Haciendo negocio a cuenta de la boba de Märtha que está abducida por el charlatán. Ni negro, ni blanco ni amarillo....se le ven las intenciones a leguas y en cuanto pisó suelo noruego por primera vez le llovieron las críticas que salió espantado y no para de gritar a los cuatro vientos que en Noruega no lo quieren. Ni lo querrán. No es normal que se aproveche del título de Märtha para hacer publicidad del negocio. La desplumar y en cuanto se canse de ella la dejará para irse con un hombre cualquiera. Me pregunto si ya habrán vendido la exclusiva de la boda....