Las infantas Elena y Cristina se vacunaron en Emiratos aprovechando una visita a Juan Carlos I.

He dicho primero. Si no tienes a la población vacunada, aceptar vacunar a pudientes extranjeros es inmoral.
Pero es inmoral de parte del Estado que las pone, ¿no? Estoy de acuerdo.

Luego está la cuestión de quien va a ponérsela cuando sabe que en ese país hay gente que no ha tenido acceso a la vacuna. Ahí la cosa ya se pone más complicada. No es el caso de EEUU y EAU, que es donde sabemos que han ido a vacunarse. No sé si de otros países, donde también se hace turismo de vacunas, sí es el caso. Pero ahí ya entras en temas más complicados. Si no se la pone el turista se la pondrá un habitante sin posibles? O sencillamente se la darán a otro turista o la venderán a países con dinero?

A un turista le dan muchas veces acceso a cosas a las que no tiene acceso la población local. Y es un dilema, claro que lo es. Yo estuve en Rusia con una beca cuando aún era Unión Soviética, y aunque vivía en la universidad (en la de países europeos, no en la Lumumba a la que iban los estudiantes de otras razas) de vez en cuando íbamos de visita a los hoteles, donde solo dejaban entrar turistas. En algo se nos debía notar que no éramos del lugar, a pesar de que íbamos tirando a sucios. Y nos sentábamos a tomar una coca cola. Que no es lo mismo que una vacuna, obviamente, pero yo me sentía pelín rara tomando coca cola sabiendo que los lugareños no podían. Además de entrar en el baño a limpiarme con papel suave, que eso en la residencia universitaria tampoco había. Ahí tengo que reconocer que no tenía dilemas morales. Desde luego no los recuerdo, quizá el paso del tiempo me ha hecho más cínica.
 
Pero es inmoral de parte del Estado que las pone, ¿no? Estoy de acuerdo.

Luego está la cuestión de quien va a ponérsela cuando sabe que en ese país hay gente que no ha tenido acceso a la vacuna. Ahí la cosa ya se pone más complicada. No es el caso de EEUU y EAU, que es donde sabemos que han ido a vacunarse. No sé si de otros países, donde también se hace turismo de vacunas, sí es el caso. Pero ahí ya entras en temas más complicados. Si no se la pone el turista se la pondrá un habitante sin posibles? O sencillamente se la darán a otro turista o la venderán a países con dinero?

A un turista le dan muchas veces acceso a cosas a las que no tiene acceso la población local. Y es un dilema, claro que lo es. Yo estuve en Rusia con una beca cuando aún era Unión Soviética, y aunque vivía en la universidad (en la de países europeos, no en la Lumumba a la que iban los estudiantes de otras razas) de vez en cuando íbamos de visita a los hoteles, donde solo dejaban entrar turistas. En algo se nos debía notar que no éramos del lugar, a pesar de que íbamos tirando a sucios. Y nos sentábamos a tomar una coca cola. Que no es lo mismo que una vacuna, obviamente, pero yo me sentía pelín rara tomando coca cola sabiendo que los lugareños no podían. Además de entrar en el baño a limpiarme con papel suave, que eso en la residencia universitaria tampoco había. Ahí tengo que reconocer que no tenía dilemas morales. Desde luego no los recuerdo, quizá el paso del tiempo me ha hecho más cínica.

Apenas salió la vacuna en EEUU yo me vacuné y aún no salía la j&j por eso debí quedarme para la segunda dosis de la Pfizer.
Y me vacuné porque me incorpore a mi trabajo y porque sigo al cuidado de mis padres quienes recién se han vacunado en Perú.
La vacuna no es un lujo, es una oportunidad para no infectarte y cuidar que otros tampoco.
Bien Cristina y Elena,.
 

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