaban, oh milagro. Lo que viene siendo el poliéster de toda la vida. Y lo vendió y vende como la maravilla de las maravillas.

Como dijo alguien aquí el otro día, no son más que pijas desubicadas que juegan a lo aspiracional para que otras quieran ser como ellas.
 
Otro saca-dinero para gente con pretensiones de pijos y millonarios. Los verdaderos ricos no van a Cristina Oria ni compran en Bimani...

Si os dais cuenta, Bimani nació porque una niña bien de manual, que nació y se crió entre camisas buenas de algodón y gente que se las planchaba, descubrió un día -supongo que después de enfrentarse a la primera maleta arrugada sin el servicio de mami a mano para que se la planchara- que había telas que no se arrugaban, oh milagro. Lo que viene siendo el poliéster de toda la vida. Y lo vendió y vende como la maravilla de las maravillas.

Como dijo alguien aquí el otro día, no son más que pijas desubicadas que juegan a lo aspiracional para que otras quieran ser como ellas.
Lo has bordao ... !!;)
 
Me van a llover aspas pero.... Sobre Bimani y Cristina Oria como empresas, estoy de acuerdo en que la gente con muchísimo dinero no son sus principales clientes, en efecto. Pero... es que no tienen por qué serlo. Hay diferentes targets, diferentes mercados. La persona que se pasea por el barrio de Salamanca, o las Rozas Village, y para a tomar un café con un gofre o a picar algo, o la persona que compra ropa de oficina colorida que no se arruga es un sector de renta mas o menos holgada pero no altísima, con un punto importante aspiracional. Hay un mercado que ellas explotan y que está ahí, si no son ellas serán otras empresas, y no tiene nada de malo ni ridículo.
 
Me van a llover aspas pero.... Sobre Bimani y Cristina Oria como empresas, estoy de acuerdo en que la gente con muchísimo dinero no son sus principales clientes, en efecto. Pero... es que no tienen por qué serlo. Hay diferentes targets, diferentes mercados. La persona que se pasea por el barrio de Salamanca, o las Rozas Village, y para a tomar un café con un gofre o a picar algo, o la persona que compra ropa de oficina colorida que no se arruga es un sector de renta mas o menos holgada pero no altísima, con un punto importante aspiracional. Hay un mercado que ellas explotan y que está ahí, si no son ellas serán otras empresas, y no tiene nada de malo ni ridículo.
El problema es vender calidad sublime y lujo "asequible" cuando en realidad se trata de productos muy básicos a precios claramente inflados. Sus clientes no tienen la culpa, a todos nos han engañado y engañan, es el capitalismo. Pero está bien decirlo y que quede claro que no todo el mundo les compra su estrategia.
 
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