Sería bajito, con la nariz grande, los ojos y la mirada de listo y los labios finos. Yo me lo imagino siempre un poco Dustin Hoffman.
Yo me lo imagino más o menos como la imagen que quedó grabada en la sábana santa: 1,85, delgado, bien proporcionado, con el pelo y los ojos castaño oscuro, nariz recta y guapo. Ha habido y hay judías muy guapas. Su madre podría haber sido una de ellas y el padre, pues ya sabes... el no va más.