Erase una vez un chico guapísimo llamado Bud, del que te enamorastes perdidamente, Dennie... juntos desde la infancia, érais el uno para el otro... y él te ama igual que tú a él...
Os habeís hecho novios y, con las hormonas en efervescencia, cómo es lógico, descubrís el deseo por el otro y al salir juntos, pues haceís las cosas típicas y naturales de los novios... Tu también le deseas, como es lógico, estás enamorada..
Pero vuestros dichosos padres tienen que meterse en medio: a tu madre le preocupa tu virginidad y al richacho padre de él que el muchacho se case sin cumplir sus planes universitarios para él, y eso que él quiere ser granjero pero ¡que ocurrencias, el hijo del rico del pueblo metido a granjero, ni hablar!
Asi que esas presiones empiezan a influir en vuestro inocente noviazgo... A tí, Dennie, tu madre te dice que no le dejes sobrepasarse porque entonces te embarazará y te abandonará, y además, hacer esas cosas es de frescas, tu lo dudas porque sabes que te quiere, pero eres muy joven y empíezas a cortar las alas de sus deseos por miedo a perderle... y él cada vez se siente más frustrado, cosa que a su padre le viene de miedo para convencerlo de que se desahogue con otro tipo de chicas, que están para eso... sabe que ese será el principio del fín de ese noviazgo que tan poco le gusta...
Bud se resiste a hacerlo pero una vez, Dennie, presa de las neuras que te ha metido tu madre, le cortas en seco y él rompe contigo, yéndose con la "fresca" de la cuadrilla... Tu te enteras, Dennie, y... de repente, querrías matar a todo el mundo, no a él, sino a todos los que le han impulsado a hacer eso, y pierdes la razón por la desesperación y tienen que ingresarte...
El se rinde y se va a la Universidad, a no hacer nada, porque no quiere estudiar, solo piensa en tí... Hay una chica en el restaurante italiano que se fija en lo poco que come, lo mucho que bebe... y empieza a cuidarlo...
Tú, Dennie, vas poco a poco mejorando y un dia tus padres te anuncian que él se ha casado con esa chica y tiene un niño.. No, no es rico ni se ha licenciado, su ambicioso padre se arruinó, se tiró por la ventana y él es granjero en vuestro pueblo... Asi que tú decides con un chico ingresado en el psiquiatrico también por culpa de las neuras de sus padres... tu no le quieres como a Bud, nunca le querrás como a él, pero es muy bueno y crees que serás feliz...
Pero al salir de allí y volver al pueblo antes de marcharte a casarte con él, deseas volver a ver a Bud, y le visitas en su granja, conoces a su esposa, de nuevo embarazada, a su hijo, que debería haber sido tuyo, como él...
Y pensaís que, pese a todo, siempre os quedará el recuerdo del esplendor en la hierba, que siempre os amareís...
“Aunque mis ojos ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba; aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor en la hierba, de la gloria en las flores, no hay que afligirse, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.”