TODOS LOS SECRETOS DEL REY CARLOS III DOCUMENTAL

En los próximos años tendremos muchas historias y aventuras de Carlos III en unos pocos días ya nos ay dado que hablar de al menos dos situaciones, muchas están por venir. Ahora se conocerán al real Carlos III. El tiempo siempre trae la verdad a la tona.
 
Un buen compilado para los que creen que el Rey es una figura decorativa sin poder. Como el video es muy largo señalo las partes menos conocidas para los que quieran ver un poquito:

(45 minutos) - Según documentos desclasificados, Carlos podría haber sido uno de los cerebros detrás del Ejército de Gales libre con el objetivo de convertirse en Rey de Gales (independiente). Otra teoria es que la KGB lo estaba usando para hacer una república socialista de Gales.

(55:30) que Carlos le permtió a la fundación Rockefeller experimentar medicamentos con niños de la Commonwealth? Me encantaría ver la fuente de esto.

(01:10:00) Thatcher le dice a Carlos lo que piensa de él en Bilderberg. La historia es buenísima pero inverificable.
 
Aquí va otro secreto. Amanda Knatchbull, su prima segunda, rechazó al rey Carlos III

Hubo una mujer que rechazó al rey Carlos III antes de su boda con Lady Di: así fue la historia con Amanda Knatchbull, su prima segunda​

Amanda Knatchbull era prima segunda del monarca de Inglaterra y la favorita de la casa real. Ella se negó a casarse con Carlos III para conservar su independencia​

Amanda Knatchbull, la prima de Carlos III que le rechazó /getty

Amanda Knatchbull, la prima de Carlos III que le rechazó / GETTY
CLAUDIA VILA Domingo, 2 octubre 2022, 13:35
Hubo una mujer que encajaba en el concepto de la esposa ideal que el joven príncipe Carlos buscaba, y no era Camila Parker ni Diana de Gales. De hecho, dos años antes de que contrajera matrimonio con la reconocida Lady Di, en el verano de 1979, el príncipe se tiró a la piscina y acabó escaldado. «No me voy a casar contigo», le respondió su prima segunda Amanda Knatchbull a la propuesta de nupcias.

El actual rey de Inglaterra tenía muchos motivos para hacer esa apuesta, según recoge el biógrafo británico Robert Lacey en el libro Battle of Brothers. El tío abuelo, mentor y padrino del príncipe Carlos, Lord Louis Mountbatten –conocido como tío Dickie– le propuso a su nieta Amanda. «En un caso como el tuyo, el hombre debe tener tantos asuntos como pueda antes de establecerse. Pero para una esposa debe elegir una chica adecuada, atractiva y de carácter dulce antes que decantarse por alguien más de quien pueda enamorarse», le aconsejó. Un consejo que acabó por seguir.
Ella cumplía los requisitos y en 1974, cuando la joven aún tenía 17 años, su abuelo comenzó a mover hilos.Empezó con cartas a lady Brabourne, madre de Amanda y madrina de Carlos, quien consideraba que sería una decisión precoz, pues su hija no era ni mayor de edad. El príncipe de Inglaterra siguió sus consejos y comenzó a cortejarla.
Carlos III y Lady Di pasean abrazados.

Carlos III y Lady Di pasean abrazados.
Lord Mountbatten, quien estaba muy unido a Carlos III siguió con su insistencia hasta ese 1979, cuando ella ya cumplió los 22. Lo tenía todo preparado. Había programado un viaje a la India al que asistirían él, Amanda y Carlos. No obstante, los padres de los dos jóvenes se negaron, y es que Mountbatten había sido último virrey británico y primer gobernador general de la India. Por su parte, el tío abuelo recelaba de que la exposición a los medios arruinara la posible boda incluso antes de la propuesta.

Lo que no se imaginaba es que Amanda tenía sus propios planes, y que su vida se desmoronaría de un día para otro. Ese verano, antes de que Carlos III le pidiera la mano, una trágica noticia revolvió los acontecimientos: Lord Mountbatten falleció en un atentado de IRA.

El que el soberano llamaba «abuelo honorario» fue asesinado por el grupo armado durante sus vacaciones en Classiebawn Castle, en el condado de Sligo. Otras tres personas murieron en el ataque: el nieto de Mountbatten y hermano de Amanda, Nicholas, de 14 años; la madre del marido de su hija Patricia, Lady Doreen Brabourne; y Paul Maxwell, de 15 años, que trabajaba como ayudante del bote.

La tragedia ocurrió cuando familia surcaba el mar a bordo del barco de Mountbatten, Shadow V, desde el pueblo de Mullaghmore. Una bomba estalló sobre las 11.30. Este trágico suceso descolocó a Amanda, y decidió rechazar al actual rey de Inglaterra. Uno de los motivos fue que se despertó en ella un miedo a la exposición, provocada por la muerte prematura de sus seres queridos. Además, a pesar de que Carlos era el atractivo heredero que protagonizaba portadas de revistas, no sentía ningún tipo de atracción por él. Y no porque fueran primos.
«Habían pasado mucho tiempo juntos y en realidad la relación era demasiado estrecha. Eran como hermano y hermana», explicaba el documental The Royal House of Windsor. Por último, Amanda tenía miedo de perder independencia. Finalmente, se casó con el novelista e inversor inmobiliario Charles Ellingworth en 1987, y estudió trabajado social.

La otra mujer que rechazó hasta dos veces a Carlos III​

Anna Wallace es el nombre de la mujer que negó hasta dos veces la mano de Carlos III, incluso antes de que Amanda rechazara a Carlos. La hija del terrateniente escocés Hamish Wallace era la pareja del entonces príncipe de Inglaterra justo antes de que comenzara con Diana. Por su temperamento y sus dotes en la caza la apodaron en los medios como Whiplash Wallace («látigo Wallace») por su temperamento feroz y su habilidad en la caza.
Los motivos de la doble negación no están claros, pero se atribuyen a que Carlos III la ignoró en la celebración del cumpleaños de la reina Isabel II. «Carlos había llevado [a Anna] a dos bailes sucesivos y luego bailó con Camila durante la mayor parte de ambas veladas», escribió Penny Junor en su libro The Duchess: The Untold Story.
«Anna lo dejó con la frase 'nadie me trata así, ni siquiera tú», explica el escritor. Lo rechazó por no ser un segundo plato. Él siguió desesperado por encontrar a una mujer que encajara en sus planes y, sobre todo, en los de su familia.
 
Puede que tenga Trastornos obsesivo compulsivos.

Demencia senil o Trastorno Obsesivo Compulsivo: por qué los ataques de ira de Carlos III no son solo manías, sino síntomas de una enfermedad​

Carlos III ha sufrido ataques de rabia, como arrancar un lavabo para encontrar un gemelo. Desde el punto de vista psicológico, la respuesta desmedida y a las manías del monarca pueden ser señales de un trastorno​

El rey británico Carlos III sonríe con un bolígrafo en la mano./gtres
El rey británico Carlos III sonríe con un bolígrafo en la mano. / GTRES
CLAUDIA VILASábado, 1 octubre 2022, 14:05
Carlos III es incapaz de controlar sus ataques de ira. Estas semanas ya ha protagonizado dos escenas evidentes que fueron televisadas, pero la falta de autocontrol es reincidente en su carrera. Esa actitud es la que ha desmarcado al soberano, que ha llegado al trono a sus 73 años, del carácter imperturbable de la recién fallecida reina Isabel II. En cambio, su hijo Guillermo sigue sus pasos, estalla en ataques de rabia. Esta respuesta ante pequeños inconvenientes despierta dudas: ¿Son un rasgo de su personalidad, un indicio de una demencia senil o síntomas de un Transporno Obsesivo Compulsivo (TOC)?

Para la psicóloga clínica y profesora en la Universidad Francisco de Vitoria Inés Bárcenas, perder los papeles por algo nimio puede ser indicativo de cansancio, de tener que procesar la muerte de su madre o de inquietud por tener que tomar las riendas.

«Esa dificultad a la hora de gestionar los impulsos puede estar relacionada con la necesidad de limpieza, orden y control», apunta la experta en psicoanálisis relacional, terapia humanista y análisis existencial, quien insiste en que sin unas sesiones, sus conclusiones son una aproximación.

No obstante, y a pesar de la opacidad que puede transmitir la realeza, se conocen varios episodios que prueban el mal humor de Carlos III. Además de alterarse porque no tenía espacio para escribir en la mesa y porque se manchó de tinta, –unos detalles que le sacaron de sus casillas y le hicieron gritar ante la estupefacción de su mujer, Camila Parker–, en 1995, Ken Stronach, un antiguo ayudante de cámara del entonces príncipe, reveló algunos de los altibajos del monarca a la prensa británica.

Por ejemplo, que al hijo de Felipe de Edimburgo se le cayó uno de sus gemelos al lavabo de su baño y arrancó el mueble de la pared del aseo para tratar de recuperar el accesorio. El ayudante percibió la poca capacidad del entonces heredero de controlar sus emociones, hasta el punto de que, movido por un enfado, llegó a agarrarle por el cuello. Stronach tuvo que esconderse en un armario de la lencería esperando a que el príncipe se calmara, según recuerda.

A los arrebatos se le suma la poca tolerancia a las críticas. Carlos de Inglaterra, a pesar de su exposición mediática, no soporta escuchar las opiniones negativas sobre su persona o su familia. Uno de sus biógrafos, Tom Bower, publicó en 2018 que, por esas noticias, ha llegado a arrojar objetos a la radio.

Los peores ataques de ira de Carlos III​

De hecho, su libro El príncipe rebelde relata que lanzó un plato al suelo al escuchar los resultados obtenidos en una encuesta sobre su popularidad entre el pueblo británico. Ya es el personaje de la casa real peor valorado, según la encuesta IPSOS: en mayo de 2022 solo contaba con el 14% de aprobación, frente al 28% de su hijo Guillermo o el 32% de su nuera Kate.

La opinión pública se ha visto perjudicada por sus manías y actitudes, como su desliz en 2005, cuando reaccionó de manera exagerada a un encuentro con la prensa en sus vacaciones. «Odio hacer esto. Maldita gente», se le escuchó decir a sus hijos veinteañeros en la estación de esquí de Klosters, en Suiza. «No aguanto a ese hombre, es horrible», añadió sobre el corresponsal de la BBC.

Sus particularidades también se evidencian con pormenores como que, hasta hace poco, no sabía lo que era el envoltorio transparente para la comida. No solo eso, montó un espectáculo al ver el material. Dio un grito de asco. «Es papel film, querido», le tuvo que tranquilizar Camilla Parker.

Ante estos detalles, Bárcenas descarta una demencia senil y un trastorno neurocognitivo mayor. «Es cierto que al principio de la demencia puede haber desregulación, pérdida de habilidades sociales o de memoria, pero en ese caso no podría dar esos discursos y mostraría una gran desorientación», comenta sobre la necesidad de fijarse en otros signos, como la tendencia a la depresión. «Desde luego no parece que tenga demencia senil», reitera.
El retrato de los biógrafos y allegados hace que la psicóloga se decante por el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). «Su comportamiento es bastante exagerado, no es capaz ni de controlarse en su coronación». La especialista hace hincapié en la diferencia entre el TOC y el Síndrome Hubris, un trastorno que padecen las personas poderosas y que está relacionado con el exceso y excentricidades de divas y personajes reconocidos.
«En este caso son actitudes muy concretas. Suenan a raíz obsesiva un poco de libro», agrega. ¿Y la solución? «No hay manera de revertirlo. Se puede moldear y trabajar esas formas desadaptativas, pero no se puede cambiar su personalidad».

Síntomas de que Carlos III sufre Trastorno Obsesivo Compulsivo​

La línea entre rarezas y el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) puede llegar a difuminarse. En el caso de Carlos III, y según el documental Serving the Royals: Inside the Firm, de Amazon, sus extravagancias son de todo tipo. Duerme con las ventanas abiertas sin importarle el frío que haga fuera, su pijama se plancha todas las mañanas.
También le planchan los cordones de los zapatos; el tapón del baño tiene que estar en en una determinada posición y la temperatura ha de ser tibia, con la bañera medio llena. Y son sus ayudantes los que tienen que poner la pasta de dientes en su cepillo, ya que siente un enorme rechazo a tocar el dentífrico.

Su rutina cuenta con detalles medidos desde primera hora, como las dos ciruelas de su desayuno: una se la come y la otra vuelve todos los días a la cocina. Lo asegura Darren McGrady, que fue chef de la Casa Real británica durante muchos años. «Una mañana pensé en ponerle solo una. La envié al comedor, me mandó a llamar y me preguntó: '¿Tienes dos, por favor?'. Así que tuve que seguir enviándole dos cada mañana y me devolvía una», explica McGrady.

Las exigencias llegan hasta fuera del palacio, e incluso se extreman. Paul Burrell, el mayordomo de la familia en los 90, enumera la lista de caprichos dentro de su hogar y añade que el monarca viaja con su propia tapa del retrete. Tina Brown, legendaria directora de Vanity Fair Amércia en su libro The Palace Papers añade que Carlos III ha pedido hasta que se traslade su cama, muebles e incluso fotos cuando duerme fuera de palacio.
Una furgoneta tiene esta función un día antes de la visita real. «La única confirmación de su llegada a un acto es el camión con sus pertenencias. Mientras este no aparezca, uno no puede estar tranquilo», señala la autora. Brown rememora que en un viaje a Canadá tuvieron que trasladar una cama ortopédica, el váter y su papel higiénico favorito, el Kleenex Velvet.

El resultado es un personaje ambivalente. A pesar de querer comprender cómo viven los menos afortunados y de su compromiso con el medioambiente (se prohíbe comer carne o pescado en más de un par de comidas por semana), Carlos III cuenta con dos hombres pagados por el Estado que le ayudan a vestirse por la mañana. En el documental The Madness of Prince Charles, el biógrafo real Anthony Holde, cita esta decisión

Su exmayordomo secunda que el actual rey de Inglaterra pide ayuda para insignificancias. «En una ocasión me llamó desde su biblioteca y me dijo: 'Oh, Paul, una carta de la reina parece haber caído en mi papelera, ¿la recogerías?' Tuve que agacharme, sacar la carta y volver a ponerla en su escritorio». Así es Carlos III, quien acaba de heredar 14 jefaturas de Estado de los 53 países entre América y el Caribe, Europa, África y Asia que integran la Commonwealth.
 
Sobre la monarquía oculta inglesa, 2 programas. Hablan sobre Carlos en cuarto milenio desde el principio. Dicen que no quiso ser masón, que era una tradición de siempre de los Windsor. Que fueron a por el por no querer serlo, no querían que fuese rey.

Los oscuros secretos de la Corona británica​

En esta edición, ‘Cuarto Milenio’ analizará algunos de los misterios y enigmas que rodean a la monarquía británica junto a Javier Sierra, escritor y periodista; y Enrique de Vicente, sociólogo, periodista y escritor. En ‘Los dosieres del coronel’, Pedro Baños seguirá abordando algunos casos en los que los servicios secretos de algunos países han recurrido a la parapsicología.
‘Cuarto Milenio’ seguirá analizando otros enigmas que rodean a la monarquía británica, como su supuesta relación con sociedades secretas y su vinculación con extraños personajes junto a Javier Sierra, escritor y periodista; y Enrique de Vicente, sociólogo, periodista y escritor.
 
(45 minutos) - Según documentos desclasificados, Carlos podría haber sido uno de los cerebros detrás del Ejército de Gales libre con el objetivo de convertirse en Rey de Gales (independiente). Otra teoria es que la KGB lo estaba usando para hacer una república socialista de Gales.
Podría? y para qué se molestaría? Llegado el momento, como ahora, sería rey de Gales también sin tanta complicación.
 
Más documentales sobre Charles. @pedro perez me permito dejar el artículo por acá porque no encontré otro hilo más apropiado.


Charles: Our New King, reseña: ITV obtiene el tono correcto en este retrato de un rey impulsado por el deber

Desde su trabajo con Prince's Trust en zonas desfavorecidas de Tottenham hasta su amor por el aire libre, ITV triunfa sobre la oferta del mismo nombre de Channel 4


By Anita Singh, Arts and Entertainment Editor
2 November 2022 • 10:00pm


Una semana incómoda en el departamento de títulos de programas de televisión. Pisándole los talones a “Charles: Our New King” de Channel 4, llega un documental de ITV llamado “Charles: Our New King”. Pero no se confundirá entre ellos, porque el esfuerzo de Channel 4 fue pobre y el segundo es significativamente mejor. Fue hecho por ITN, que sabe cómo unir estas cosas, y narrado por Tom Bradby, quien conoce a la realeza lo suficientemente bien como para haber lanzado la gira de salida de Harry y Meghan con esa entrevista de 2019 en Sudáfrica. Lo que entregó aquí fue un retrato bien equilibrado del nuevo monarca, ampliamente positivo, pero no sin algunas críticas.

El programa nos llevó en un recorrido cronológico a través de la vida del Rey, desde la miseria de Gordonstoun hasta el matrimonio condenado con Diana y la eventual felicidad con Camilla. Era un territorio bien contado y trillado, y las partes más interesantes eran las menos familiares. Entre ellos se encontraban un exalumno y un extutor de historia que pasaron un tiempo con Charles, de 16 años, en Timbertop, Australia, un puesto de avanzada de la escuela secundaria Geelong. Estar al aire libre y lejos de miradas indiscretas fue invaluable para aumentar su confianza, dijeron, mientras que el tutor recordó que Charles tenía una visión única de los monarcas "porque los veía desde adentro".

También hace un viaje a Poundbury en Dorset “para ver las filosofías de Charles en acción”. Las calles se veían extrañamente vacías, y un visitante las comparó con Las Vegas o Disneylandia, pero el arquitecto que las diseñó habló con aprobación de que el Rey estuvo involucrado desde el primer día.

La lista de colaboradores varió desde lo habitual (la biógrafa Penny Junor y el fotógrafo Arthur Edwards) hasta lo inesperado. David Lammy contó cómo el entonces Príncipe de Gales visitó Tottenham después de los disturbios de 2011 y continuó visitándolo a lo largo de los años, brindando ayuda práctica en forma de negocios y el Prince's Trust. “Puso más esfuerzo que los primeros ministros y los líderes de la oposición”, señaló Lammy.

Patrick Jephson, el siempre leal exsecretario privado de Diana, habló del "claro sentido de derecho" del monarca y comentó que algunas personas nunca lo perdonarán por casarse con Camilla. Pero lo que se mostró con más fuerza fue la pasión del Rey y su deseo de efectuar un cambio.
Un hecho fascinante que se trasmite en el documental es que, cuando la Reina accedió al trono, un tercio de los británicos creía que había sido elegida por Dios. Ahora vivimos en un mundo muy diferente.



Al margen del artículo: los disturbios de 2011 en Tottenham a que se hace referencia, se originaron tras la muerte de un joven negro en una acción policial. Los disturbios se iniciaron en Tottenham y se extendieron a otros barrios de Londres, con incendios, saqueos y heridos entre policías y manifestantes.
Quien comenta sobre la participación y el interés de Charles en mejorar las condiciones de los habitantes del barrio es David Lammy:

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Abogado y político que creció en Tottenham, fue diputado, ministro de Cultura, ministro de Educación, ministro de Estado y miembro del Privy Council. Después de los disturbios, trabajó activamente para reparar las relaciones entre la comunidad negra de Tottenham y las fuerzas policiales, así como para lograr oportunidades de educación, salud y trabajo, ámbito en el que se involucra Charles.
 
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