Por qué Carolina de Mónaco no quiere asistir a la coronación de Carlos III y Charlène la va a obligar a ir
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Pues eso, que además de no ser EX en ningún momento, ya se habían visto con posterioridad, o sea que absurdo decir que no quiere verlo.
Estudiar periodismo para esto.MUJER HOY
Por qué Carolina de Mónaco no quiere asistir a la coronación de Carlos III y Charlène la va a obligar a ir
El conflicto entre Charlène y Carolina cambia de escenario. La princesa de Hannover no quiere ir a la coronación de Carlos III (y puede que Charlène la obligue).
Carolina de Mónaco en una recepción con el príncipe Carlos / GETTY IMAGES
SILVIA VIVAS
Jueves, 9 febrero 2023, 13:56
Carlos III será coronado rey el próximo 6 de mayo e, involuntariamente, el monarca británico se ha convertido en el centro de la última polémica que enfrenta a nuestras dos princesas monegascas favoritas: Carolina de Mónaco y la consorte de La Roca, Charlène.
Por algún insondable error en Matrix la prensa francesa en bloque ha decidido ignorar las declaraciones que el príncipe Alberto de Mónaco dio en la revista People (literalmente dijo «no sé cuántas coronaciones de un monarca inglés veré en mi vida, así que intentaré disfrutarla») y dan por supuesto que ni Alberto ni Charlène estarán en la abadía de Westminster en mayo.
La realidad para la prensa rosa gala es que estamos a 8 de febrero y a falta de confirmación oficial se considera que ni Alberto de Mónaco ni su mujer la princesa Charlène acudirán al evento londinense del año. Y todo porque un experto en diplomacia palaciega concedió una entrevista asegurando que existía una posibilidad de que el príncipe monegasco y su esposa no pudieran acudir a acompañar a Camilla y Carlos en su gran día.
Para Nicolas Fontaine (el responsable de las declaraciones que han exacerbado las páginas del gossip en Francia), nos encontraríamos ante el equivalente royal de evitar ir vestida de blanco a una boda para no restarle protagonismo a la novia. Aunque no está, ni mucho menos, prohibido por el protocolo, se considera un detalle de diplomacia exquisita que a la coronación de un jefe de estado no acuda otro jefe de estado.
¿Significa eso que no habría Grimaldis en Londres el próximo 6 de mayo? Ni mucho menos, de hecho, ahora todos teorizan sobre qué Grimaldis escoger y hay un nombre claro: Carolina de Mónaco.
La princesa consorte de Mónaco (por si las dudas, Charlène) tiene ahora mismo la potestad y el equipo necesario para forzar a la Primera Dama en la sombra del principado, Carolina, a acudir a la coronación de Carlos III.
Una misión que cumpliría un doble objetivo, de un lado representar a los regentes del principado, y de otro, recordarle a Carolina quién manda ahora en el palacio Grimaldi, porque lo que sabe Charlène y la prensa extranjera es que a Carolina de Hannover no le hace ninguna gracia reencontrarse con los Windsor.
Por qué a Carolina de Mónaco no le apetece acudir a la coronación de Carlos III
Durante una buena parte de su soltería adolescente, la princesa Carolina de Mónaco sobrevivió a los intentos de su familia de casarla con lo más royal de la realeza europea. Por supuesto, el primero en esa liga era el heredero al trono británico, el entonces príncipe de Gales, Carlos.
En el documental de Jeremy Paxman Paxman on the Queen's children queda reflejado ese claro intento por hacer que la mayor de los Grimaldi, entonces jovencísima, y el futuro rey de Reino Unido coincidieran baile tras baile y sarao royal tras sarao (compartiendo coche si hacía falta y con Alberto de Mónaco de carabina).
Incluso uno de los mejores amigos del actual rey británico, Broderick Munro-Wilson, cuenta cómo de todas las candidatas al corazón del príncipe él mismo pensó que Carolina de Mónaco era casi «la única posibilidad» que tenía.
Pero ese sueño de Grace Kelly, su marido el príncipe Rainiero y la prensa gossip se truncó por completo en 1978 cuando Carolina acabó casándose por sorpresa con el muy plebeyo Philippe Junot. Aún así, donde hubo rumores quedaron las brasas y las imágenes de Lady Di mirando de reojo a Carolina mientras hablaba con Carlos en 1989 son impagables.
Hoy por hoy ni Carlos III ni Carolina de Mónaco se traen buenos recuerdos el uno al otro. En el caso de ella porque seguramente piensa en lo que podría haber sido y no fue (reina, para empezar) y porque seguramente ver al rey coronarse le recuerde cómo fue el final de aquella amistad que podría haber llegado a algo más: culminó con un matrimonio con un playboy del que se arrepintió en la mismísima luna de miel.
Por su parte Carlos de Inglaterra no posee mejores recuerdos de aquella época que los de la princesa monegasca. Una etapa en la que tanto su familia como los tabloides británicos hacían listados de jóvenes casaderas y aristocráticas para que decidiera cuanto antes.
La presión familiar y mediática fue tan grande que el príncipe llegó a ironizar con sus compañeros del Trinity College de Cambridge sobre la posibilidad de «volverse gay» para que le dejaran en paz definitivamente. Finalmente decidió pedirle una relación formal a una prima segunda suya, Lady Amanda Knatchbull, que para sorpresa del príncipe, le dio calabazas. Dos recuerdos dolorosos en uno.
La realidad es que de aquella época el único que guarda un buen recuerdo es Alberto de Mónaco, el otro «soltero de oro» de la realeza al que emparejaron tantas veces en bodas, bautizos y demás ceremonias con el hijo de Isabel II que aún hoy ambos se ríen al recordar sus paseíllos por las alfombras rojas acompañándose el uno al otro.
Está por ver si la princesa Charlène se digna a acompañar a su maridoa la coronación o si decide desde el gabinete Wittstock , ese desde el que decide la agenda de todos en palacio, que sea su cuñada quien viaje hasta Londres. Una oportunidad de oro para hacerla de rabiar y que se reencuentre con su ex, ese que pudo haberse convertido en su primer marido.
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Charlène y Alberto de Mónaco, los primeros royals en confirmar que asistirán a la coronación de Carlos III
La ceremonia, que se celebrará el próximo 6 de mayo, será todo un despliegue de pompa, circunstancia – e invitados reales.
Los Príncipes Soberanos Charlene y Alberto de Mónaco, los primeros royals en confirmar que asistirán a la coronación de Carlos III
La ceremonia, que se celebrará el próximo 6 de mayo, será todo un despliegue de pompa, circunstancia – e invitados reales.POR NATASHA LEAKE
18 DE ENERO DE 2023
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Alberto y Charlene (y Pablo y Marie-Chantal de Grecia) en el funeral de Estado de Isabel II.
SAMIR HUSSEIN / GETTY IMAGES
Alberto y Charlene de Mónaco acaban de convertirse en los primeros royals europeos en confirmar su asistencia a la coronación de Carlos III, programada para el 6 de mayo de este año.
Alberto de Mónaco, de 64 años, lo confirma así ante la revista People: “No me cabe duda de que será una ceremonia increíble, además de muy emotiva. Hemos mantenido el contacto desde que su majestad se convirtió en rey, pero no he hablado con él personalmente desde el funeral de la reina. Estoy seguro de que su majestad aportará sus propios ‘toques personales’ a las ceremonias, pero ten por seguro que no sé cuáles serán".
Alberto y el entonces príncipe Carlos en la boda de Haakon de Noruega y Mette-Marit.
ANTHONY HARVEY/GETTY IMAGES
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Alberto afirma que cree que sus dos hijos mellizos Jacques y Gabriella, que comparte con su esposa Charlene, son “demasiado pequeños” para asistir a la gran ocasión.
La coronación de Carlos III tendrá lugar el 6 de mayo de 2023 y se espera que sea un auténtico espectáculo de pompa y boato. Tanto políticos y como personalidades de palacio coinciden en que cualquier intento de reducir el evento supondría perder la oportunidad de dar a conocer Reino Unido y a su nuevo monarca en el panorama internacional. La reina consorte será coronada junto al rey, y el evento está siendo organizado por el conde mariscal y duque de Norfolk, que también fue responsable de organizar el funeral de la difunta reina Isabel II.
Alberto de Mónaco, Charlene, sus hijos mellizos Jacques y Gabriella en Mónaco, 2019.
SEBASTIEN NOGIER/GETTY IMAGES
Como buenos miembros de la realeza, Carlos y Alberto mantienen una larga amistad (además de una francamente única) que se remonta varias décadas. “su majestad sigue muy comprometido e interesado en abordar estos temas”, explicaba a People, donde califica Carlos de “pionero de la lucha por el medioambiente” y afirma que “fue la primera figura estatal de primer orden y líder de opinión en comprometerse con la protección medioambiental… admiro su lucha a favor de diversas grandes causas”.
Alberto y Charlene fueron algunos de los líderes internacionales que asistieron al funeral de su majestad Isabel II. Esta semana, Alberto se unía a miembros de la realeza de todo el mundo para acudir al funeral de Constantino de Grecia.
Artículo original publicado por Tatler y traducido y adaptado por Darío Gael Blanco. Accede al original aquí.
C H O R R A D A S. Ya no saben ni qué inventar. Ahora resulta que la otrora sometida y victima de la malvada Caroline, la va a obligar a hacer algo que supuestamente no quiere hacer jaja. Notas incongruentes, amarillistas, sensacionalistas y de ficción abundan. Como ya su fake news sobre la supuesta maldad de Caroline sobre Charlene no hay más por donde cogerla, ahora voltean los papeles. De risa.MUJER HOY
Por qué Carolina de Mónaco no quiere asistir a la coronación de Carlos III y Charlène la va a obligar a ir
El conflicto entre Charlène y Carolina cambia de escenario. La princesa de Hannover no quiere ir a la coronación de Carlos III (y puede que Charlène la obligue).
Carolina de Mónaco en una recepción con el príncipe Carlos / GETTY IMAGES
SILVIA VIVAS
Jueves, 9 febrero 2023, 13:56
Carlos III será coronado rey el próximo 6 de mayo e, involuntariamente, el monarca británico se ha convertido en el centro de la última polémica que enfrenta a nuestras dos princesas monegascas favoritas: Carolina de Mónaco y la consorte de La Roca, Charlène.
Por algún insondable error en Matrix la prensa francesa en bloque ha decidido ignorar las declaraciones que el príncipe Alberto de Mónaco dio en la revista People (literalmente dijo «no sé cuántas coronaciones de un monarca inglés veré en mi vida, así que intentaré disfrutarla») y dan por supuesto que ni Alberto ni Charlène estarán en la abadía de Westminster en mayo.
La realidad para la prensa rosa gala es que estamos a 8 de febrero y a falta de confirmación oficial se considera que ni Alberto de Mónaco ni su mujer la princesa Charlène acudirán al evento londinense del año. Y todo porque un experto en diplomacia palaciega concedió una entrevista asegurando que existía una posibilidad de que el príncipe monegasco y su esposa no pudieran acudir a acompañar a Camilla y Carlos en su gran día.
Para Nicolas Fontaine (el responsable de las declaraciones que han exacerbado las páginas del gossip en Francia), nos encontraríamos ante el equivalente royal de evitar ir vestida de blanco a una boda para no restarle protagonismo a la novia. Aunque no está, ni mucho menos, prohibido por el protocolo, se considera un detalle de diplomacia exquisita que a la coronación de un jefe de estado no acuda otro jefe de estado.
¿Significa eso que no habría Grimaldis en Londres el próximo 6 de mayo? Ni mucho menos, de hecho, ahora todos teorizan sobre qué Grimaldis escoger y hay un nombre claro: Carolina de Mónaco.
La princesa consorte de Mónaco (por si las dudas, Charlène) tiene ahora mismo la potestad y el equipo necesario para forzar a la Primera Dama en la sombra del principado, Carolina, a acudir a la coronación de Carlos III.
Una misión que cumpliría un doble objetivo, de un lado representar a los regentes del principado, y de otro, recordarle a Carolina quién manda ahora en el palacio Grimaldi, porque lo que sabe Charlène y la prensa extranjera es que a Carolina de Hannover no le hace ninguna gracia reencontrarse con los Windsor.
Por qué a Carolina de Mónaco no le apetece acudir a la coronación de Carlos III
Durante una buena parte de su soltería adolescente, la princesa Carolina de Mónaco sobrevivió a los intentos de su familia de casarla con lo más royal de la realeza europea. Por supuesto, el primero en esa liga era el heredero al trono británico, el entonces príncipe de Gales, Carlos.
En el documental de Jeremy Paxman Paxman on the Queen's children queda reflejado ese claro intento por hacer que la mayor de los Grimaldi, entonces jovencísima, y el futuro rey de Reino Unido coincidieran baile tras baile y sarao royal tras sarao (compartiendo coche si hacía falta y con Alberto de Mónaco de carabina).
Incluso uno de los mejores amigos del actual rey británico, Broderick Munro-Wilson, cuenta cómo de todas las candidatas al corazón del príncipe él mismo pensó que Carolina de Mónaco era casi «la única posibilidad» que tenía.
Pero ese sueño de Grace Kelly, su marido el príncipe Rainiero y la prensa gossip se truncó por completo en 1978 cuando Carolina acabó casándose por sorpresa con el muy plebeyo Philippe Junot. Aún así, donde hubo rumores quedaron las brasas y las imágenes de Lady Di mirando de reojo a Carolina mientras hablaba con Carlos en 1989 son impagables.
Hoy por hoy ni Carlos III ni Carolina de Mónaco se traen buenos recuerdos el uno al otro. En el caso de ella porque seguramente piensa en lo que podría haber sido y no fue (reina, para empezar) y porque seguramente ver al rey coronarse le recuerde cómo fue el final de aquella amistad que podría haber llegado a algo más: culminó con un matrimonio con un playboy del que se arrepintió en la mismísima luna de miel.
Por su parte Carlos de Inglaterra no posee mejores recuerdos de aquella época que los de la princesa monegasca. Una etapa en la que tanto su familia como los tabloides británicos hacían listados de jóvenes casaderas y aristocráticas para que decidiera cuanto antes.
La presión familiar y mediática fue tan grande que el príncipe llegó a ironizar con sus compañeros del Trinity College de Cambridge sobre la posibilidad de «volverse gay» para que le dejaran en paz definitivamente. Finalmente decidió pedirle una relación formal a una prima segunda suya, Lady Amanda Knatchbull, que para sorpresa del príncipe, le dio calabazas. Dos recuerdos dolorosos en uno.
La realidad es que de aquella época el único que guarda un buen recuerdo es Alberto de Mónaco, el otro «soltero de oro» de la realeza al que emparejaron tantas veces en bodas, bautizos y demás ceremonias con el hijo de Isabel II que aún hoy ambos se ríen al recordar sus paseíllos por las alfombras rojas acompañándose el uno al otro.
Está por ver si la princesa Charlène se digna a acompañar a su maridoa la coronación o si decide desde el gabinete Wittstock , ese desde el que decide la agenda de todos en palacio, que sea su cuñada quien viaje hasta Londres. Una oportunidad de oro para hacerla de rabiar y que se reencuentre con su ex, ese que pudo haberse convertido en su primer marido.
No va porque ya van los principes reinantes. A los eventos reales basta con ir una o dos personas de una Casa Real.
Grace y Rainiero querían casarla con Carlos, hubiera sido la sustituta de lady Di, que terrible. De buena se libró. Pero también eligió fatal casandose con Junot.
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Grace y Rainiero hubiesen dado palmas con las orejas si hubiese podido ser, pero Isabel, Felipe y Charles no estaban por la labor precisamente.
El que a Grace y Rainier quizá les hubiera encantado, no quiere decir que estuvieran por la labor. A lo mucho se les vio juntos en dos o tres ocasiones en algún evento público donde se podía dar la oportunidad de que convivieran (jamás solos) y para de contar.
Para mi que tanto para Elizabeth y Phillip como para Grace y Rainier, la cuestión de la religión era todo un tema de estado, ya que Charles era heredero por 25 años (en ese entonces) y Caroline como la segunda en la línea del principado por más de la mitad de su vida (y para entonces muy probablemente también porque Albert ya empezaba a a dar señas de renuencia a formar una familia joven).
Y sobre todo, ni a Charles ni mucho menos a Caroline tampoco se les vio jamás la más mínima intención.
¿Lindo creer que ese era el deseo de GyR? ¡Claro! Pero para mi, es totalmente inverosímil, incluso carente de oportunidad temporal, en vista de la edad de la princesa en su primer matrimonio y sobre todo, de su matrimonio con Stefano y la formación de su familia. Vamos, para no ir lejos, Caroline apenas tenía un par de meses divorciada de Junot cuando Charles se compromete y se casa con Diana. Cero coincidencia temporal.
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a las coronaciobnes no suelen ir soberanos, los herederos peor yo creo que la razon no sera que noquire coincidir con su ex marido
