En enero de 2016, la Princesa Victoria fue nombrada embajadora de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, con un enfoque particular en la sostenibilidad marina. Ella ha viajado por el mundo como parte de este rol y en septiembre de 2018 viajó a la ciudad de Nueva York para celebrar su progreso y discutir el futuro con sus colegas representantes de la ONU. Su ocupado itinerario le brindó muchas oportunidades para demostrar sus habilidades diplomáticas, reuniéndose con todos, desde la teniente de alcalde hasta el secretario general de la ONU en la jequemia de Qatar, Moza. La ONU asumió la mayor parte del cronograma de la Princesa mientras asistía a reuniones con sus compañeros embajadores, un foro con representantes del sector privado y un seminario sobre la iniciativa juvenil juvenil 2030 de UNICEF, pero también se tomó el tiempo para marcar las relaciones entre Suecia y Estados Unidos: visitó Aska, un restaurante encabezado por un chef sueco con reputación de sostenibilidad; recorrió la cámara de comercio sueco-americana; y visitó el Monumento Nobel en honor del sueco Albert Nobel junto a dos galardonados con el Premio Nobel de 2017. Quizás el momento más significativo fue su asistencia al monumento al ex secretario general de la ONU Kofi Annan, quien falleció a principios de ese año y era un amigo personal a la realeza sueca desde hace muchos años. Incluso se podría ver a la futura reina derramando una lágrima por su difunta amiga. Los Reales han sido críticos para la historia de la ONU durante décadas y Victoria es la última de una larga lista de regios embajadores. Esto quedó perfectamente demostrado en fotografías de ella saludando afectuosamente a miembros de la realeza y amigos cercanos, incluida la reina belga Mathilde, la princesa holandesa Mabel y el padrino de su hija, el príncipe heredero Haakon de Noruega.