Visita Oficial al Congo, 7-13 Junio 2022

El rey belga condena por primera vez los abusos de la colonización del Congo​

Felipe de Bélgica, en un gesto insólito, lamenta "los actos de violencia y crueldad" cometidos durante el periodo colonial​

Las réplicas del movimiento Black Lives Matter se siguen reproduciendo en Bélgica. Tras la protesta callejera y los ataques contra los símbolos de la brutal colonización del Congo, la más alta institución del Estado se ha internado este martes en la memoria más controvertida de Bélgica con un gesto inédito. En una carta al presidente congoleño Félix Tshisekedi, el rey Felipe ha asumido por primera vez parte de la deuda histórica contraída por su antepasado Leopoldo II, al que se responsabiliza de la muerte de unos 10 millones de congoleños durante su periodo como dueño absoluto del país africano (1885-1908).

Se cometieron actos de violencia y crueldad que pesan todavía en nuestra memoria colectiva”, dice la misiva. “Quisiera expresar mi más profundo pesar por estas heridas del pasado, cuyo dolor se reaviva hoy por la discriminación aún demasiado presente en nuestras sociedades”, continúa. En el texto no aparece la palabra “perdón”, una vieja reclamación de algunas organizaciones sociales, pero el mensaje de Palacio sigue la senda de reparaciones en la que se ha adentrado el país en los últimos tiempos. En el verano de 2018 se bautizó una plaza de Bruselas con el nombre del héroe de la independencia congoleña, Patrice Lumumba, y a finales de aquel año se reabrió el museo de África tras una larga reforma para dotarlo de una mirada crítica hacia el pasado.

La fecha elegida por el rey Felipe para entonar el mea culpa no es casual. Este martes se cumplen 60 años de la independencia del Congo, un aniversario redondo con motivo del cual el monarca belga había sido invitado a acudir a los actos de conmemoración en el país africano, pero el viaje fue finalmente suspendido debido a la pandemia.

La clase política belga ha respaldado el movimiento del jefe del Estado. Este mismo martes, la primera ministra, la liberal francófona Sophie Wilmès, ha participado en el acto de colocación de una placa conmemorativa de la independencia congoleña en Ixelles, cerca del barrio de Matongé, donde vive buena parte de la comunidad africana asentada en la capital belga. Durante el evento, Wilmès ha insistido en la necesidad de que el país abandone su silencio sobre los crímenes cometidos en el periodo colonial. “Ha llegado la hora de que Bélgica mire de frente a su pasado”, señaló.
El debate sobre la retirada de las múltiples estatuas y referencias que recuerdan a Leopoldo II está todavía caliente, hasta el punto de que dentro de la propia familia real no existe unanimidad. La princesa Esmeralda, tía de Felipe, pidió a su sobrino que se disculpe con el pueblo congoleño por las atrocidades. Mientras que el príncipe Lorenzo, hermano del monarca, defendió a su antepasado por su papel como constructor de la Bélgica moderna y culpó de los desmanes a los subalternos bajo el argumento de que Leopoldo II nunca viajó al Congo
 
Creo que al Igual que El Rey Philippe Muchos otros deberían pedir perdón por toda la ola de saqueos y destrozos de la época colonizadora. Sin lugar a dudas introdujeron muchas cosas benéficas para los colonizados idioma, religión, educación, medicamentos, amplia cultura, pero también millones de muertes. España colonizó muchos países en América y muchos de esos países viven mejor que España, la vida es un ir y venir.
 
Los Reyes junto al presidente de la República Democrática del Congo, Felix Tshisekedi, y la primera dama, Denise Nyakeru, en la bienvenida oficial en el aeropuerto internacional de Kinshasa (Texto de Getty Images)

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El Primer Ministro Alexander De Croo, los Reyes, el presidente de la República Democrática del Congo, Felix Tshisekedi, y la primera dama, Denise Nyakeru, en la bienvenida oficial en el aeropuerto internacional de Kinshasa (Texto de Getty Images)

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Recordatorio del programa

El programa presentado por el Palacio está cargado: en siete días, la delegación recorrerá unos 3.500 km, pasando por Lubumbashi en el sur y Bukavu en el este.

La noche de su llegada a la capital, la pareja real será recibida por el presidente Tshisekedi y su esposa para una cena privada. El día siguiente comenzará con una ofrenda floral en el monumento a los veteranos de la Force Publique, donde se rendirá homenaje al último superviviente de esta unidad, que participó en las dos guerras mundiales en el continente africano.

La jornada continuará en el museo nacional inaugurado en 2019, con la presencia de la pareja presidencial. Al mediodía, el Rey y la Reina serán recibidos en el Palais de la Nation, residencia del presidente Tshisekedi. Seguirá una ceremonia en el Palacio del Pueblo, sede del Parlamento. Tras una visita al proyecto "KinEmploi" de la cooperación belga, la jornada finalizará con un banquete oficial en la Cité de l'Union Africaine. Las mujeres serán homenajeadas en particular el jueves, con una visita al mercado de taparrabos, cerca del puerto de embarque para Brazzaville, donde las "mamás" venden sus emblemáticas telas de África Occidental.

Más tarde en el día, se llevará a cabo una mesa redonda sobre los derechos de la mujer en la Academia de Bellas Artes. A continuación, la delegación tomará dirección a Lubumbashi, capital de Katanga, donde, entre otras cosas, están previstas visitas a la escuela y la universidad belgas. Finalmente, en Bukavu, capital de Kivu del Sur, los Reyes visitarán el hospital Panzi. Fundada en 1999 y dirigida por el doctor Denis Mukwege, Premio Nobel de la Paz en 2018, esta institución médica está especializada en el tratamiento de las víctimas de la violencia sexual que azota la región, azotada desde hace varias semanas por renovadas tensiones con la vecina Ruanda.

 

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