Los relojes más monumentales del mundo: del Big Ben a la Torre Zimmer
Aliados del tiempo, sobreviven a su paso como privilegiados testigos de la historia. Los relojes de estas ciudades no solo marcan la duración de los días, sino que se han convertido en templos culturales para el turismo y los propios ciudadanos.
Deleitarse con el movimiento de las agujas del Big Ben lleva desde 1859 siendo una de las atracciones más atractivas de Londres, al igual que ocurre en Venecia y su Torre del Orologgio, con seis siglos de historia.
Las ciudades apuestan por hacer de las estaciones de trenes un lugar más allá del simple transporte, donde se pueden encontrar reliquias como el reloj de la Estación Central de Nueva York. También, ayuntamientos y palacios se suman desde hace siglos a hacer de los relojes su principal monumento histórico.
BIG BEN, LONDRES
Puntualidad británica. Que un reloj sea la imágen más icónica de Londres dice
mucho de esta metrópoli. Pero el Big Ben, nombre que designa a la Torre Elizabeth y al
reloj, pero que en realidad procede de la campana de 14 toneladas de su interiorn no
siempre estuvo allí. En 1834 un fuego arrasó el Parlamento, y la reconstrucción
incluyó la famosa torre. El 31 de mayo de 1959 comenzó a funcionar el reloj, diseñado
por Edward John Dent. Cada una de sus cuatro esferas mide 7.5 metros de diámetro.
Desde que empezó a operar, sólo se ha parado en cuatro ocasiones, aunque en 2017
comenzará una rehabilitación que durará tres años.
continúa...
Aliados del tiempo, sobreviven a su paso como privilegiados testigos de la historia. Los relojes de estas ciudades no solo marcan la duración de los días, sino que se han convertido en templos culturales para el turismo y los propios ciudadanos.
Deleitarse con el movimiento de las agujas del Big Ben lleva desde 1859 siendo una de las atracciones más atractivas de Londres, al igual que ocurre en Venecia y su Torre del Orologgio, con seis siglos de historia.
Las ciudades apuestan por hacer de las estaciones de trenes un lugar más allá del simple transporte, donde se pueden encontrar reliquias como el reloj de la Estación Central de Nueva York. También, ayuntamientos y palacios se suman desde hace siglos a hacer de los relojes su principal monumento histórico.
BIG BEN, LONDRES
Puntualidad británica. Que un reloj sea la imágen más icónica de Londres dice
mucho de esta metrópoli. Pero el Big Ben, nombre que designa a la Torre Elizabeth y al
reloj, pero que en realidad procede de la campana de 14 toneladas de su interiorn no
siempre estuvo allí. En 1834 un fuego arrasó el Parlamento, y la reconstrucción
incluyó la famosa torre. El 31 de mayo de 1959 comenzó a funcionar el reloj, diseñado
por Edward John Dent. Cada una de sus cuatro esferas mide 7.5 metros de diámetro.
Desde que empezó a operar, sólo se ha parado en cuatro ocasiones, aunque en 2017
comenzará una rehabilitación que durará tres años.
continúa...