Prince Albert of Monaco’s ‘secret payments’ revealed
Princess Charlene was unaware of the sums going to his former lovers and children, according to claims by Claude Palmero, the royal family’s former accountant
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Pagos Secretos del Príncipe Alberto
- AutorWurttem
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www.thetimes.co.ukLe Monde también ha publicado la historia. X está ardiendo.
- La Princesa Charlene tiene un presupuesto anual de 1,5 millones de euros
- La Princesa Caroline, 900.000 euros anuales
- La Princesa Stéphanie, 800.000 euros anuales
- Nicole Coste, 1M de euros al año
- Jazmin Grace Grimaldi, 79.000 euros anuales
Y luego los rumores, que Caroline y Charlene se odian, que Charlene no le habla a Nicole. Pero lo más loco de todo es que, según Palmero, el Príncipe Rainiero pensó en negarle el trono a Alberto.
¿Querría ver a Andrea como Príncipe Soberano?
- La Princesa Charlene tiene un presupuesto anual de 1,5 millones de euros
- La Princesa Caroline, 900.000 euros anuales
- La Princesa Stéphanie, 800.000 euros anuales
- Nicole Coste, 1M de euros al año
- Jazmin Grace Grimaldi, 79.000 euros anuales
Y luego los rumores, que Caroline y Charlene se odian, que Charlene no le habla a Nicole. Pero lo más loco de todo es que, según Palmero, el Príncipe Rainiero pensó en negarle el trono a Alberto.
¿Querría ver a Andrea como Príncipe Soberano?
El artículo completo:
Puede que el Príncipe Albert de Mónaco tenga sus defectos, pero nadie podría cuestionar su generosidad.
Tomemos como ejemplo a su esposa: la Princesa Charlene, cuyos gastos exceden con creces su asignación oficial de 1,5 millones de euros al año sabiendo que su marido pagará la diferencia, según la otrora eminencia gris de Albert.
Ella no está sola. Su ex amante también sigue beneficiándose de su generosidad, al igual que los dos hijos que tuvo fuera de matrimonio antes de conocer a Charlene, a quien parece no haber informado sobre estos pagos, según los medios franceses.
Las revelaciones sobre el gobernante del pequeño principado mediterráneo fueron publicadas por Le Monde después de obtener los cuadernos de notas de Claude Palmero, quien fue oficialmente el administrador de la propiedad del príncipe hasta su despido el año pasado, pero que era ampliamente visto como una poderosa influencia en el palacio.
Las revelaciones son perjudiciales para Albert, de 65 años, quien tiene un papel activo en la gestión del país con una de las tasas de millonarios más altas del mundo. Se presenta como un monarca débil al que empujan las mujeres de su vida, incluidas sus dos hermanas, la princesa Stéphanie, de 58 años, y la princesa Caroline, de 67. Palmero dice que ambas usan las joyas de la corona como accesorios de moda personales. Caroline está acusada de haber desalojado a su hermano de la gestión del castillo familiar en Marchais, en el noreste de Francia, donde Palmero dice que hay "caos en el inventario".
Palmero, de 67 años, quien fue despedido después de más de dos décadas en palacio por supuesta deslealtad en medio de acusaciones de que había dejado las finanzas reales en un estado “catastrófico”, tomó notas sobre el funcionamiento interno de la familia gobernante, incluidos sus gastos.
Jazmin Grace Grimaldi, de 31 años, hija de Albert con una ex camarera estadounidense después de un breve romance, recibe 86.000 dólares cada tres meses, a pesar de no ser parte de la familia real, dice Le Monde. Palmero señaló que le habían regalado 5.000 dólares por su cumpleaños número 18 y un apartamento en Nueva York valorado en 3 millones de dólares siete años después.
Palmero también señaló que el palacio estaba pagando un seguro de secuestro y rescate para Alexandre Coste, de 20 años, hijo de Albert con Nicole Coste, una ex azafata franco-togolesa con quien tuvo una relación durante su época de soltero. Nacido fuera del matrimonio, Coste tampoco está en la línea sucesoria. En 2015, la madre de Coste convenció a Albert para que respaldara su negocio de moda, que estaba dirigido por una tienda en Knightsbridge, dijo Le Monde. Palmero señaló en 2015 que estaba “en camino [de costar] un millón [de euros] al año”.
Libération, otro periódico francés con el que habló Palmero, dijo que el príncipe tenía una cuenta en BNP, el banco francés, bajo el nombre AG de Albert Grimaldi, siendo Grimaldi el nombre de la dinastía gobernante de Mónaco. El periódico dijo que la cuenta se utilizó para pagar a las antiguas amantes de Albert y a sus hijos sin que su esposa lo supiera.
Charlene, de 45 años, nacida en Zimbabue y que llegó a representar a Sudáfrica como nadadora, recibió un total de 7,5 millones de euros en los ocho años posteriores a su matrimonio con Albert en 2011, según Palmero. Pero gastó alrededor de 15 millones de euros durante ese tiempo, dijo. En abril de 2016, dijo que ella había pedido 77.000 euros. En 2020, constató un pago de 200.000 euros en su cuenta bancaria “más 5.000 euros en efectivo”.
Entre sus gastos se encuentran 1 millón de euros para redecorar su oficina y 300 euros al día para su chef personal, dijo Palmero. Añadió que empleaba niñeras y otro personal doméstico que habían llegado a Mónaco como inmigrantes ilegales, especialmente desde Filipinas.
El maître Jean-Michel Darrois, abogado de Albert, dijo a Le Monde que si los inmigrantes ilegales trabajaban para Charlene, Palmero tenía la culpa de haberlos contratado. El abogado también afirmó que todos los gastos adicionales a las dietas oficiales se cubrían con fondos privados del príncipe y no afectaban al presupuesto del palacio.
Darrois acusó a Palmero de haberse registrado como propietario oficial de gran parte de la cartera de propiedades de la familia real, especialmente en París, donde se dice que incluye un apartamento en el rico distrito 16 de la ciudad para los guardaespaldas del príncipe.
Palmero dijo que actuó con el conocimiento y la aprobación de la familia real para que pudieran evitar los impuestos franceses.
En un comunicado, Albert dijo: "Los ataques que [Palmero] hace contra mí y contra el Estado [de Mónaco] y sus instituciones muestran su verdadera naturaleza y el poco respeto... que tiene por la familia y el principado".
Con la contabilidad volvió a perjudicar a la familia real de Mónaco.
Es posible que Claude Palmero haya tenido el modesto título de administrador de propiedades, pero estuvo en el corazón de la familia real de Mónaco durante más de dos décadas (escribe Adam Sage). Después de asumir el cargo de su padre, André Palmero, en 2000, conocía los secretos del palacio, supervisaba sus cuentas y controlaba fondos clandestinos para sobornos, según Le Monde.
En 2012, por ejemplo, recurrió a uno de esos fondos cuando se le confió la “Misión K”, que implicaba recuperar fotografías comprometedoras del Príncipe Albert de manos de una mujer anónima a la que se le pagaba a través de un intermediario, según sus cuadernos. Maître Jean-Michel Darrois, abogado de Albert, negó que su cliente hubiera hecho alguna vez tal cosa.
Palmero, que fue una figura poderosa en el pequeño pero ultrarico principado durante mucho tiempo, cayó en desgracia en 2023 cuando fue despedido por Albert como parte de lo que se promocionó como una limpieza en Mónaco. Actuó después de que se publicaran acusaciones de irregularidades financieras relacionadas con el palacio en Les Dossiers du Rocher.
Albert inicialmente hizo a un lado las afirmaciones, pero respondió cuando fueron retomadas por la televisión francesa. El Príncipe despidió a Laurent Anselmi, su jefe de gabinete, y se distanció públicamente de Thierry Lacoste, su abogado y amigo de la infancia. Posteriormente, la familia principesca dijo que había presentado una demanda penal después de que una auditoría revelara irregularidades en las cuentas del palacio.
Palmero, que niega haber actuado mal, ha interpuesto él mismo acciones legales alegando despido improcedente y argumentando que es víctima de acoso.
Puede que el Príncipe Albert de Mónaco tenga sus defectos, pero nadie podría cuestionar su generosidad.
Tomemos como ejemplo a su esposa: la Princesa Charlene, cuyos gastos exceden con creces su asignación oficial de 1,5 millones de euros al año sabiendo que su marido pagará la diferencia, según la otrora eminencia gris de Albert.
Ella no está sola. Su ex amante también sigue beneficiándose de su generosidad, al igual que los dos hijos que tuvo fuera de matrimonio antes de conocer a Charlene, a quien parece no haber informado sobre estos pagos, según los medios franceses.
Las revelaciones sobre el gobernante del pequeño principado mediterráneo fueron publicadas por Le Monde después de obtener los cuadernos de notas de Claude Palmero, quien fue oficialmente el administrador de la propiedad del príncipe hasta su despido el año pasado, pero que era ampliamente visto como una poderosa influencia en el palacio.
Las revelaciones son perjudiciales para Albert, de 65 años, quien tiene un papel activo en la gestión del país con una de las tasas de millonarios más altas del mundo. Se presenta como un monarca débil al que empujan las mujeres de su vida, incluidas sus dos hermanas, la princesa Stéphanie, de 58 años, y la princesa Caroline, de 67. Palmero dice que ambas usan las joyas de la corona como accesorios de moda personales. Caroline está acusada de haber desalojado a su hermano de la gestión del castillo familiar en Marchais, en el noreste de Francia, donde Palmero dice que hay "caos en el inventario".
Palmero, de 67 años, quien fue despedido después de más de dos décadas en palacio por supuesta deslealtad en medio de acusaciones de que había dejado las finanzas reales en un estado “catastrófico”, tomó notas sobre el funcionamiento interno de la familia gobernante, incluidos sus gastos.
Jazmin Grace Grimaldi, de 31 años, hija de Albert con una ex camarera estadounidense después de un breve romance, recibe 86.000 dólares cada tres meses, a pesar de no ser parte de la familia real, dice Le Monde. Palmero señaló que le habían regalado 5.000 dólares por su cumpleaños número 18 y un apartamento en Nueva York valorado en 3 millones de dólares siete años después.
Palmero también señaló que el palacio estaba pagando un seguro de secuestro y rescate para Alexandre Coste, de 20 años, hijo de Albert con Nicole Coste, una ex azafata franco-togolesa con quien tuvo una relación durante su época de soltero. Nacido fuera del matrimonio, Coste tampoco está en la línea sucesoria. En 2015, la madre de Coste convenció a Albert para que respaldara su negocio de moda, que estaba dirigido por una tienda en Knightsbridge, dijo Le Monde. Palmero señaló en 2015 que estaba “en camino [de costar] un millón [de euros] al año”.
Libération, otro periódico francés con el que habló Palmero, dijo que el príncipe tenía una cuenta en BNP, el banco francés, bajo el nombre AG de Albert Grimaldi, siendo Grimaldi el nombre de la dinastía gobernante de Mónaco. El periódico dijo que la cuenta se utilizó para pagar a las antiguas amantes de Albert y a sus hijos sin que su esposa lo supiera.
Charlene, de 45 años, nacida en Zimbabue y que llegó a representar a Sudáfrica como nadadora, recibió un total de 7,5 millones de euros en los ocho años posteriores a su matrimonio con Albert en 2011, según Palmero. Pero gastó alrededor de 15 millones de euros durante ese tiempo, dijo. En abril de 2016, dijo que ella había pedido 77.000 euros. En 2020, constató un pago de 200.000 euros en su cuenta bancaria “más 5.000 euros en efectivo”.
Entre sus gastos se encuentran 1 millón de euros para redecorar su oficina y 300 euros al día para su chef personal, dijo Palmero. Añadió que empleaba niñeras y otro personal doméstico que habían llegado a Mónaco como inmigrantes ilegales, especialmente desde Filipinas.
El maître Jean-Michel Darrois, abogado de Albert, dijo a Le Monde que si los inmigrantes ilegales trabajaban para Charlene, Palmero tenía la culpa de haberlos contratado. El abogado también afirmó que todos los gastos adicionales a las dietas oficiales se cubrían con fondos privados del príncipe y no afectaban al presupuesto del palacio.
Darrois acusó a Palmero de haberse registrado como propietario oficial de gran parte de la cartera de propiedades de la familia real, especialmente en París, donde se dice que incluye un apartamento en el rico distrito 16 de la ciudad para los guardaespaldas del príncipe.
Palmero dijo que actuó con el conocimiento y la aprobación de la familia real para que pudieran evitar los impuestos franceses.
En un comunicado, Albert dijo: "Los ataques que [Palmero] hace contra mí y contra el Estado [de Mónaco] y sus instituciones muestran su verdadera naturaleza y el poco respeto... que tiene por la familia y el principado".
Con la contabilidad volvió a perjudicar a la familia real de Mónaco.
Es posible que Claude Palmero haya tenido el modesto título de administrador de propiedades, pero estuvo en el corazón de la familia real de Mónaco durante más de dos décadas (escribe Adam Sage). Después de asumir el cargo de su padre, André Palmero, en 2000, conocía los secretos del palacio, supervisaba sus cuentas y controlaba fondos clandestinos para sobornos, según Le Monde.
En 2012, por ejemplo, recurrió a uno de esos fondos cuando se le confió la “Misión K”, que implicaba recuperar fotografías comprometedoras del Príncipe Albert de manos de una mujer anónima a la que se le pagaba a través de un intermediario, según sus cuadernos. Maître Jean-Michel Darrois, abogado de Albert, negó que su cliente hubiera hecho alguna vez tal cosa.
Palmero, que fue una figura poderosa en el pequeño pero ultrarico principado durante mucho tiempo, cayó en desgracia en 2023 cuando fue despedido por Albert como parte de lo que se promocionó como una limpieza en Mónaco. Actuó después de que se publicaran acusaciones de irregularidades financieras relacionadas con el palacio en Les Dossiers du Rocher.
Albert inicialmente hizo a un lado las afirmaciones, pero respondió cuando fueron retomadas por la televisión francesa. El Príncipe despidió a Laurent Anselmi, su jefe de gabinete, y se distanció públicamente de Thierry Lacoste, su abogado y amigo de la infancia. Posteriormente, la familia principesca dijo que había presentado una demanda penal después de que una auditoría revelara irregularidades en las cuentas del palacio.
Palmero, que niega haber actuado mal, ha interpuesto él mismo acciones legales alegando despido improcedente y argumentando que es víctima de acoso.
Le Monde también ha publicado la historia. X está ardiendo.
- La Princesa Charlene tiene un presupuesto anual de 1,5 millones de euros
- La Princesa Caroline, 900.000 euros anuales
- La Princesa Stéphanie, 800.000 euros anuales
- Nicole Coste, 1M de euros al año
- Jazmin Grace Grimaldi, 79.000 euros anuales
Y luego los rumores, que Caroline y Charlene se odian, que Charlene no le habla a Nicole. Pero lo más loco de todo es que, según Palmero, el Príncipe Rainiero pensó en negarle el trono a Alberto.
¿Querría ver a Andrea como Príncipe Soberano?
Yo creo que Nicole tiene información "turbia" sobre Albert, de lo contrario no me explico tanto dinero y tanta prerogativa con ella.
No es, como inicialmente se dijo en X, un millón de euros al año como asignación personal sino un millón al año para mantener su negocio....durante VARIOS años. Esos son MUCHOS millones. Obviamente Nicole debe tener algo MUY fuerte de Albert. Pero es que en el artículo se menciona otro episodio con fotos y chantaje por parte de otra señora. Y jamás olvidemos el episodio con Karen Mulder, absolutamente NEFASTO.
Ya luego, no es que tenga un trust fund para el niño rata, sino que paga un seguro de secuestro y rescate...pero esto qué es! Más le vale a Albert dejar las cuentas del principado saneadas, porque no puede dejarle este desastre a Jacques.
No quiero imaginarme el espectáculo que seguirá a la muerte de Albert.
Última edición:
Yo sinceramente creo que Albert paga todo lo de Alexandre pero por aparte, que ese millón es para Nicole solita...
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Que paso con Albert y Karen Mulder?
He googleado pero no hay nada consistente
Gracias!
Por lo que yo sé, Karen fue entrevistada en un programa de televisión y ahí contó que Alberto la había violado durante la breve relación que mantuvieron, pero esa entrevista no se emitió y además la grabación fue destruida. Después se dedicaron sistemáticamente a atacarla desde todos los medios para hacer creer a todo el mundo que estaba loca, sus compañeras del mundo de la moda se alejaron de ella y perdió muchos trabajos ya que nadie quería contratarla sabiendo las críticas y el boicot que habría desde los medios de comunicación, fueron unos ataques horribles y continuados en el tiempo, duraron años, hasta el punto que ella necesitó realmente ayuda de psicólogos para superarlos
¿Qué dijo la supermodelo Karen Mulder en aquel plató de televisión para que se destruyesen las grabaciones?
Una de las modelos más legendarias de los noventa cumple hoy cincuenta años alejada de los focos y todavía cargando con el misterio de la entrevista que, en el año 2001, llevó al canal de televisión francés a decidir no emitirla y acabó con la modelo en un psiquiátrico
elpais.com
¿Qué fue de Karen Mulder? El enigma de la gran top de los noventa
Hace 15 años la legendaria top model acudió a un programa de televisión francés. Lo que allí contó hizo que la entrevista no solo nunca se emitiese, sino que la grabación se destruyese.
Veo que el primer artículo es de pago, lo pongo aquíPor lo que yo sé, Karen fue entrevistada en un programa de televisión y ahí contó que Alberto la había violado durante la breve relación que mantuvieron, pero esa entrevista no se emitió y además la grabación fue destruida. Después se dedicaron sistemáticamente a atacarla desde todos los medios para hacer creer a todo el mundo que estaba loca, sus compañeras del mundo de la moda se alejaron de ella y perdió muchos trabajos ya que nadie quería contratarla sabiendo las críticas y el boicot que habría desde los medios de comunicación, fueron unos ataques horribles y continuados en el tiempo, duraron años, hasta el punto que ella necesitó realmente ayuda de psicólogos para superarlos
¿Qué dijo la supermodelo Karen Mulder en aquel plató de televisión para que se destruyesen las grabaciones?
Una de las modelos más legendarias de los noventa cumple hoy cincuenta años alejada de los focos y todavía cargando con el misterio de la entrevista que, en el año 2001, llevó al canal de televisión francés a decidir no emitirla y acabó con la modelo en un psiquiátrico¿Qué fue de Karen Mulder? El enigma de la gran top de los noventa
Hace 15 años la legendaria top model acudió a un programa de televisión francés. Lo que allí contó hizo que la entrevista no solo nunca se emitiese, sino que la grabación se destruyese.www.revistavanityfair.es
¿Qué dijo la supermodelo Karen Mulder en aquel plató de televisión para que se destruyesen las grabaciones?
Una de las modelos más legendarias de los noventa cumple hoy cincuenta años alejada de los focos y todavía cargando con el misterio de la entrevista que, en el año 2001, llevó al canal de televisión francés a decidir no emitirla y acabó con la modelo en un psiquiátrico
Raquel Piñeiro
31 may 2020 - 21:36Actualizado:01 jun 2020 - 08:53CEST
La modelo Karen Mulder, una de las más cotizadas de los noventa, camina sobre la pasarela en un desfile de Valentino en marzo de 1992.Getty Images
31 de octubre de 2001. La famosa modelo Karen Mulder acude como invitada a un programa de la cadena de televisión France 2 llamado Tout le Monde en Parle (Todo el mundo está hablando de esto). Durante la entrevista, relata que ha sido violada de forma continuada desde que tenía dos años hasta el anterior mes de abril. Afirma que tanto ella como otras modelos han sufrido explotación sexual sistemática por parte de su agencia –la prestigiosa Elite–, y extiende sus acusaciones a todo tipo de personalidades de la sociedad francesa, políticos, policías, empresarios, incluido el príncipe Alberto de Mónaco, con el que se la había relacionado en el pasado, y al que acusa de haberla violado.
Asegura que la han obligado a consumir drogas, que ejecutivos la hipnotizaron para abusar de ella y que la coaccionaron para mantener relaciones sexuales a cambio de conseguir mejores contratos. “Después de cinco minutos me di cuenta de que estaba enferma”, declararía el presentador, Thierry Ardisson, al diario Libération. “Detuve la entrevista y decidimos no emitirla, incluso si eso significa ser acusados de censura. Hubiera sido una superexclusiva. Quizás había algunas cosas verdaderas en su testimonio, pero era obvio que no estaba en su estado normal. Cuando se fue, me dijo: “Tú también eres parte del complot”.
“Detuve la entrevista y decidimos no emitirla, incluso si eso significa ser acusados de censura. Hubiera sido una superexclusiva. Quizás había algunas cosas verdaderas en su testimonio, pero era obvio que no estaba en su estado normal. Cuando se fue, me dijo: 'Tú también eres parte del complot”
Karen no se encontraba allí por casualidad ni el tema de los abusos surgió por sorpresa. El objetivo del programa era debatir un polémico documental de la BBC rodado dos años atrás en el que se denunciaba la explotación sexual que sufrían modelos muy jóvenes, muchas adolescentes, por parte de figuras prominentes de la agencia Elite. Mulder era un testimonio de peso que conocía de primera mano el mundo de la moda en general y el funcionamiento de Elite en particular por una condición de la que muy pocas personas en la tierra podían presumir: haber sido una supermodelo.
Nacida en Holanda el 1 de junio de 1970, siendo apenas una adolescente Karen fue finalista del prestigioso concurso de belleza Elite Model Look. Fichó por la agencia y comenzó a trabajar para ellos con gran éxito: antes de cumplir los 18 ya estaba desfilando para las grandes marcas de la industria, de Versace a Yves Saint Laurent. Apodada “la rubia con clase”, protagonizó portadas de diferentes cabeceras internacionales de Vogue o Elle y logró dos hitos que marcaban la diferencia entre las modelos de primera clase y las del montón: salir en el número de bañadores de Sports Illustrated y desfilar como uno de los ángeles de Victoria’s secret.
El auge de su carrera había coincidido un momento muy concreto que supuso la aparición del fenómeno de las supermodelos. A principios de los noventa, la industria de la moda se puso de moda, nunca mejor dicho; las anteriores casi anónimas maniquíes se habían aupado hasta convertirse en celebridades globales, famosas al nivel de actores o cantantes, y con ellas, su estilo de vida, identificado como lujoso, glamouroso y divertido, había pasado a ser un objeto de deseo para miles de personas por todo el planeta. Karen había formado parte del exclusivísimo grupo de las más buscadas, solicitadas y mejor pagadas junto a Naomi Campbell, Cindy Crawford, Christy Turlington, Linda Evangelista, Stephanie Seymour o Claudia Schiffer. Decidió dejar de forma voluntaria dejar de desfilar en pasarelas en el 1997 y de forma sorpresiva, abandonó del todo la profesión en año 2000.
Karen Mulder, Karl Lagerfeld, Claudia Schiffer y Linda Evangelista en París en 1994. Es difícil que haya más elementos reconocibles de la moda de los noventa en una sola imagen.Getty Images
Durante esa época, las sombras de una profesión en la que se juntaban grandes cantidades de dinero con mujeres muy jóvenes, a menudo menores de edad, que se ganaban la vida con su aspecto físico habían ido encendiendo algunas alarmas, y el documental de la BBC que se debatía aquella noche en la televisión francesa era muestra de ello. Grabado en 1999, el documental afirmaba, sin ambages, que modelos adolescentes eran explotadas sexualmente por ejecutivos de Elite. Dos trabajadores de la empresa fueron despedidos, pero tras varias demandas de la agencia por difamación, la cadena tuvo que admitir que podía haber tergiversado las declaraciones de algunos de los empresarios grabados y que habían presionado a alguno de ellos para obtener el tipo de material que buscaban.
Entre desmentidos, acusaciones cruzadas y discusiones sobre periodismo de investigación sospechoso en un tema morboso de por sí, había sin duda mucho que debatir con Karen Mulder en Tout le Monde en Parle, pero el resultado excedió las expectativas. Además de no emitir jamás el fragmento en el que la antigua modelo lanzaba sus potentes acusaciones, la cinta fue destruida. Sin embargo, el programa se grababa con público en directo, y aunque se les conminó a guardar silencio sobre lo que habían presenciado, pronto comenzaron a circular rumores por Internet y llegaron correos electrónicos a las redacciones donde se explicaba lo ocurrido.
“Todos los que me traicionaron eran gente a la que quería mucho. Luego me di cuenta de hasta dónde llegaba la conspiración. Estaba metida gente del gobierno y de la policía, que utilizaban a chicas de Elite”
Tres días después de la conversación abortada, un periodista consiguió entrevistar de nuevo a Mulder. A él le repitió todo lo que había dicho en el programa, empezando con que una persona de su entorno familiar había abusado sexualmente de ella cuando tenía dos años, y que en su familia había varios pedófilos que la emplearon como esclava sexual. Aseguraba que al poco de llegar a París dos fotógrafos la habían violado y tras su denuncia, fueron despedidos, y repetía sus argumentos contra Elite dando todo tipo de detalles escabrosos. Medios como Paris Match declinaron comprar la entrevista, pero la revista VSD aceptó y las palabras de la modelo vieron la luz la primera semana de enero de 2002. Así fue como el escándalo se hizo masivo.
Durante la charla con el periodista, Mulder daba nombres tanto de los familiares como de los ejecutivos a los que acusaba, pero la revista no los reproducía para evitar cualquier tipo de conflicto legal, aunque según algunos las fotografías que ilustraban el reportaje dejaban poco lugar a las especulaciones. Había frases estremecedoras, pero a la vez todo era tan extremo que algunos lectores entendieron que se trataba de obvios delirios de alguien con una enfermedad mental. “Todos los que me traicionaron eran gente a la que quería mucho. Luego me di cuenta de hasta dónde llegaba la conspiración. Estaba metida gente del gobierno y de la policía, que utilizaban a chicas de Elite”, aseguraba Karen Mulder, además de mencionar que habían usado “trucos hipnóticos” y “sistemas de rociadores” contra ella.
“Han tratado de secuestrarme y envenenarme”, decía en un momento. “Todas las personas que mi familia frecuentaba eran pedófilas”, denunciaba en otro. “Ahora me doy cuenta de que hay toda una trama a mi alrededor, es enorme. Se trata de personas en el gobierno y en la policía que usan chicas de agencias de modelos, incluso las más conocidas... Yo era un juguete que todos querían tener”. Clamar que todo era una conspiración en su contra sonaba a argumento de persona paranoica, algo que parecía confirmarse porque horas después de entrevistarse con el periodista, Mulder fue ingresada en un hospital psiquiátrico a petición de su hermana Saskia, también modelo de Elite, con el permiso de sus padres.
Karen Mulder con el príncipe Albero de Mónaco, sobre el que virtió graves acusaciones en el programa 'Tout le Monde en Parle', en 1990.Getty Images
Cuando el número de VSD vio la luz, todo esto se había hecho público y había estallado el “caso Karen Mulder”. Muchos criticaron a la revista, acusándola de aprovecharse del frágil estado mental de una persona para vender más ejemplares con declaraciones escandalosas sin sentido. El director de VSD aseguraba que Mulder estaba consciente y cuerda y sabía muy bien lo que decía. En torno a esta diatriba se desarrollaría toda la polémica posterior: ¿estaba Karen Mulder desequilibrada por todo lo que le había sucedido o estaba desequilibrada a secas y se lo había inventado todo?
No todo eran testimonios en televisión o revistas. La modelo también acudió a la brigada antiproxenetismo de la policía francesa, donde realizó una declaración formal repitiendo lo mismo que había contado ante los medios. Pero la investigación judicial no llegó a ninguna conclusión. El caso de Karen Mulder, con las posibles implicaciones de turbios tejemanejes en la industria de la moda que pudiese tener, quedó empañado para convertirse en otra caída libre de personaje que se derrumba por fases ante los ojos del público.
Para empezar, estuvo cinco meses ingresada y sedada en el hospital Montsouris. En un giro sorpresivo de los acontecimientos, las facturas del centro las pagó Gerald Marie, ex marido de Linda Evangelista y también el ex presidente de Elite que habían figurado en el reportaje de la BBC por ofrecer dinero a una modelo quinceañera a cambio de s*x*. Algunos medios apuntaban a que era uno de los hombres a los que Karen había acusado de violación. El padre de Mulder manifestó que la culpa de todo se debía al consumo de cocaína de su hija y a la presión que había experimentado en su vida profesional.
El videoclip de 'I am what I am', un tema de música disco que Karen Mulder publicó poco después del escándalo.
Cuando salió del psiquiátrico, Karen se retractó de todo lo expuesto –excepto de los abusos sufridos de niña– y recuperó la carrera musical que había iniciado en el 97, al retirarse de las pasarelas, sacando el tema I am what I am. Su éxito como canción veraniega fue mediano, y la promoción incluyó de nuevo una visita al plató de Tout le Monde en Parle en la que solo se mencionó de pasada lo sucedido menos de un año atrás. En diciembre de 2002 la historia tomaba un cariz todavía más trágico: Mulder fue encontrada en coma en su apartamento de París tras ingerir una sobredosis de barbitúricos. Fue su expareja, Jean-Yves Le Fur, el que dio la voz de alarma. Éste había saltado a la fama a principios de los noventa como primer novio formal de la princesa Estefanía de Mónaco hasta que se publicó que era un “sinvergüenza y un cazadotes sin estudios” que había estado en prisión por estafa.
Los siguientes años de la modelo permanecieron casi en el anonimato. Tuvo una hija, Anna, de paternidad nunca revelada al público y volvió a subir a las pasarelas de forma ocasional, pero la siguiente ocasión en la que volvió a copar titulares fue por otro motivo triste: agredir a su cirujana plástica en 2009. Desde entonces, se la ha fotografiado en Saint Tropez o Saint Barth, en imágenes que se vendieron con el gancho “Karen Mulder irreconocible”, aunque teniendo en cuenta el tiempo que ha pasado desde sus años como supermodelo y su lozano aspecto general, sería discutible la aseveración de que ha cambiado tanto.
Apenas se recuerda lo que ocurrió hace casi veinte años, y si se menciona, es como un ejemplo de derrumbe emocional o de trastorno mental asociado al siempre exigente y conflictivo mundo de la moda. Pero lo cierto es que en su discurso tal vez inconexo y fácilmente ridiculizable había unas cuantas verdades incómodas. La explotación que algunos personajes de la industria ejercían de forma sistemática sobre mujeres jóvenes y muchas veces inexpertas siempre ua había sido denunciado décadas antes del movimiento #MeToo. En 1988, en el segmento American Girls in Paris del programa estadounidense 60 minutos, varias maniquíes, algunas menores, denunciaban haber sido drogadas y violadas por empresarios como Claude Haddad y Jean-Luc Brunel, al frente de prestigiosas agencias.
Karen Mulder con la actriz Isabelle Funaro un desfile de París en 2016.Getty Images
Aparecía también la sempiterna acusación de ser coaccionadas para mantener s*x* con hombres ricos y mayores a cambio de trabajar con marcas más prestigiosas. Y, sin entrar en el proceloso asunto del abuso de modelos en general (véase lo que ocurrió con el documental de la BBC), los apartados más concretos de su discurso concordaban de lleno con los de otras mujeres que habían estado en su misma situación. La joven sueca Ebba Karlsson atestiguó que Gerald Marie había abusado de ella durante un casting en París, y la también famosa modelo Carré Otis aseguró en su biografía que cuando tenía 17 años había sido violada por el mismo Marie, entonces prometido de Linda Evangelista.
Puede esgrimirse que todo esto no son acusaciones investigadas y probadas por la justicia, sino testimonios de algo delictivo que sucedió años atrás, pero si algo ha ocurrido en los últimos años gracias a casos como el de Harvey Weinstein o Jeffrey Epstein es que las dinámicas de poder profundamente desiguales que se dan en ciertas ambientes provocan que las víctimas de abusos hayan estado del todo desprotegidas. El hecho mismo de denunciar era conflictivo porque tenían mucho más que perder si hablaban que si guardaban silencio. Resulta difícil discernir qué había de fidedigno en las declaraciones de Karen Mulder y qué era fruto de una grave crisis de ansiedad, pero la sospecha de que lo que se tildó como delirios de una desequilibrada escondía algo mucho más siniestro y perverso permanece hoy con más fuerza que nunca.
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Ni me suena esta señora, debió pasar siendo yo pequeña y todavía no le había cogido el gustillo a las revistas de cotilleos.
Pero desde luego que suena muy pero muy fuerte.
Que conste que Albert nunca ha sido santo de mi devoción, no acaba de convencerme, veo algo turbio en su comportamiento.
Pero desde luego que suena muy pero muy fuerte.
Que conste que Albert nunca ha sido santo de mi devoción, no acaba de convencerme, veo algo turbio en su comportamiento.
Le Monde también ha publicado la historia. X está ardiendo.
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- La Princesa Caroline, 900.000 euros anuales
- La Princesa Stéphanie, 800.000 euros anuales
- Nicole Coste, 1M de euros al año
- Jazmin Grace Grimaldi, 79.000 euros anuales
Y luego los rumores, que Caroline y Charlene se odian, que Charlene no le habla a Nicole. Pero lo más loco de todo es que, según Palmero, el Príncipe Rainiero pensó en negarle el trono a Alberto.
¿Querría ver a Andrea como Príncipe Soberano?
Estimada Cösima, en el artículo que amablemente trajiste leí que lo de Jazmin es cada 3 meses, no anual.
Y sí, yo no dudo que Albert pagaba fortunas a Nicole con tal de tener contacto con Alexandre, pero también parece que hay algo más, porque no se comprende la permisividad hacia las acciones de Nicole una vez que ya Alexandre cumplió los 18 años y Albert puede darle a él su asignación directamente.
Y eso de que Charlene no lo sabía digo yo que sería que nunca preguntó, porque cuando ella se casa con ALbert ya se sabe que existen dos hijos a los cuales Albert ha asegurado que no les faltará nada.
Las asignaciones de Caroline y Stéphanie me extrañan. Ellas tienen dinero propio (y entiendo que Caroline heredó mucho más que Stéphanie, quien quedó un poco "a cargo" de Albert según la herencia de Rainier).
Pero es que si son asignaciones por trabajo no me hace sentido ya que la diferencia es mínima y realmente hasta hace un par de años Caroline ejecutaba muchas más actividades por el principado que Stéphanie.
