Juan Carlos I abandona España. Zarzuela emite un comunicado escueto sobre su destino. El Gobierno no le retirará el título de rey

Las dos cartas más difíciles de Don Juan Carlos: a su padre y a su hijo
  • MARINA PINA
Actualizado Martes, 4 agosto 2020 - 02:31

El Rey Padre acaba de enviar una carta en la que comunica su decisión de marcharse de España. Fin de un ciclo que comenzó con otra carta en la que comunicó a Don Juan que Franco le había nombrado sucesor

Don Juan Carlos en su despacho con Don Felipe en una imagen de archivo

Don Juan Carlos en su despacho con Don Felipe en una imagen de archivo EFE
El Rey Juan Carlos ha tomado la que con seguridad es la decisión más complicada de toda su vida profesional. Después de casi 40 años al servicio de España, el padre de Felipe VI ratificó este lunes, 3 de agosto, su disponibilidad para exiliarse de España por el futuro de la Corona.

"Hace un año te expresé mi voluntad y deseo de dejar de desarrollar actividades institucionales. Ahora, guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a los españoles, a sus instituciones y a ti como Rey, te comunico mi meditada decisión de trasladarme, en estos momentos, fuera de España", dijo en una carta difundida por Casa Real. Una forma de tomar decisiones en Zarzuela a la que Don Juan Carlos está acostumbrado, pues en los momentos más importantes de su vida ha enviado cartas.

Puede que una de las más difíciles fuera la que escribió en julio de 1969 a su padre. Don Juan Carlos vivía en Madrid junto a Doña Sofía y a sus tres hijos cuando el 12 de julio Franco le llamó al Pardo. El entonces infante acudió solícito a la reunión con el dictador, quien le comunicó su decisión de nombrarle sucesor a título de Rey. Según las memorias que Villalonga escribió del Rey Padre, no le dio opción a comunicárselo a Don Juan antes de tomar la decisión, tenía que aceptar en el momento, algo que hizo por España.

En las citadas memorias, Villalonga recoge que entonces el padre de Felipe VI se puso en contacto telefónico con el conde de Barcelona. Sin embargo, Luis María Anson sostiene en su libro Don Juan que eso no fue así y hace una reconstrucción de los días previos al nombramiento de Don Juan Carlos como sucesor.

Según sus palabras, el Rey Juan Carlos escribió una carta a su padre desde La Zarzuela y pidió al marqués de Mondéjar que viajara a Estoril para entregarla en mano. El 16 de julio, a primera hora de la mañana, el aristócrata entró en Villa Giralda con la misiva, que recogió don Juan ante la mirada de Anson.

Queridísimo papá:
Acabo de volver de El Pardo adonde he sido llamado por el Generalísimo; y como por teléfono no se puede hablar, me apresuro a escribirte estas líneas para que te las pueda llevar Nicolás, que sale dentro de un trato en el 'Lusitania'.

El momento que tantas veces te había repetido que podía llegar, ha llegado y comprenderás mi enorme impresión al comunicarme su decisión de proponerme a las Cortes como sucesor a título de Rey.

Me resulta dificilísimo expresarte la preocupación que tengo en estos momentos. Te quiero muchísimo y he recibido de ti las mejores lecciones de servicio y de amor a España. Estas lecciones son las que me obligan como español y como miembro de la dinastía a hacer el mayor sacrificio de mi vida y, cumpliendo un deber de conciencia y realizando con ello lo que creo es un servicio a la Patria, aceptar el nombramiento para que vuelva a España la monarquía y pueda garantizar para el futuro, a nuestro pueblo, con la ayuda de Dios, muchos años de paz y prosperidad.

En esta hora, para mi tan emotiva y trascendental, quiero reiterarte mi filial devoción e inmenso cariño, rogando a Dios que mantenga por encima de todo la unidad de la familia y quiero pedirte tu bendición para que ella me ayude siempre a cumplir, en bien de España, los deberes que me impone la misión para la que he sido llamado.

Termino estas líneas con un abrazo muy fuerte y, queriéndote más que nunca, te pido nuevamente, con toda mi alma, tu bendición y tu cariño.

Juan Carlos.


 
Los medios portugueses sitúan al Rey Juan Carlos en Estoril
  • EUROPA PRESS | EFE
    Madrid
Actualizado Martes, 4 agosto 2020 - 01:00

Varios medios portugueses informan de que el Rey Juan Carlos I ha llegado este lunes a Estoril, lugar donde pasó su infancia durante el exilio de su padre

Don Juan Carlos, en una imagen de 2009.

Don Juan Carlos, en una imagen de 2009. PIERRE-PHILIPPE MARCOU AFP
El Rey Juan Carlos I se podría haber instalado en Estoril, en el municipio de Cascais (Portugal), tras haber comunicado a su hijo, el monarca Felipe VI, su decisión de trasladar su residencia fuera de España.

Según informan diferentes medios portugueses, Juan Carlos I ya habría llegado al país luso, tan sólo unas horas después de que se hiciera público el comunicado de la Casa Real en el que se informaba de su salida del Palacio de la Zarzuela tras 58 años de estancia.

Televisao Independente (TVI), la cadena más vista en Portugal y que no citó fuentes, fue una de las que afirmó que Juan Carlos I se encuentra en Estoril.

Precisamente, el padre de Juan Carlos I, Juan de Borbón, estuvo exiliado en Estoril, donde crió a su hijo antes de que éste regresara a España.

Por su parte, el alcalde de Cascais, Carlos Carreiras, declarço hace unos días al periódico Sol, citado por el Diário de Noticias que recibirán "con los brazos abiertos" al Rey Emérito, que pasó parte de su infancia y juventud allí. El gobierno municipal ni confirmó ni desmintió que Don Juan Carlos se encuentre allí.

El Rey Juan Carlos ha comunicado este lunes a Felipe VI su decisión de trasladar su residencia fuera de España. Según relata Zarzuela en un comunicado, el monarca recuerda que hace un año decidió expresar su voluntad de dejar de desarrollar actividades institucionales y que ahora, "ante la repercusión pública que está generando ciertos acontecimientos pasados" de su vida privada, ha decidido trasladarse fuera de España.

"Es una decisión que tomo con profundo sentimiento, pero con gran serenidad", explica Juan Carlos I, justificando su decisión "para contribuir a facilitar el ejercicio" de las funciones de su hijo como Jefe de Estado.

 
Si es cierto. Latinoamérica tiene sociedades y gobiernos muy corruptos. Yo tampoco niego los hechos

Pero me apena que en este foro muchas foreras nos ponen como ejemplo de todo lo malo que puede haber: desigualdad, corrupción, inseguridad etc...

A lo mejor se podría tener un poco mas de consideración con todas las foreras latinoamericanas que participamos acá, y no recordarnos a cada rato los defectos de nuestros países

Saludos


Soy nueva en este foro así que no estoy al tanto de que haya una presencia latinoamericana fuerte aquí ni que criticar Latinoamérica sea tendencia.

Yo encantada de toda esta pluralidad. Procuraré ser más sensible al respecto en mis futuros comentarios, sin problemas!
 
Un gesto doloroso en defensa de la Corona
Lunes, 3 agosto 2020 - 21:32

Estamos ante otra decisión de firmeza de Felipe VI coherente con su elevado listón de la ejemplaridad.
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Efe

La Monarquía parlamentaria, clave de bóveda del sistema democrático que consagra la Constitución, es la única de nuestras instituciones necesitada de un especial vínculo afectivo con los ciudadanos. Y la Corona ha gozado y sigue gozando de esa estrecha comunión con los españoles, que a buen seguro habrán sentido conmoción por la decisión de Juan Carlos I de irse al extranjero.

Entre las medidas que barajaba la Casa del Rey para desmarcarse del hoy Emérito, su salida del Palacio de La Zarzuela era improrrogable. Máxime desde que el Gobierno, con una actitud escasamente responsable, empezó a presionar a Don Felipe en este sentido de forma pública y reiterada. Don Juan Carlos ha facilitado las cosas a su hijo y sucesor aceptando con serenidad la marcha de la residencia que habitaba desde 1960. Pero, además, en un afán por intentar reducir la presión que lleva meses soportando la Corona, el ex Monarca ha preferido marcharse al extranjero, lo cual conlleva una excepcional carga simbólica añadida porque remite irremediablemente a los dolorosos exilios a los que en el pasado se vieron abocados varios de sus antepasados. El desgarro del destierro de la Familia Real marcó, de hecho, a Don Juan Carlos muy profundamente en su infancia. Ahora, sin embargo, como expresa en el comunicado de ayer, lo considera imprescindible para "facilitar el ejercicio de las funciones, desde el sosiego y la tranquilidad que requieren la alta responsabilidad" del actual Rey.

A nadie se le escapa que estamos ante otra decisión de firmeza de Don Felipe absolutamente coherente con el elevado listón de la ejemplaridad que ha impuesto en la Monarquía desde que accedió al trono en 2014. No se trata, como algunos populistas pretenden, de ninguna condena del padre al hijo, sino de marcar distancias necesarias porque de lo que no cabe duda, por desgracia, es de que Don Juan Carlos protagonizó en los años finales de su reinado comportamientos que no son compatibles con la grandeza y dignidad de la institución que él mismo contribuyó a impulsar y prestigiar. Por ello, independientemente del recorrido que pueda tener la investigación judicial en marcha sobre las millonarias cuentas opacas en el extranjero que se han conocido, el actual titular de la Corona ha dejado claro por la vía de los hechos que en la "monarquía renovada para un tiempo nuevo" que él encarna no caben conductas reprobables desde el punto de vista ético o moral. Y de ahí que ya en marzo Felipe VI protagonizó un primer y contundente distanciamiento con Don Juan Carlos al privarle de su asignación oficial y anunciar la renuncia simbólica a la herencia que pudiera corresponderle. Y ahora ha dado un paso más con esta salida de Zarzuela, imprescindible para que hechos pasados no sigan interfiriendo en el presente de la institución.

No le ha temblado la mano al actual Jefe de Estado a la hora de adoptar decisiones para robustecer la Corona. Pero es precisamente la institución, por cuanto simboliza la unidad y permanencia de la nación española y personifica todo un rico legado histórico de 500 años que nos ha traído hasta aquí, contra lo que arremeten y combaten quienes intentan así derribar el sistema que nos dimos los ciudadanos en 1978. De ahí que, no nos engañemos, ni siquiera un gesto tan desgarrador como el de Don Juan Carlos detendrá en su cruzada a cuantos han puesto en la diana a la Monarquía. Lo grave es que entre ellos estén incluso algunos de quienes se sientan en el Consejo de Ministros y desde luego todos los sostenes separatistas del Gobierno. Pedro Sánchez ha reclamado gestos contundentes en la Casa del Rey. Ya los tiene. Ahora su obligación es empezar a proteger a la Corona y cumplir con su palabra dada de evitar que sea socavada por tantos motivos espurios.

La Justicia está realizando su labor, que en modo alguno interfiere ni condiciona la marcha de Don Juan Carlos de España. Pero hoy también es el día para destacar su excepcional legado histórico. Es de justicia reconocer los grandes aciertos y la actuación sobresaliente durante un largo reinado que permitió que nuestro país pasara, de forma modélica, de una dictadura a la democracia plena de la que gozamos. Y esa gran obra solo se puede ignorar desde el puro sectarismo. El ex Rey se enfrenta hoy a los fantasmas por sus errores personales, pero sus aciertos en la esfera pública merecen que se le trate al menos con respeto.


 
Igual yo soy de la idea de que el emérito, desde el exilio, le va a cobrar caro al hijo su gentileza

Estoy esperando que prenda el ventilador y empiece a contar muchas cosas que sabe. Él ya no puede perjudicarse, pero me se de una que lo puede llegar a pasar muy mal
 
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