Laura Escanes

La verdad es que sí fui a cantarle las cuarenta a la farmacéutica. Después me sentí culpable pues se lo había contado a mi suegra, que es familia, pero no era un embarazo “normal” y tuvimos que compartir la noticia sin nosotros asimilarla antes
De culpable nada, prima: esa persona metió la pata hasta el corvejón. Hay límites que no hay que sobrepasar y esa persona se pasó tres pueblos.

En fin, ¿todo fue bien? ❤
 
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