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Te morirás y los fans de los Beatles más fanáticos lanzarán fuegos artificiales, seguro, Yoko...
Porque para ellos eres la diabólica Yoko Ono, que destruyó a los Beatles...
Si alguna vez te importó el tema, desde luego que ahora te es totalmente indiferente... ¡pero las cosas que llegaron a decir de tí porque enamorastes a John Lennon!
Si no hubieses sido japonesa, seguro que se lo habrían tomado mejor, pero encima te atribuían los supuestos poderes sexuales de las geishas, cosa que tu no eras, que bien que te ganabas la vida con tu arte antes de conocerle y, por ser libre del todo, habías dejado a tu marido e hija...
Nunca reconocerán que cuando tú le conocistes, los Beatles estaban en proceso de desintegración a causa de los egos enfrentados de John y Paul, y que John estaba tomando un rumbo muy peligroso en el mundo de las drogas y el LSD, como sus colegas, pero sin la parafernalia mística de George, por ejemplo, o el carpe diem de Ringo o el ancla que Paul tenía en Linda... John siempre había sido un chico problemático, sin padre, con madre recasada con otro hombre y criado por una tía... No había sabido sentar la cabeza con Cynthia, la fama se le había subido a la cabeza...
Con eso no voy a excusar que te metieses en casa de Cynthia y te pillase un dia en pijama en su cocina con él, pero de seguro que a ella no le sorprendió, no eras la primera...
La diferencia con las otras es que de tí se enamoró y le ofrecistes su ideal de vida: ¡un matrimonio abierto! Con libertad para tener otros compañeros de cama siempre y cuando quedase claro que lo verdadero era lo bueno! ¡Y te convertistes en su compañera artística, inspirándole canciones y todo!
Y lo cierto es que los fans de los Beatles no quieren admitir que, de no haber aparecido tú para cuidarle, John la habría palmado mucho antes, y asesinado por sí mismo...
Asi tuvisteis a vuestro hijo y él se convirtió en el padre amantísimo que no había sido nunca con Julian, el hijo de Cynthia... pero ésta, en sus memorias "John", escribe algo sorprendente sobre tí, Yoko: que cuando Julian iba a Nueva York, ella tenía que agradecerte a tí, no a su padre, sino a tí, que le atendieses como si fuese tu hijo, que animases a John a hacerle caso... y Julian llegó a tomarte un gran afecto...
Y lo que pocos saben es que, cuando John fué asesinado y te dejó como heredera universal de todo a tí y vuestro hijo Sean, apenas unas migajas para Julian, Cynthia no tuvo que pleitear contigo para conseguir para su hijo la parte de la herencia que le correspondía.. Tu, de motu propio, contactastes con ellos y les distes un cheque en blanco a cambio, tan solo, de conservar los derechos de autor de los temas de John, que te reportarían beneficios infinitos de por vida, pero si hubieses sido tan mala, no le habrías dado a Julian ni opción, que hubiese recurrido el testamento de su padre y que hubiesen decidido los tribunales, pero no, Yoko, tu supistes ser generosa con Julian...
Podrías haber vuelto a casarte, nada te habría quitado tu herencia, y has tenido otras parejas, pero no has querido dejar de ser la viuda de John...
¡Yo siempre he creído que le amastes de verdad, Yoko, digan lo que digan los demás, a pesar de cómo era él, ése fué tu mérito!