A la edad de 25 años, Samuel Chatto afirma sus dones como artista de cerámica. Dudó entre la escultura y el diseño, pero una reciente exposición en Londres lo convenció de sus cualidades como ceramista.
Cuando eres el hijo de Lady Sarah Chatto que pinta, el sobrino del ebanista de lujo del conde de Snowdon con su compañía Linley y el nieto de un gran fotógrafo, el difunto Lord Snowdon, es difícil escapar de un destino como artista.
Por no hablar de su abuela la romántica princesa Margaret que tocaba el piano, pasaba sus tardes en Covent Garden o compinche con Rudolf Nureyev y Elizabeth Taylor... La vida de un artista parece llegar a ti.
Samuel, que es el único discretivo, vive entre Londres y Brighton. Rara vez se le ve en las noches sociales. Heredó parte de la biblioteca de su abuela. Pero las obras de Tennessee Williams que Margaret era tan apreciada no son su taza de té.
Cuando eres el hijo de Lady Sarah Chatto que pinta, el sobrino del ebanista de lujo del conde de Snowdon con su compañía Linley y el nieto de un gran fotógrafo, el difunto Lord Snowdon, es difícil escapar de un destino como artista.
Por no hablar de su abuela la romántica princesa Margaret que tocaba el piano, pasaba sus tardes en Covent Garden o compinche con Rudolf Nureyev y Elizabeth Taylor... La vida de un artista parece llegar a ti.
Samuel, que es el único discretivo, vive entre Londres y Brighton. Rara vez se le ve en las noches sociales. Heredó parte de la biblioteca de su abuela. Pero las obras de Tennessee Williams que Margaret era tan apreciada no son su taza de té.
