Además, es que el libro de James Spada está documentadísimo. Solo hay que leer la lista de agradecimientos y lo que comenta el autor al inicio.Prefiero las biografías en los que los escritores no tienen ninguna vinculación de ningún tipo, ni amistosa, con la persona que retratan. Suelen ser más objetivos y dan donde hay que dar, sin callarse nada. De las autobiografías ni hablamos, huyo como de la peste.