A mí también me parece excesivo esto y me espantan los delitos de odio que últimamente aparecen por todas partes. El odio es un sentimiento y no se puede legislar contra los sentimientos. Yo puedo odiar el apio, Soria y a los pelirrojos y decirlo, y eso me convertirá tal vez en una cretina, pero mientras no bombardee Soria, estrangule pelirrojos o reclute personas para que lo hagan no debería ser considerada una criminal.
Entiendo que es un terreno resbaladizo y a lo mejor me equivoco por ignorancia legal. Pero controlar desde el poder las opiniones que no gustan con un criterio moral me parece censura pura y dura, un ataque desproporcionado a la más elemental libertad y no me gusta nada. De hecho me da pavor.
Me parece mucho más sano y socialmente avanzado que esta señora pueda decir lo que le dé la gana y que quien la lea le pueda contestar también lo que quiera en libertad. Excluyendo amenazas, calumnias, etc, claro. Dentro del terreno de la opinión, de la expresión sin filtro políticamente correcto y del exabrupto. Si a ella le gusta que ETA haya matado a Carrero y disfruta con ello, que lo pueda decir y se quede tan ancha. Pero si por esto alguien la manda de vuelta a la revisión de la próstata, que se aguante también. No sé si me explico.
Te explicas. Si alguien no está de acuerdo con algo que vaya ante al Justicia y si la Justicia entiende que se ha pasado y quien denuncia tiene razón se le condene a una multa y se acabó, pero nunca aplicar sanciones que puede acarrear la cárcel. Eso es excesivo.