Personalmente, lo que más me ha sorprendido de la mudanza repentina de Ratolina no es el hecho de que se vaya a predicar o lo que sea, es que ¿CÓMO va a estar TAN separada de su familia? Quiero decir... literalmente no sale ni al tranco de la puerta sin sus padres... El padre termina comprándose una casa vecina a la de Marta... y si no, al tiempo... Porque yo lo veo rabiando internamente porque se le ha ido la niña a Edimburgo.