No es una queja, es una realidad. Si en España se hubiera dado Libertad para vacunarse a cualquiera y el Gobierno no hubiera puesto los grupos de vacunación, sería injusto. Ellos han pagado sus cotizaciones y yo estoy pagando las mías. Y tengo derecho a viajar por vacaciones, negocios o lo que se me antoje, sin estar coartada por un pasaporte de vacunación que no podré obtener hasta que al gobierno le parezca oportunoLos ancianos del Imserso, la inmensa mayoría, también pagaron lo suyo para disfrutar ahora de ese privilegio. La queja me parece muy injusta.