LGBT+

Ser gay en el pueblo
Una quincena de miembros del colectivo LGTBI impulsa una red para acabar con el aislamiento en el medio rural



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MARÍA SOSA TROYA
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Soria 10 NOV 2019





Un momento de la reunión de ciudadanos del colectivo LGTBI, este sábado en Soria.


Un momento de la reunión de ciudadanos del colectivo LGTBI, este sábado en Soria. EL HUECO




Muchos se fueron de los pueblos. Otros se quedaron, en silencio. Los que no callaron fueron el centro de miradas y cuchicheos. Pero se pasa de puntillas sobre ellos, aunque se vieran forzados a irse. También ahora se les obvia, cuando políticos y asociaciones hablan de repoblación. En el imaginario colectivo, los homosexuales están en las ciudades, con sus bares de ambiente y sus atascos y sus aceras llenas de gente. Pero los estereotipos se quedan cortos y dan la espalda a quienes sí viven en el medio rural, un lugar en el que los dos apellidos suelen pesar más que el nombre propio. Y algunos que marcharon quieren volver. Por ello claman por referentes del colectivo LGTBI también en el campo. Que ya está bien de tanto aislamiento, dicen. Que ya va siendo hora de tejer alianzas, de dejar de ser invisibles.


La reunión es el germen de esa red que comienza a tejerse, "la primera a nivel nacional que unirá a los miembros del colectivo que viven el medio rural", aseguran. El encuentro, este sábado en Soria. Una quincena de personas va entrando a una sala en la que disponen las sillas en círculo. Llevan meses hablando por redes sociales, algunos se están poniendo cara en ese mismo momento. Proceden de las provincias de Teruel, La Rioja, Guadalajara, Soria, Zaragoza, Navarra… Están entre los treinta y los cincuenta y tantos años. Son homosexuales, sí, y otras muchas cosas, insisten. Basta de etiquetas. Profesor, ingeniero, técnico agropecuario, periodista, operario en una fábrica, trabajadora en el mundo del turismo… Casi todos tienen en común que saben lo que es sentirse solos, lo que es marcharse de casa para poder encontrarse.


Comienza a hablar Chuse Aliaga, aragonés de 49 años que es el nexo de unión del grupo. Lleva años de activismo, de tratar de visibilizar al colectivo. Así que decidió impulsar este encuentro, celebrado en la tercera edición de la feria Presura, que reúne a emprendedores sociales que tratan de combatir la despoblación revitalizando los pueblos. En la sala tienen claro el objetivo: conectar a las asociaciones, las iniciativas LGTBI que ya existen en el medio rural, aisladas unas de otras y a los ciudadanos. “Somos fantasmas”, resume Cuca Martínez, gaditana de 54 años asentada en Jaca (Huesca). Cuentan que en los pueblos es habitual vivir la condición sexual de puertas adentro o sin significarse en el activismo. Más aún entre las mujeres. “La sexualidad femenina sigue oculta. Tenemos la cultura católica como una lápida puesta encima”, lamenta ella, la única mujer del grupo.


“Nuestra lucha y la feminista van de la mano”, dice Pedro M. C., gallego de 44 años que ahora vive en Logroño y que quiere irse con su marido a un pueblo de unos 50 habitantes en Álava. “En el mundo rural hay una desconexión brutal. A lo mejor crees que estás solo, o conoces a alguien que también es homosexual, pero que está en el armario”, afirma. “Mi referente era el hijo de una vecina, que se tuvo que marchar, el pobre. Siempre hay una figura, el mar*ca del pueblo, y suele ser negativa. Así que nos tenemos que ir en algún momento a las ciudades para autoafirmarnos”. En su pueblo, ¿lo saben? “Si no lo saben es porque no lo quieren saber: llevo 10 años yendo de visita con el mismo amigo”, bromea.

“Cazurrismo hay en todos lados, en los pueblos y en las ciudades”, afirma Toni Sánchez, de 56 años, que ahora vive en Zaragoza pero está deseando volver al medio rural. “Pero los pueblos son microcosmos. Cuando te aceptan, estás totalmente respaldado. El problema es que cuando hay rechazo, se vive mucho más intensamente”, explica Chuse Aliaga. En la ciudad siempre hay más gente a la que recurrir y lugares donde pasar desapercibido. Están de acuerdo además en que el rechazo se ceba, sobre todo, con el forastero. “Si eres de aquí, te queremos, qué se le va a hacer, pero siendo de fuera…”, dice Pedro M. C.

“Cuando noto algo así, me pongo una falda y me voy a tomar café a la plaza. El problema lo tienen ellos, no yo”, suelta con desparpajo Carlos García, valenciano de 42 años que vive en su furgoneta, yendo de pueblo en pueblo. “Hace falta aceptación. Es un tema puramente cultural. Nosotros vamos con miedo, no de una manera sana. Hay que ir con fuerza y no dar explicaciones, no hace falta llevar una banderita colgada”, prosigue. Asegura que él nunca ha tenido un problema. “Te sorprende la gente mayor, mucho más abierta de lo que podemos pensar. Para ellos a veces todo es más sencillo”, continúa Toni Sánchez. “Muchas veces el armario lo tenemos nosotros en la mente”.

Todos reconocen que es más difícil socializar en el medio rural. Las distancias son más grandes. “Pero las redes sociales han supuesto un antes y un después. Gracias a eso podemos conocer a gente. Antes, podías pasarte décadas en un pueblo sin saber que en el de al lado también había alguien gay, en el armario, claro”, recalca Óscar Crespo, soriano de 48 años. Ahora, que ya hay referentes homosexuales en televisión, insisten en que también los quieren en los pueblos. Casi todos los integrantes de este grupo viven abiertamente su sexualidad, pero recalcan que son importantes las figuras como la del teniente de alcalde que asiste a la reunión. “Que los chavales nos vean, que sepan que es una opción más como otra cualquiera”, coinciden. Sergio Marco, de 36 años, es profesor en un instituto en Teruel. Insiste en la formación para que “los jóvenes homosexuales, que están perdidos muchas veces, no sean el foco de atención, porque siguen siéndolo”.


Para ello quieren la red. Para visibilizarse en la sociedad y dentro del propio colectivo LGTBI. “Es como si solo estuviera Chueca. Cuenca no existe, no te digo ya los pueblos”, dice Pedro M. C. “Parece que, al hablar de repoblación, no se nos tiene en cuenta porque no podemos tener hijos, cuando además esto no es cierto, claro que podemos tenerlos”, añade su marido, Eduardo Medrano, trabajador social de 38 años. Quieren normalidad, que se escuche su voz como la de cualquier otro. La opción es sencilla: “Que puedas estar a gusto y dignamente, en igualdad de condiciones, en el sitio en que elijas vivir”, resume Chuse Aliaga. Ahora tienen que fijar fecha para la nueva reunión. Y la red ya casi estará en marcha.



UNA FERIA PARA LA REPOBLACIÓN
Este fin de semana se celebra en Soria la tercera edición de la feria Presura, que reúne a agentes que están luchando contra la despoblación en el medio rural. Más de 60 puestos, cinco de ellos portugueses, exponen propuestas de emprendedores o de localidades pequeñas que buscan fijar población y atraer a nuevos habitantes. "Ha sido un éxito. Sobre todo, nos damos cuenta de que año a año notamos más alianzas entre las iniciativas, que era el objetivo de esta feria", explica Joaquín Alcalde, director de El Hueco, una de las asociaciones organizadoras.
"Este sábado hemos tenido más visitas que el año anterior, aunque es posible que el domingo se resienta la afluencia de gente porque coincide con las elecciones", prosigue. "Hay iniciativas solventes. Tenemos un caldo de cultivo para que, con ayudas y facilidades, esto pueda florecer", añade. Se refiere al movimiento que lucha por revitalizar los pueblos. Por ello insiste en la necesidad de una estrategia nacional contra la despoblación, cuyas líneas generales aprobó el Gobierno la pasada legislatura. Aún falta un trabajo conjunto con las comunidades autónomas, en la Conferencia de Presidentes.


 
Ser gay en el pueblo
Una quincena de miembros del colectivo LGTBI impulsa una red para acabar con el aislamiento en el medio rural



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Soria 10 NOV 2019





Un momento de la reunión de ciudadanos del colectivo LGTBI, este sábado en Soria.


Un momento de la reunión de ciudadanos del colectivo LGTBI, este sábado en Soria. EL HUECO




Muchos se fueron de los pueblos. Otros se quedaron, en silencio. Los que no callaron fueron el centro de miradas y cuchicheos. Pero se pasa de puntillas sobre ellos, aunque se vieran forzados a irse. También ahora se les obvia, cuando políticos y asociaciones hablan de repoblación. En el imaginario colectivo, los homosexuales están en las ciudades, con sus bares de ambiente y sus atascos y sus aceras llenas de gente. Pero los estereotipos se quedan cortos y dan la espalda a quienes sí viven en el medio rural, un lugar en el que los dos apellidos suelen pesar más que el nombre propio. Y algunos que marcharon quieren volver. Por ello claman por referentes del colectivo LGTBI también en el campo. Que ya está bien de tanto aislamiento, dicen. Que ya va siendo hora de tejer alianzas, de dejar de ser invisibles.


La reunión es el germen de esa red que comienza a tejerse, "la primera a nivel nacional que unirá a los miembros del colectivo que viven el medio rural", aseguran. El encuentro, este sábado en Soria. Una quincena de personas va entrando a una sala en la que disponen las sillas en círculo. Llevan meses hablando por redes sociales, algunos se están poniendo cara en ese mismo momento. Proceden de las provincias de Teruel, La Rioja, Guadalajara, Soria, Zaragoza, Navarra… Están entre los treinta y los cincuenta y tantos años. Son homosexuales, sí, y otras muchas cosas, insisten. Basta de etiquetas. Profesor, ingeniero, técnico agropecuario, periodista, operario en una fábrica, trabajadora en el mundo del turismo… Casi todos tienen en común que saben lo que es sentirse solos, lo que es marcharse de casa para poder encontrarse.


Comienza a hablar Chuse Aliaga, aragonés de 49 años que es el nexo de unión del grupo. Lleva años de activismo, de tratar de visibilizar al colectivo. Así que decidió impulsar este encuentro, celebrado en la tercera edición de la feria Presura, que reúne a emprendedores sociales que tratan de combatir la despoblación revitalizando los pueblos. En la sala tienen claro el objetivo: conectar a las asociaciones, las iniciativas LGTBI que ya existen en el medio rural, aisladas unas de otras y a los ciudadanos. “Somos fantasmas”, resume Cuca Martínez, gaditana de 54 años asentada en Jaca (Huesca). Cuentan que en los pueblos es habitual vivir la condición sexual de puertas adentro o sin significarse en el activismo. Más aún entre las mujeres. “La sexualidad femenina sigue oculta. Tenemos la cultura católica como una lápida puesta encima”, lamenta ella, la única mujer del grupo.


“Nuestra lucha y la feminista van de la mano”, dice Pedro M. C., gallego de 44 años que ahora vive en Logroño y que quiere irse con su marido a un pueblo de unos 50 habitantes en Álava. “En el mundo rural hay una desconexión brutal. A lo mejor crees que estás solo, o conoces a alguien que también es homosexual, pero que está en el armario”, afirma. “Mi referente era el hijo de una vecina, que se tuvo que marchar, el pobre. Siempre hay una figura, el mar*ca del pueblo, y suele ser negativa. Así que nos tenemos que ir en algún momento a las ciudades para autoafirmarnos”. En su pueblo, ¿lo saben? “Si no lo saben es porque no lo quieren saber: llevo 10 años yendo de visita con el mismo amigo”, bromea.

“Cazurrismo hay en todos lados, en los pueblos y en las ciudades”, afirma Toni Sánchez, de 56 años, que ahora vive en Zaragoza pero está deseando volver al medio rural. “Pero los pueblos son microcosmos. Cuando te aceptan, estás totalmente respaldado. El problema es que cuando hay rechazo, se vive mucho más intensamente”, explica Chuse Aliaga. En la ciudad siempre hay más gente a la que recurrir y lugares donde pasar desapercibido. Están de acuerdo además en que el rechazo se ceba, sobre todo, con el forastero. “Si eres de aquí, te queremos, qué se le va a hacer, pero siendo de fuera…”, dice Pedro M. C.

“Cuando noto algo así, me pongo una falda y me voy a tomar café a la plaza. El problema lo tienen ellos, no yo”, suelta con desparpajo Carlos García, valenciano de 42 años que vive en su furgoneta, yendo de pueblo en pueblo. “Hace falta aceptación. Es un tema puramente cultural. Nosotros vamos con miedo, no de una manera sana. Hay que ir con fuerza y no dar explicaciones, no hace falta llevar una banderita colgada”, prosigue. Asegura que él nunca ha tenido un problema. “Te sorprende la gente mayor, mucho más abierta de lo que podemos pensar. Para ellos a veces todo es más sencillo”, continúa Toni Sánchez. “Muchas veces el armario lo tenemos nosotros en la mente”.

Todos reconocen que es más difícil socializar en el medio rural. Las distancias son más grandes. “Pero las redes sociales han supuesto un antes y un después. Gracias a eso podemos conocer a gente. Antes, podías pasarte décadas en un pueblo sin saber que en el de al lado también había alguien gay, en el armario, claro”, recalca Óscar Crespo, soriano de 48 años. Ahora, que ya hay referentes homosexuales en televisión, insisten en que también los quieren en los pueblos. Casi todos los integrantes de este grupo viven abiertamente su sexualidad, pero recalcan que son importantes las figuras como la del teniente de alcalde que asiste a la reunión. “Que los chavales nos vean, que sepan que es una opción más como otra cualquiera”, coinciden. Sergio Marco, de 36 años, es profesor en un instituto en Teruel. Insiste en la formación para que “los jóvenes homosexuales, que están perdidos muchas veces, no sean el foco de atención, porque siguen siéndolo”.


Para ello quieren la red. Para visibilizarse en la sociedad y dentro del propio colectivo LGTBI. “Es como si solo estuviera Chueca. Cuenca no existe, no te digo ya los pueblos”, dice Pedro M. C. “Parece que, al hablar de repoblación, no se nos tiene en cuenta porque no podemos tener hijos, cuando además esto no es cierto, claro que podemos tenerlos”, añade su marido, Eduardo Medrano, trabajador social de 38 años. Quieren normalidad, que se escuche su voz como la de cualquier otro. La opción es sencilla: “Que puedas estar a gusto y dignamente, en igualdad de condiciones, en el sitio en que elijas vivir”, resume Chuse Aliaga. Ahora tienen que fijar fecha para la nueva reunión. Y la red ya casi estará en marcha.



UNA FERIA PARA LA REPOBLACIÓN
Este fin de semana se celebra en Soria la tercera edición de la feria Presura, que reúne a agentes que están luchando contra la despoblación en el medio rural. Más de 60 puestos, cinco de ellos portugueses, exponen propuestas de emprendedores o de localidades pequeñas que buscan fijar población y atraer a nuevos habitantes. "Ha sido un éxito. Sobre todo, nos damos cuenta de que año a año notamos más alianzas entre las iniciativas, que era el objetivo de esta feria", explica Joaquín Alcalde, director de El Hueco, una de las asociaciones organizadoras.
"Este sábado hemos tenido más visitas que el año anterior, aunque es posible que el domingo se resienta la afluencia de gente porque coincide con las elecciones", prosigue. "Hay iniciativas solventes. Tenemos un caldo de cultivo para que, con ayudas y facilidades, esto pueda florecer", añade. Se refiere al movimiento que lucha por revitalizar los pueblos. Por ello insiste en la necesidad de una estrategia nacional contra la despoblación, cuyas líneas generales aprobó el Gobierno la pasada legislatura. Aún falta un trabajo conjunto con las comunidades autónomas, en la Conferencia de Presidentes.


Qué labor tan necesaria, y qué pena que no tengan más ayuda.
En parte creo que todo esto se debe al miedo a lo desconocido. No sé lo que es, por tanto no lo quiero. En las ciudades grandes, al verse más, la gente lo tiene más normalizado.
Pero creo que, como dicen, con referentes y educación la situación podría cambiar. Otra cosa es que no prohíban la educación en la diversidad, que viendo los resultados de ayer se me van las esperanzas..
 
Una reflexión. ¿Qué os parecería entrar al hilo "El Evangelio del día" que hay en este foro a llenarlo de noticias sobre las aberraciones que hacen los curas pederastas? Mal, ¿verdad?

La reflexión es sobre por qué este hilo se convierte en el cubo de la basura de determinadas personas. ¿Tanto miedo os da la existencia de otras personas que lo único que quieren es vivir en paz?

Lamentable.
 
Una reflexión. ¿Qué os parecería entrar al hilo "El Evangelio del día" que hay en este foro a llenarlo de noticias sobre las aberraciones que hacen los curas pederastas? Mal, ¿verdad?

La reflexión es sobre por qué este hilo se convierte en el cubo de la basura de determinadas personas. ¿Tanto miedo os da la existencia de otras personas que lo único que quieren es vivir en paz?

Lamentable.
Es por la superioridad moral que creen que tienen. Como si nos tuvieran que salvar de algo.

Además que tienen un discurso tan básico que a la que les haces un par de preguntas entran en bucle porque no tienen más respuesta que: porque es así.
 
Es por la superioridad moral que creen que tienen. Como si nos tuvieran que salvar de algo.

Además que tienen un discurso tan básico que a la que les haces un par de preguntas entran en bucle porque no tienen más respuesta que: porque es así.

Sí, y sólo poniendo noticias de cosas y casos puntuales para que parezca que eso representa a todo el colectivo (aunque fíate tú de la fuente, pero bueno).

Obviamente esto es un foro, y opiniones hay muchas, tantas como personas registradas. Y se puede debatir, por supuesto, pero desde la tolerancia y el respeto. El bombardear con vídeos destructivos no me parece la mejor forma. Y encima ven que hay gente que se ha sentido mal por todos los comentarios fuera de lugar que hay y les da igual, empatía cero, ¿para qué intentar conocer otras realidades distintas a la suya?...
 
Por cierto, me recomendaríais algún canal de Youtube con temática LGTB que valga la pena?? ?
 
Decid trans, porfa
Y seguimos con..lo mismo. Hace tiempo abrí un hilo que se llama 'Trans' a ver si ayuda a empatizar o algo, antes de hablar con ignorancia y haciendo a un colectivo bastante atacado y jodido por todos lados. No somos saco de boxeo, solo queremos vivir con tranquilidad, tanto cuesta entender?
Podeis vivir con toda la tranquilidad que quereis, pero no nos hagais comulgar con ruedas de molino.
Eso de trans es una palabra como otra cualquiera. No existe un tercer s*x*. Sólo hay dos. Lo siento es asi.
Yo prefiero decir hombre que quiere cambiar o al revés.
 
Es una aberración, un abuso infantil y un crimen querer imponer a un menor de edad el s*x* contrario con el que se ha nacido.
Exactamente. Lo malo de ésta ideologia de transgenero que no de género, son cosas distintas, que se están haciendo aberraciones, están castrando a niños y dándoles medicamentos que paran la pubertad, sólo porque,... alucinad, a lo mejor juegan con muñecas o niñas que juegan al futbol , y se les ocurre decir que son del s*x* contrario. Y esto lo están permitiendo los médicos y el estado. Es una verguenza. Un crimen.
Esto no tiene nada que ver con el tema gay, son temas distintos. Los gays pretenden vivir con alguien del mismo s*x*, pero estan seguros de su género. Lo que pasa es que los de transgénero, se han metido en organizaciones gays , sin duda pq hay trans que solian ser gays, pero después no, dicen que son heterosexuales que se sienten mujeres. Creo que entran por el tema económico, de cara a que les financien las operaciones.
 
Podeis vivir con toda la tranquilidad que quereis, pero no nos hagais comulgar con ruedas de molino.
Eso de trans es una palabra como otra cualquiera. No existe un tercer s*x*. Sólo hay dos. Lo siento es asi.
Yo prefiero decir hombre que quiere cambiar o al revés.

Tranquilidad cuando te niegan y te tratan del género que no toca? cada día? tranquilidad cuando en un foro de cualquier cosa debaten sobre tu existencia? tranquilidad cuando debes pasar por burocracia y mostrar papeleos de toda clase para que te cambien el nombre y tarden dos años si el señor juez o jueza esta de buen humor?

Pues lo siento, si eres un poco transfoba te lo miras y no es lo de comulgar con ruedas de molino, lo que pasa es que digamos que mi existencia te saca de tu rueda de confort pero hay mucha gente que no es trans que no cumple con "el estereotipo" que la sociedad cree que es la regla, la gente como yo existimos de toda la vida, lo que pasa que claro, si te matan en cada siglo o milenio, pues pocas voces quedarán que puedan hablar de ello pero repito: aquí no se trata de comulgar con nada, se trata de respetar y con tu última frase no me estas respet,ando ni a mi ni a mi comunidad que tanto luchamos cada puñetero día para que la gente deje de pensar eso de "hombre que pasa a mujer", porque eso es una transfobada más grande que una catedral. Sí, no hay educación con respeto a ello y debemos encargarnos nosotros/as/es pero bueno...

Y no hay dos, pero como he dicho, salir de tu zona de confort debe ser duro y creer que hay más diversidad que ha estado callada por miedo no debe entrar en tu "norma social", pero lo siento, existimos por mucho que nos niegues. Y de tranquilidad nada. Ojalá, sino no nos pasaríamos la vida siendo "debate" o "gente opinable" como esta siendo aquí, en vez de tratarnos como personas sin más.

Y ya, disculpa, he intentado ser lo más educado posible.
 
Cuánta aberración: hombres disfrazados u operados para parecer mujeres anuncianado ropa íntima femenina.


Es lo que no entiendo. Cantidad de asesinatos a mujeres; en la india y otros paises, las asesinan cuando son bebes sólo por ser mujeres, feminicidios en Mexico y America latina; y esta gente pretende como lo diria... una usurpación de la identidad femenina. Pero vamos a ver.. si son prendas femeninas, porque no poner modelos mujeres? que somos quienes soportamos más paro femenino, ponen a tios operados hasta las trancas.
 
Tranquilidad cuando te niegan y te tratan del género que no toca? cada día? tranquilidad cuando en un foro de cualquier cosa debaten sobre tu existencia? tranquilidad cuando debes pasar por burocracia y mostrar papeleos de toda clase para que te cambien el nombre y tarden dos años si el señor juez o jueza esta de buen humor?

Pues lo siento, si eres un poco transfoba te lo miras y no es lo de comulgar con ruedas de molino, lo que pasa es que digamos que mi existencia te saca de tu rueda de confort pero hay mucha gente que no es trans que no cumple con "el estereotipo" que la sociedad cree que es la regla, la gente como yo existimos de toda la vida, lo que pasa que claro, si te matan en cada siglo o milenio, pues pocas voces quedarán que puedan hablar de ello pero repito: aquí no se trata de comulgar con nada, se trata de respetar y con tu última frase no me estas respet,ando ni a mi ni a mi comunidad que tanto luchamos cada puñetero día para que la gente deje de pensar eso de "hombre que pasa a mujer", porque eso es una transfobada más grande que una catedral. Sí, no hay educación con respeto a ello y debemos encargarnos nosotros/as/es pero bueno...

Y no hay dos, pero como he dicho, salir de tu zona de confort debe ser duro y creer que hay más diversidad que ha estado callada por miedo no debe entrar en tu "norma social", pero lo siento, existimos por mucho que nos niegues. Y de tranquilidad nada. Ojalá, sino no nos pasaríamos la vida siendo "debate" o "gente opinable" como esta siendo aquí, en vez de tratarnos como personas sin más.

Y ya, disculpa, he intentado ser lo más educado posible.
Bueno, pues intentare ser educada también.
Lo siento pero eso de la disforia de género es un transtorno mental, reconocido asi por la OMS. Por cierto el único transtorno mental que se cura con ....una castración. muy fuerte.
Es que no puedo entender en que consiste eso de sentirse una mujer. Te podra gustar vestir de mujer o hacer cosas de chicas, pero ni por asomo podeis saber lo que es eso, pues en la vida de una mujer existen múltiples variantes. Te podras operar y ponerte unos pechos pero no sera lo mismo. Siempre seras un hombre. No hay pildora mágica u operación que te convierta en mujer.
Vosotros sabeis esto ... y continuais con la historia haciendo que más gente inocente pique. Y lo peor es que estan cayendo niños en ésto. Y padres incautos los llevan a médicos y ... en fin.
Hay cantidad de gente, al menos en otros paises que han revertido su transición. Se han dado cuenta a tiempo. Aunque hay efectos de las hormonas que ya van a continuar de por vida.
En cuanto a lo de las muertes, perdona pero casi siempre está relacionado con la vida marginal que por desgracia llevan éstas personas, que frecuentemente tienen que dedicarse a la prostit*ción. Ni por asomo tiene que ver con la vida de gays apaleados en el metro o mujeres maltratadas en su casa por el marido. No le quito importancia a la cosa que la tiene, pero no mezcleis los temas por favor.
 
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