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Villa Astrida: de residencia del rey Balduino de Bélgica a hotelazo de lujo
Ñ
Las empresas hoteleras del sector del lujo optan cada vez más por comprar propiedades pertenecientes a personajes de renombre, celebrities y miembros de la realeza para convertirlas en hotel.
Es una manera muy efectiva de ganar clientes exclusivos, que no dudan en pagar grandes cantidades de dinero por hospedarse en uno de estos hoteles, sabiendo que anteriormente eran la residencia de alguien de prestigio.
Si, además, estas antiguas residencias cuentan con algún suceso escabroso en su historia, el éxito está asegurado. Ese es el caso de Villa Astrida, una enorme mansión en Motril perteneciente los Reyes Fabiola y Balduino de Bélgica, donde fue encontrado este último muerto junto a la piscina, tras sufrir un paro cardiaco en 1993.
26.000 metros de puro lujo
De momento es pronto para saber qué firma hotelera se hará cargo de la construcción del nuevo hotel de lujo porque es la junta de Andalucía quien ha de dar el visto bueno al proyecto.
Sin embargo, todo apunta a que saldrá adelante sin problema, ya que puesta en marcha de un hotel de lujo en Motril es sin duda un aliciente que atraerá clientes premium de todos los rincones del mundo y contribuirá al crecimiento económico de la localidad.
Se da la circunstancia de que un gran número de turistas que recibe Motril son de Bélgica, atraídos por el buen clima y la tranquilidad de la ciudad. Esos mismos motivos fueron los que llevaron al Rey Balduino a adquirir el terreno en que decidió construir su mansión de veraneo.
Balduino disfrutaba tanto de sus retiros en Motril, que no dudó en crear para su mansión un nombre en homenaje a su madre, Astrid.
Cuando la reina Fabiola enviudó, siguió visitando la mansión, sobre todo en verano, pero cada vez de manera más espaciada hasta su fallecimiento.
Rincón homenaje a Balduino
Está previsto que el hotel se construya en los 26.000 metros de los que dispone la villa y el único requerimiento de la Fundación propietaria de la mansión exige, es que se reserve un lugar que sirva de homenaje al desaparecido rey belga
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Las empresas hoteleras del sector del lujo optan cada vez más por comprar propiedades pertenecientes a personajes de renombre, celebrities y miembros de la realeza para convertirlas en hotel.
Es una manera muy efectiva de ganar clientes exclusivos, que no dudan en pagar grandes cantidades de dinero por hospedarse en uno de estos hoteles, sabiendo que anteriormente eran la residencia de alguien de prestigio.
Si, además, estas antiguas residencias cuentan con algún suceso escabroso en su historia, el éxito está asegurado. Ese es el caso de Villa Astrida, una enorme mansión en Motril perteneciente los Reyes Fabiola y Balduino de Bélgica, donde fue encontrado este último muerto junto a la piscina, tras sufrir un paro cardiaco en 1993.
26.000 metros de puro lujo
De momento es pronto para saber qué firma hotelera se hará cargo de la construcción del nuevo hotel de lujo porque es la junta de Andalucía quien ha de dar el visto bueno al proyecto.
Sin embargo, todo apunta a que saldrá adelante sin problema, ya que puesta en marcha de un hotel de lujo en Motril es sin duda un aliciente que atraerá clientes premium de todos los rincones del mundo y contribuirá al crecimiento económico de la localidad.
Se da la circunstancia de que un gran número de turistas que recibe Motril son de Bélgica, atraídos por el buen clima y la tranquilidad de la ciudad. Esos mismos motivos fueron los que llevaron al Rey Balduino a adquirir el terreno en que decidió construir su mansión de veraneo.
Balduino disfrutaba tanto de sus retiros en Motril, que no dudó en crear para su mansión un nombre en homenaje a su madre, Astrid.
Cuando la reina Fabiola enviudó, siguió visitando la mansión, sobre todo en verano, pero cada vez de manera más espaciada hasta su fallecimiento.
Rincón homenaje a Balduino
Está previsto que el hotel se construya en los 26.000 metros de los que dispone la villa y el único requerimiento de la Fundación propietaria de la mansión exige, es que se reserve un lugar que sirva de homenaje al desaparecido rey belga