No es mío el analisis, si de una persona a la que considero leal y bien informada y nada sospechosa de ser hostil a los Orange ni de estar interesada en el cotilleo, es una analista.
Como cuñada de una holandesa, de Utrecht, solo puedo decir que no sienten que sean unos royals tan cercanos ni que estén tan a pie de calle como nosotros podemos creer que son. O como la prensa nos hace creer que son. Parece ser que las niñas tampoco es que sean muy, muy conocidas, pero eso tiene fácil arreglo. Lo que no resulta tan fácil de arreglar, es lo de irse a Grecia en plena pandemia. Para muchos, cuñada incluida, supuso una muestra de frivolodad e insensibilidad difícil de olvidar. Las disculpas en tv, tampoco sonaron muy convincentes, pero cada persona puede tener una opinión y sentimientos distintos.
Los holandeses que conozco hacen gala de una mentalidad calvinista (que no religiosa) incluso en el desarrollo económico y familiar. No sé explicarlo con palabras, pero podría chocarnos como españoles. "Lo que me conviene, interesa", podría ser el lema. Bien lo hemos sufrido los españoles con Rutte. Y ojo, no es una crítica. Cada uno, con lo suyo.
Trix es un tema aparte. Valoran el marrón que le dejaron sus padres, los primeros años de reinado tan duros, las depresiones de Claus, la tragedia de Friso y cierta confrontación con la clase política. Era una soberana que no solía callarse, con unos posicionamientos sociales muy, muy firmes. Trix tiene un bagaje cultural y una formación política bastante superior a la de otros soberanos, incluido su hijo. Siempre sintieron que estaba cuando la necesitaban, que desarrollaba un papel importante en la esfera internacional, entablando relaciones de verdadera amistad con personalidades muy relevantes como Mandela. Le gustaba la política, disfrutaba el jaleo que suponía ser Reina de una democracia europea y al mismo tiempo podía presentarse como una verdadera moeder. Gran parte de su éxito como monarca tiene que ver con su propia supervivencia a tantas adversidades, pero cierto es que apenas dio dolores.
No sé. Lo que yo he aprendido de TODO y de TODOS, es que nunca deberíamos creernos que el Hola es la Biblia. Es mejor creerse a la señora de la calle que dice, te quiero, pero el resto, a tomar viento o a los que te abuchean porque piensan que las carrozas tienen algo que ver con la subida de la luz. La realidad se palpa en la calle, en las casas, no en las revistas.
Como cuñada de una holandesa, de Utrecht, solo puedo decir que no sienten que sean unos royals tan cercanos ni que estén tan a pie de calle como nosotros podemos creer que son. O como la prensa nos hace creer que son. Parece ser que las niñas tampoco es que sean muy, muy conocidas, pero eso tiene fácil arreglo. Lo que no resulta tan fácil de arreglar, es lo de irse a Grecia en plena pandemia. Para muchos, cuñada incluida, supuso una muestra de frivolodad e insensibilidad difícil de olvidar. Las disculpas en tv, tampoco sonaron muy convincentes, pero cada persona puede tener una opinión y sentimientos distintos.
Los holandeses que conozco hacen gala de una mentalidad calvinista (que no religiosa) incluso en el desarrollo económico y familiar. No sé explicarlo con palabras, pero podría chocarnos como españoles. "Lo que me conviene, interesa", podría ser el lema. Bien lo hemos sufrido los españoles con Rutte. Y ojo, no es una crítica. Cada uno, con lo suyo.
Trix es un tema aparte. Valoran el marrón que le dejaron sus padres, los primeros años de reinado tan duros, las depresiones de Claus, la tragedia de Friso y cierta confrontación con la clase política. Era una soberana que no solía callarse, con unos posicionamientos sociales muy, muy firmes. Trix tiene un bagaje cultural y una formación política bastante superior a la de otros soberanos, incluido su hijo. Siempre sintieron que estaba cuando la necesitaban, que desarrollaba un papel importante en la esfera internacional, entablando relaciones de verdadera amistad con personalidades muy relevantes como Mandela. Le gustaba la política, disfrutaba el jaleo que suponía ser Reina de una democracia europea y al mismo tiempo podía presentarse como una verdadera moeder. Gran parte de su éxito como monarca tiene que ver con su propia supervivencia a tantas adversidades, pero cierto es que apenas dio dolores.
No sé. Lo que yo he aprendido de TODO y de TODOS, es que nunca deberíamos creernos que el Hola es la Biblia. Es mejor creerse a la señora de la calle que dice, te quiero, pero el resto, a tomar viento o a los que te abuchean porque piensan que las carrozas tienen algo que ver con la subida de la luz. La realidad se palpa en la calle, en las casas, no en las revistas.