Quién fue Alice Heine: la princesa norteamericana que se adelantó a Grace Kelly en Mónaco y fue considerada una traidora del Principado

Las mujeres que se casan con príncipes monegascos tienen mala suerte.generalmente.
Muy mal no devolver la dote..😬😬
 
Añado el articulo.

Quién fue Alice Heine: la princesa norteamericana que se adelantó a Grace Kelly en Mónaco y fue considerada una traidora del Principado​

Alice Heine fue la primera royal norteamericana de Mónaco, 67 años antes que Grace Kelly. Y también la primera princesa ausente, antes de Charlène.​

Quién fue Alice Heine: la princesa norteamericana que se adelantó a Grace Kelly en Mónaco y fue considerada una traidora del Principado

GETTY IMAGES
ELENA CASTELLÓ Lunes, 1 agosto 2022, 13:28

La vida en Mónaco de Marie Alice Heine tiene muchos paralelismos con la de Grace Kelly y Chalène Wittstock. Nació en el Barrio Francés de Nueva Orleans el 10 de febrero 1858, en el seno de una familia muy acomodada. Su madre, Amélie Marie Celeste Miltenberger, era de origen franco-alsaciano, y había nacido en el seno de una acaudalada familia, mientras que su padre, Michel Heine, era un prominente banquero de origen alemán, primo del poeta Heinrich Heine, que se había trasladado a Nueva Orléans en 1843.

Allí se convirtió en un exitoso financiero. Pero la estancia de Alice Heine en Louisiana fue breve. Cuando estalló la Guerra Civil estadounidense, la familia se instaló en Francia. Alice tenía tres años. Por esa razón, su cultura fue más europea que estadounidense. Pero, sobre todo, era una mujer cosmopolita.

Los Heine disfrutaron de una influyente posición en la corte del emperador Napoleón III. Él y su mujer, Eugenia, se convirtieron en padrinos de Alice. Michel Heine fue uno de los banqueros que financió la guerra franco-prusiana.

La notoriedad de sus padres le dio a Alice una posición privilegiada en el mercado matrimonial y pocas semanas después de cumplir 17 años, se casó con el marqués de Jumillac, 7º duque de Richelieu. Judía de nacimiento, Alice se convirtió al catolicismo para poder casarse. Un año después dio a luz a su primer hijo Armand y, tres años más tarde, nació su hija Odile.

Este matrimonio supone un rápido ascenso social de la familia. Pero el enlace dura poco: el duque de Richelieu muere repentinamente, solo cinco años después de casarse, en 1875, durante un viaje a Atenas. A los 22 años, Alice Heine se queda viuda y con dos hijos pequeños. Sin embargo, su vida no se detiene.
Se convierte en un importante miembro de la alta sociedad europea y, cuatro años después, en 1879, conoce al Príncipe Alberto I de Mónaco, en Madeira. Se llevaban diez años. El Príncipe heredero estaba atrapado en una infeliz unión con Lady Mary Victoria Douglas-Hamilton, cuyo matrimonio fue anulado en 1880. La relación de Alice y Alberto comenzó a principios de esa década, pero tardaron nueve años en poder casarse, en 1889.
El príncipe Alberto I estaba profundamente enamorado de Alice.

El príncipe Alberto I estaba profundamente enamorado de Alice. / GETTY IMAGES
El suyo es uno de los primeros matrimonios por amor del Principado. El príncipe Alberto I estaba profundamente enamorado de ella. Pero Alberto I se casa con Alice en contra de los deseos de su padre, el príncipe Carlos III, que había impedido la unión durante casi una década.

Aunque ella era la viuda del duque de Richelieu, Carlos III, devoto católico, no la consideraba apropiada para el heredero al trono. Se casaron siete semanas después de que Alberto ascendiera al trono, tras la muerte de su padre, el 30 de octubre de 1889. La novia aportó, además de sus dos hijos, una espléndida colección de joyas y una dote de más de seis millones de dólares.

Rápidamente, se convirtió en una figura muy popular en Mónaco, por su encanto personal y por su belleza, pero también por su agudo sentido de los negocios. Se le atribuye el haber estabilizado económicamente el principado.
La princesa Alice fascinaba a los que la rodeaban. Era una mujer bella, culta y amante de las artes. Coleccionaba amistades ilustres, entre ellas la reina Alejandra de Gran Bretaña o el escritor francés Guy de Maupassant. En los salones parisinos, en la época de su primer matrimonio, frecuenta a la actriz Sarah Bernhardt, a Oscar Wilde y a Proust.
Se dice que fue una inspiración para las novelas de este último. Sus costumbres eran poco habituales: escribía sus cartas personales con tinta roja. Su inquietud cultural la traslada al Principado, al casarse. En Mónaco, instauró una exposición de arte anual y amplió el programa de la Ópera de Montecarlo, convirtiendo así el Principado en centro artístico mundial.

Pero la disparidad de intereses entre Alice y Alberto –ella era una mujer sensible, amante de la música, la danza y la literatura, mientras que el Príncipe era un enamorado de la oceanografía y la naturaleza– pronto hizo mella en su relación.
A pesar de que Alberto la había declarado «Persona Non Grata», aun hay una avenida de Montecarlo con su nombre.

A pesar de que Alberto la había declarado «Persona Non Grata», aun hay una avenida de Montecarlo con su nombre. / GETTY IMAGES
El matrimonio se destruyó con infidelidades mutuas. Se separaron en 1902 sin haber tenido hijos. Ella dejó Mónaco y se refugió en Londres y en la alta sociedad británica. Se instaló en el hotel Claridge y se convirtió en una importante «socialité» del momento. Sin embargo, el matrimonio nunca fue anulado y permanecieron legalmente casados hasta la muerte de Alberto I, el 26 de junio de 1922.

Cuando se produjo la separación, el padre de Alice intentó recuperar una parte de su dote, pero la familia Grimaldi se negó a devolverla. Alberto la había declarado «persona non grata», aunque una avenida de Montecarlo todavía lleva su nombre. Es considerada una traidora, porque fue ella la que se alejó del Príncipe Alberto y decidió la separación. Murió en 1925, en París, tres años después del Príncipe. Está enterrada en el cementerio de Père Lachaise.
 
Back