Boda de la Princesa Beatrice y Edoardo Mapelli Mozzi. Windsor. Julio 17, 2020.

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Por muchas razones, la reina Isabel eligió la discreción el pasado 17 de julio en Windsor para la boda de su nieta, la princesa Beatriz de York, con Edoardo Mapelli Mozzi . Mismo tono discreto para la vajilla conmemorativa que se vende en los palacios reales: rural, bucólica, en tonos rosados. Precios alrededor de £ 40. Más que nunca, la corona necesita “regalías” para mantener sus palacios
 
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En el Castillo de Windsor, la Princesa Beatriz de York vino a contemplar su vestido de novia que se exhibe hasta el 22 de noviembre
 
Pensé lo mismo cuando ví al niño. Quizá por la cuarentena no habían podido compartir mucho con él, pero creo que la luna de miel debió haber sido algo para los dos y no para incorporar de una vez a "la familia".

Por qué entrecomillas "familia" refiriéndose a su hijo? Como si fuese un extraño que se considerase familiar. Es nada menos que su hijo. De cualquier manera, no creo que Beatriz no esté de acuerdo con la presencia del niño. Estuvo en la boda. Quizás coincidían las fechas con el periodo vacacional que le tocaba a el tener al niño, que aprovecharon para la boda y tener al niño unos cuantos días más.. Me parece loable que, en tal caso, Beatriz sepa asumir que es madrastra de un niño pequeño. Tengamos en cuenta que esta pareja tiene continuas lunas de miel a paraísos, dado su nivel de vida. Muy bien podrian haber aplazado la luna de miel para cuando estuviesen solos, por lo que se deduce que han querido que el niño forme parte de sus vidas en tan hermoso viaje, que el niño tenga bonito recuerdo del cariño con que su padre y madrastra le hicieron participe de su amor, dándole a entender que tiene otra familia a la que pertenece, aparte de la de su madre.
 

Como se nota el postizo de las mangas! Y sin el cancán, se pierde la idea de quien lo diseño, para que los adornos de la faltase abriesen en abanico. Por no hablar de la tela, que no ha envejecido bien. Pero si prefirió un vestido viejo para hacer la pelota a la abuela y, de paso, asegurarse una buena herencia, pues adelante, a mi plin.

Ala, que me caigan cruces y dedos abajo, no se puede opinar con franqueza respecto a cierta gente Royal, que se defiende hasta al padre de la novia, tan presentable que su propia hija evitó difundir fotos con el, más claro agua.
 
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